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Ayer se cerró una era televisiva en mi ciudad. El famoso apagón analógico se produjo anoche para dar paso a la 'nueva' televisión digital. Mayor calidad de imagen, mayor resolución, mejor sonido, adiós a las interferencias, las distorsiones. Ha llegado la televisión interactiva, con una oferta amplísima de canales y un sinfín de posibilidades más.
El apagón generalizado está previsto para el próximo 2010, pero ya son varios los millones de personas en España que sólo pueden ver la televisión si se han comprado el 'cacharrito' descodificador o si su moderna tele ya lo trae incorporado.
Y es que no hace tanto que se reservaba en las casas un buen espacio para los aparatosos televisores de tubo y, de repente, nos hemos visto inundados por las pantallas planas de plasma y LCD. La televisión se puede ver ahora también por el móvil y por internet. Sin horarios, sin publicidad,... las ataduras han desaparecido.
Podemos ver las series en versión original antes de que lleguen a España, las películas antes de que se estrenen. Parece que todo lo queremos aquí y ahora. Nos van las prisas y no somos lo suficiente pacientes como para esperar ni un minuto por nada.
El apagón analógico puede que no tenga unos efectos radicales de cambio sobre los consumidores, pero simboliza un paso hacia la modernidad, el avance tecnológico, el comienzo de una nueva era.
Sin embargo, los que hemos vivido con televisores 'trastos', los que nos hemos quedado con la pantalla en negro en el momento más importante de una emisión, los que hemos pillado la conexión del vecino alguna vez, los que hemos visto nuestra serie favorita aun con miles de líneas borrosas y el sonido distorsionado,... todos nosotros sentimos cierta nostalgia por este apagón.
Porque cuando algo se apaga, es que algo se termina y se deja atrás. Y eso, por mucho avance que implique, nos deja siempre un intenso amargor.
Nos hacemos viejos, lenta pero irremediablemente y son estas pequeñas cosas las que se encargan de recordárnoslo.
Lástima que los hijos de la tdt nunca sepan quién fue Michael Jackson, cuya luz también se apagó el pasado jueves a los 50 años.
OFF...
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