sábado, 23 de agosto de 2008

SERENDIPIA


ON...


Me encuentro un poco preocupado. Nunca he creido mucho en el esoterismo y cosas similares, pero últimamente están confluyendo una serie de coincidencias que, como poco, no han dejado de sorprenderme.

Justo hace un año, me hicieron en el barrio de Montmatre de París (donde se rodó la película de 'Amélie') una pulsera y me dijeron que pidiera un deseo mientras me la ataban. La gracia estaba en que ese deseo se cumpliría supuestamente cuando la pulsera se rompiera. Cómo iba a pensar yo que un año después la pulsera comenzaría a deshilacharse y el deseo a cumplirse...

El destino.

Algunos lo creen preestablecido, otros que lo modificamos con nuestras decisiones y otros simplemente que no existe.

La palabra serendipia se refiere a todos esos hallazgos o descubrimientos que se producen de una manera fortuita o azarosa. En algunos casos se reduce su uso únicamente a cuestiones científicas, pero cada vez más se está extendiendo a todas aquellas cosas que ocurren cuando menos te lo esperas, por convergencia de una serie de factores no controlables que desencadenan en un trágico o feliz desenlace.

El fatídico accidente del vuelo de Spanair JK 5022 el pasado 20 de agosto tiene mucho de serendipia. Un fallo técnico, humano o vete tú a saber de qué o de quién, nos ha dejado como resultado un total de más de 150 fallecidos. Más de 150 corazones latiendo. Más de 150 almas con una vida por delante. Algunos se irían de vacaciones a las islas Canarias, otros irían a visitar a familiares, otros volverían a casa,... todos tendrían su historia que contar, pero en este caso el destino quiso gastarles una broma macabra.

Trato de imaginarme cómo son esos instantes en los que eres consciente de que algo va mal en el avión y empieza a cundir el pánico entre la tripulación y los viajeros. ¿Qué cosas o personas se te vendrán a la cabeza en un momento así? ¿Quién te gustaría tener a tu lado en ese momento para poder despedirte y dar el último beso? ¿Cuántas cosas te habrían quedado por hacer y decir en tu vida?

Por eso, cuando estos días entraba en el blog y leía el título de mi anterior entrada 'Trenes sólo de ida', me daba a mí mismo un poco de miedo. El post en cuestión trata de todas esas decisiones que se toman y que no tienen vuelta atrás. Aunque el artículo no tiene nada de trágico (más bien todo lo contrario) lo cierto es que no puedo evitar encontrar similitudes con el accidente de Barajas del miércoles. Uno nunca es totalmente consciente de cuáles pueden ser las consecuencias reales de una decisión, simplemente las asume previamente y deja el resto en manos del destino. Lo demás... lo demás es pura serendipia.

La noticia, como no podía ser de otra forma, se ha convertido en la tragedia del verano y más aún dada la delicada situación actual de la empresa de aviación, que hace pocas semanas había anunciado un espectacular recorte de su plantilla. Como era de esperar, todo el país está conmocionado. Tanto que incluso se pidió al COI que la bandera de España ondeara a media asta en los Juegos Olímpicos (aunque luego haya sido rechazada la petición).

Sin embargo, estoy seguro de que mañana será otro día. Y dentro de poco todos nos olvidaremos del espectacular accidente ocurrido en la T4. Bueno, todos no. A los familiares y amigos de las víctimas les queda ahora un duro camino por recorrer en el que el tiempo es la única cura. ¡Cuánto no darían esas personas por poder volver a abrazar a sus padres, hijos, parejas, hermanos, colegas,...!

A veces regalamos besos y abrazos sin pensar en el significado que encierran en realidad y tienen que ocurrir sucesos como este para abrirnos momentáneamente los ojos. Añoramos tanto a los que están lejos y valoramos tan poco a los que tenemos cerca, que no somos conscientes de la suerte que tenemos de ver salir el sol una vez más por el horizonte.

¿O acaso me merezco yo más seguir en el mundo que el resto de personas que iban en el vuelo de Spanair? No lo creo.

Simplemente, el destino me ha regalado un día más. Y en 24 horas te puede cambiar la vida.

OFF...

lunes, 18 de agosto de 2008

TRENES SÓLO DE IDA

ON...

MPBlog: 'Fix you' - Coldplay.

Vuelvo a pisar terreno español, aunque por poco tiempo (la próxima semana volaré a Roma).

Pero de momento, mi cuerpo está de nuevo en mi habitación. Las mismas paredes azules, el mismo colchón confortable, el mismo ordenador con pantalla táctil, el mismo desorden ordenado,...

Mi cabeza, sin embargo, sigue en Alemania. Y más concretamente, en la habitación 1021 de la Papageienhaus. La misma silla astillada, las mismas sábanas sobadas, la misma ventana atascada, el mismo grifo inestable, la misma moqueta 'grimiñosa',...

Llevo un mes sin escribir nada (salvo varias redacciones en alemán y una postal muy especial) y parece que mis conexiones a la hora de expresarme por escrito se hubiesen oxidado por momentos. En contrapunto, llevo un mes detrás de una cámara que se ha convertido en mi tercer ojo (abstenerse de bromas pesadas). Para algunos he sido el paparazzi, para otros el súper y para otros Blaaas... pero siempre yo.

He visto lo que nunca había visto, he oído lo que nunca había oído, he comido lo que nunca había comido. En definitiva, he sentido lo que nunca había sentido. He cogido aviones, buses, metros, tranvías, taxis, coches, bicicletas, barcas... y trenes. El tren se ha convertido en el medio de transporte básico de mi estancia en Deutschland. Desde los 12 trenes a Hamburgo, los 9 a Ámsterdam, el ICE regresando de Berlín, el tren-bar camino a la fiesta en Düsseldorf, el tren colgante en Wuppertal o la angustia del tren que nos llevaría al aeropuerto de vuelta a España.

Hoy más que nunca creo aquello de que los trenes pasan una sola vez en la vida, quizás dos... De nosotros depende cogerlos o dejarlos marchar. Quizás te subas y no sepas dónde te llevará, o te pierdas por el camino y tengas que hacer miles de trasbordos, o un revisor pesado no te deje de molestar, o no encuentres la postura confortable para echarte una siesta.

Pero, al fin y al cabo, el destino no es lo que importa, sino el viaje. En él habrás conocido gente y lugares, habrás compartido risas y llantos, habrás aprendido y experimentado... El tren salió un día de la estación, tú estabas ahí y (como tenías el Ferien) no lo dudaste. Los viajes largos son pesados, pero a menudo merecen la pena.

Tomar el café por las mañanas, pasar casi 30 horas seguidas sin dormir, discutir con una estudiante italiana treinteañera, caerte de la cama, hablar de casi todo con una ucraniana de ojos intensos y penetrantes, ser adoptado por el piso de abajo, perder sospechosamente comida y colonia, cantar 'Fix you' en un karaoke, bañarse en el Rin o desear que nunca sonara la alarma del despertador. Nada ocurre nunca como uno lo había pensado.

Muchos pasaron por el confesionario en Bochum, muchos otros aún me deben una confesión. Ésta es la mía. Siento no haberme podido expresar mejor, pero para ciertas cosas uno se queda mudo. Hay cosas que no se pueden explicar con palabras. Para entenderlas... hay que vivirlas.

Y es que sofort siempre será sofort. Nos vemos en la próxima estación.

OFF...

viernes, 8 de agosto de 2008

UN MUNDO, UN SUEÑO

Por si no os habíais dado cuenta hoy es el día 08/08/08.

Hoy empiezan, por fin, los Juegos Olímpicos de Pekín.

Todo está ya preparado para que dé comienzo el evento deportivo más importante del año a nivel mundial.

Estos Juegos no han estado exentos de polémica y es que han sido múltiples las protestas surgidas en torno al país anfitrión. Parece que algunos creen que el llamado Espíritu Olímpico pudiera verse poco reflejado en un país con un régimen político tan autoritario como es China.

El debate sobre la independencia del Tibet y las declaraciones de que China sólo desea organizar la Olimpiada para legitimar su dominio y poder en el mundo no hicieron más que incrementar la discusión y el descontento por parte de muchos colectivos.

Los continuos intentos de apagar la Llama Olímpica en su viaje alrededor del planeta y su apagado en París vinieron a confirmar que estos Juegos Olímpicos iban a dar mucho que hablar.

Se comenta que hoy en Pekín nos tienen preparada una ceremonia inaugural espectacular, llena de referencias a la cultura oriental y con un gran espectáculo pirotécnico (para eso fueron los chinos los que descubrieron la pólvora).

Aún recuerdo la ceremonia de hace 4 años en Atenas, donde todo miraba y hacía referencia a la vida y las costumbres mediterráneas, mientras sonaba el gran 'Pass the flame'...


Entonces, España logró 19 medallas (el segundo mejor dato de su historia), aunque sólo 3 fueron de oro para Gervasio Deferr en Gimnasia artística de salto, Iker Martínez y Xavier Fernández en vela y David Cal en Piragüismo C-1 (1000). Del resto de medallas 11 fueron de plata y 5 de bronce, logrando así la vigésima posición en el medallero (debida al bajo número de medallas de oro). Espero que en estos Juegos de Pekín, los españoles logremos un buen puñado de medallas.

La verdad es que Los Juegos Olímpicos siempre me han fascinado. Cómo se puede organizar un evento de tal magnitud del que va a estar pendiente todo un planeta y que tiene como base y preceptos básicos la deportividad y la unión de los pueblos, por encima de los problemas del mundo en que vivimos.

Es maravilloso que todo un planeta pueda dejar de lado sus diferencias durante poco más de dos semanas y sentirse menos europeos, africanos, americanos o asiáticos para ser simplemente Ciudadanos del Mundo.

Por eso siento mucho que las Olimpiadas de este año se hayan visto enturbiadas con tanto mal rollo y crispación. Puede que sea verdad y que China busque mostrar al mundo su poderío y su capacidad de organización. Por todos es sabido que el gigante asiático inició hace unos años su despertar y que su papel a nivel mundial será tremendamente relevante en un futuro próximo.

Pero me resisto a pensar que Los Juegos Olímpicos estén sirviendo para metas o fines tan viles. Seguramente me esté engañando a mí mismo, pero prefiero pensar que Las Olimpiadas siguen siendo una congregación transparente de naciones.

Me da igual si la Llama Olímpica se apagó, lo que quiero pensar es que el Espíritu Olímpico sigue vivo, aunque sea sólo una vez cada cuatro años.

OFF...

en desconexión... Más información sobre Los Juegos Olímpicos de Pekín 2008...