jueves, 30 de septiembre de 2010

EN TIERRA DE NADIE

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MPBlog: ‘Wake me up when September ends’ – Greenday.

Un año más, tal y como corresponde en el calendario, se ha acabado el verano.

Podría hacer la habitual reseña que dejara plasmadas mis sensaciones de los meses estivales, pero creo que no lo haré así esta vez. Este blog, como tantas otras cosas, necesita urgentemente un importante lavado de cara que espero empiece a hacerse efectivo dentro de muy poco.

Así es que tenía medio preparado el resumen final del año Erasmus pero creo que se va a quedar guardado en la bandeja de salida de forma indefinida. Mi memoria, acompañada por más de 8000 fotos y unas 20-30 horas de vídeo, creo que son más que suficientes como para recordar el que se ha convertido en el año más INTENSO de mi vida. Y digo esto, porque con el tiempo todo se idealiza, quedándonos con lo mejor y mirando hacia atrás con dulce nostalgia.

Pero lo que es cierto es que todo eso ya es parte del pasado, como también lo son las vacaciones en Austria y Portugal, el Camino de Santiago, las fiestas de San Mateo o el increíblemente gratificante (y reciente) viaje a Zaragoza.

Sé que me toca empezar un nuevo camino pero, por alguna extraña (o no tan extraña) razón, no acabo de hacerlo. Ayer se paralizó (resulta exagerada la palabra, pero vamos a dejarlo así) todo el país debido a la huelga general convocada por los sindicatos… y yo ni me enteré.

También fue ayer el día elegido por Telecinco para estrenar su nueva apuesta de ficción para la noche de los miércoles. Tierra de Lobos narra la historia de los hermanos Bravo, dos bandoleros que regresan a su pueblo para cambiar de vida y reclamar las tierras que habían pertenecido a su padre y que ahora controla el cabeza de la familia Lobo. Sin querer establecer juicios de valor prematuros hasta ver qué derroteros toma la serie, he de decir que el 15,6% de share obtenido es el justo valor que se merece. Y es que, si bien no me aburrió ni me decepcionó, tampoco puedo decir que me encandilara o captara mi atención de forma especial. El tiempo (y la audiencia) dirán si la serie protagonizada por Álex García y Junio Valverde se merece un hueco en la complicada y competitiva parrilla televisiva española.

Yo, mientras, he vuelto (casi sin quererlo) al lugar de partida… a ese umbral de la puerta, a ese punto de inflexión, a esa dimensión intermedia. Ahora es cuando me doy cuenta de cuán atrapado estoy en mi propio sueño, a la espera de que algo o alguien venga a despertarme de una forma tan potente que me permita abandonar esta tierra, que ya no es la tuya ni la mía… pues, con el paso del tiempo, se ha convertido en tierra de nadie.

OFF…

lunes, 20 de septiembre de 2010

EL PERRO DEL HORTELANO

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MPBlog: ‘El perro’ – Miguel Bosé.

Cuatro ha puesto el género del coach de moda. Después de Supernanny, Soy lo que como, SOS adolescentes y unos cuantos más programas similares en estructura y diferentes en temática, ahora también cosecha notable éxito Malas pulgas, un espacio en el que se enseña la forma de solucionar problemas habituales de los perros.

No me gustan demasiado los animales, pero tengo un perro. Lo correcto sería decir que lo tenía hasta hace poco, pero supongo que hay ciertas cosas que cuando se han tenido se tienen para siempre, aunque desaparezcan de nuestras vidas.

A mi perro, de todas formas, no le gustaba demasiado la tele. En realidad, a él le iba más la literatura. Nunca le he visto leer, pero sé que le encanta Lope de Vega (ahora que inunda las carteleras de las salas de cine). Lope escribió su famosa comedia palatina en 1618 y cuenta la historia de amor (si es que siempre es el mismo tema) entre Diana, la condesa de Belflor, y  su apuesto secretario, Teodoro. La pareja, tras muchos obstáculos derivados de la diferente posición social de ambos, logra unirse en matrimonio. Un final feliz que, poco o nada, tiene que ver con la historia que nos atañe.

La obra fue adaptada también al cine por la genial Pilar Miró, con la actuación de actores de la talla de Emma Suárez, Ana Duato o Carmelo Gómez y llegando a ganar la nada despreciable cantidad de siete Goyas en 1997.

A mi perro le encantaba ser el perro del hortelano. Sí, el mismo, el que ni come ni deja comer. El conocido refrán tiene una explicación tan sencilla y tan gráfica, que ha sido desde siempre uno de mis favoritos: los perros, que (para quien no lo sepa) no son vegetarianos, nunca se comerían los productos cultivados en una huerta pero, como guardianes, sí evitan que otros animales que sí son vegetarianos, entren a comérselos. Así que en ello emplean su tiempo, en no hacer ni dejar hacer.

Adoraba a mi perro. Aunque no me gusten demasiado los animales, he de admitir que se les termina cogiendo cariño en cierta manera. No hablaba, me sacaba de quicio con sus manías y lo que era peor, no sabía querer. Si bien de cachorro era tierno y adorable, no fueron pocos los que comentaron cuánto había cambiado últimamente. Se volvió solitario, egoísta, desconfiado, arisco, oscuro… No quedaba nada de ese brillo en sus ojos que me había cautivado más la razón que el corazón.

Así es como dejó de ser el mejor amigo del hombre y, aunque una parte de mí guardaba la ilusión de que volviese a cambiar en algún momento, sabía que iba a ser complicado o, si me apuráis, imposible. Y como no me gustan demasiado los animales (creo que esto ya lo dije antes, ¿no?) y no estaba dispuesto a dejarme herir de continuo por sus mordeduras, probé en abandonarlo un par de veces. Pero como en el fondo no estoy hecho de una pasta tan cruel como pueda parecer a simple vista, cada vez que volvía a picar a la puerta de casa, no podía evitar dejarle entrar para darle esa nueva oportunidad que nunca doy y que siempre hay que dar.

Ahora bien, las últimas semanas se convirtieron en una situación insostenible que anunciaba el amargo final. Si bien no me comporté con él como hubiera debido (donde quiera que esté, cielo o infierno, puede tomarse esto como un reconocimiento de mis propios fallos), lo cierto es que él tampoco dudó en incidir, sin el más mínimo de los escrúpulos, en una herida que seguía abierta.

Harto de aguantar a la fiera, le grité y le devolví todo el dolor que me había provocado. Al final no fui yo el que le abandoné a él, sino que fue él el que decidió irse por su propia voluntad. Lo último que escuché de él fue un ladrido atroz y lo último que vi, una mirada de odio. Entendiendo que se trataba de una despedida, le di la caricia que nunca le había dado.

¿Y ahora? Pues pensé que sentiría un cierto vacío existencial. Al fin y al cabo, había ocupado un cierto hueco en mi vida, pero en realidad lo que siento es una tranquilidad enorme, como el que se libera de ese lastre que tanto le pesaba arrastrar por el camino.

Así que, aunque le deseo lo mejor y espero que, tarde o temprano, volvamos a encontrarnos, creo que él ha de buscar antes su sitio en este mundo, un mundo en el que no alcanza la meta el más rápido sino el que mejor mantiene el paso firme y constante. Yo, de momento, lo tengo claro… muerto el perro se acabó la rabia.

OFF…

lunes, 13 de septiembre de 2010

EL REY DE LAS PLATAFORMAS

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MPBLog: ‘Super Mario orquestado’

Aunque su primera aparición ocurriría años antes (concretamente en 1982) en un enfrentamiento contra el, por entonces, malvado gorila Donkey Kong, lo cierto es que sería un 13 de septiembre de 1985 cuando Mario protagonizara su primera gran aventura, el archiconocido Super Mario Bros.

Desde entonces han pasado 25 exitosos años y, con más de 200 videojuegos a sus espaldas y 200 millones de unidades vendidas, el famoso fontanero es una de las figuras virtuales más emblemáticas del mundo, superando en popularidad incluso al ratón y mascota de Disney, Mickey Mouse.

Sus numerosos saltos de cabeza contra ladrillos que esconden monedas, su consumo de setas para hacerse más grande (muchos ven en esto mensajes subliminales por parte de Nintendo) o su empeño en salvar una y otra vez a la princesa Peach de las garras de Bowser, han hecho de Mario ese héroe de andar por casa carismático e intemporal.

Satisfecho puede estar su creador, Shigeru Miyamoto, toda una institución en el mundo de los videojuegos y artífice también de personajes y juegos como Link (de la saga The Legend of Zelda), Nintendogs o Pikmin.

Desde ese Super Mario Bros en solitario hasta el reciente Super Mario Galaxy 2 acompañado por su hermano Luigi y su mascota, el dinosaurio Yoshi; desde los juegos pixelados en 2D hasta las nuevas gozadas visuales en 3D, lo cierto es que Mario forma parte de la vida de toda una generación que todavía nos sorprendemos de vez en cuando tarareando su sintonía original.

Felicidades Mario… y enhorabuena por seguir en tan buena forma después de todos estos años. Eres el indiscutible rey de las plataformas y espero que lo sigas siendo por mucho tiempo. A millones de fans nos seguirás sorprendiendo y haciéndonoslo pasar genial, recordando con cada nueva joya salida del taller de Nintendo el día en que aún éramos niños y nos presentaron en el viejo y extinto televisor de rayos catódicos.

Nos seguiremos viendo por el reino Champiñón… o por donde quiera que sean tus próximas aventuras.

OFF…