DOMINGO 29-Junio
23.46h. Son casi las 12 de la noche y, aunque esta entrada no verá la luz hasta mañana, no puedo evitar plasmar la emoción del momento.
Porque mañana, cuando termine de dar mis impresiones acerca de la final de la Eurocopa entre las selecciones alemana y española, lo haré seguramente desde una perspectiva serena y meditada, pero lo que uno siente en el momento o lo manifiesta instantáneamente o termina perdiéndose en el tiempo.
Y es que puede que no sea un gran futbolero (como ahora mismo está diciendo Angels Barceló en el especial post-partido de Zona Cuatro) pero eso no tiene nada que ver con la ilusión de vivir cómo el equipo que representa a tu país logra alzarse con la victoria de un campeonato como la Eurocopa.
Quizás fueron muy pocos los que confiaban en los chicos el día 7 de junio cuando dio comienzo la Eurocopa, quizás muchos comentaban entre risas aquello de la 'maldición de cuartos' para así prepararnos para lo peor, pero ahora mismo ya no hay lugar para la duda o las conjeturas.
Ahora mismo España es la campeona de Europa.
El gol de Torres ha permitido que un inigualable Casillas levantase como capitán de la Selección la tan ansiada copa que no lográbamos desde 1964, que se dice pronto. Por aquel entonces, ni yo ni ninguno de ellos (salvo Luis Aragonés, claro está) existíamos.
0:11h. Los chicos salen del vestuario en pelotas derramando champán a todos los que encuentran a su paso. Estos jóvenes representan, si se me permite decirlo, a toda una generación. Una generación que sabe disfrutar, divertirse, aprovechar el momento, compartir penas y alegrías, que sabe lo que quiere y hace todo lo posible por conseguirlo.
Por mucho que se diga de la juventud de hoy en día, hay toda una generación que lucha para seguir soñando y que sueña para vivir. El esfuerzo, las ganas y la entrega siempre tienen su recompensa. Más tarde o más temprano, pero siempre llega. Y a estos chicos les ha llegado hoy (y, en cierto modo, a todos los que nos hemos sentido identificados con ellos esta noche).
0:26h. Llevo todo el día con una camiseta roja porque hoy he querido sentir los colores de mi selección de fútbol, porque aunque no sea defensor de los patriotismos, tengo que admitir que hoy me siento orgulloso de ser español. Enhorabuena España.
10:48h. Hoy todo el mundo comentará el partido y mañana y pasado... y dentro de un mes. Pero lo bueno de eventos como este es que dentro de 50 años se seguirá recordando ese 29 de junio en el que la selección española ganaba su segunda Eurocopa, un día en el que todo un país se unió por un mismo deseo, por una misma ilusión.
Hoy todos formamos parte de esa marea roja y dentro de esos 50 años (y si el destino me lo permite) podré decir aquello de:
Yo viví ese partido y, lo creas o no, fue algo mágico.
OFF...
