miércoles, 31 de marzo de 2010

IN EINEM MÄRZ AUF ERASMUS...


...habe ich geputzt, gekocht und gewäscht.

... war ich mit meinen Klausuren fertig.

... haben wir die erste Grillen im Campus vorbereitet.

... hat es wieder viel geschneit.

... haben wir ein toller Geburstag mit Mehl und 'yo no pincho' gefeiern.

... habe ich endlich meine Gefühle geklärt.

... habe ich eine Prüfung in einem 'recycled-Sofa' gemacht.

... habe ich endlich mit den Tabletten auf die Schnee in Allmandrig gespielt.

... habe ich mit einem Professor besprochen.

... habe ich mit meinem Reset angefangen.

... hatten wir ein verrückte Party-Nacht in Tübingen.

... hatten wir die Abschied von unserem lieblingsten vallisoletano, trotz der Enttäuschung.

 ... habe ich das Ende von 'GH: el reencuentro' gesehen.

... habe ich mehr Freiheit erreicht.

... habe ich nach Nordost-Deutschland gefahren.

... hatte ich eine neue, nette und tolle Nachbarin.

... habe ich ein Paar Biere getrunken.

Worum kann ich mehr bitten?

lunes, 22 de marzo de 2010

JYSH - VIAJES QUE LO CAMBIAN TODO... (T2, C4)

ON...

MPBlog: 'wake me up before you gogo'.

Nunca habría pensado que estos cinco días me dejarían tantas veces sin nada que decir.

Aún recuerdo con todo detalle la road trip que hicimos Jose, Nando y yo hace aproximadamente un año. Lo de esta semana ha elevado la experiencia a la enésima potencia.

Saltándome la parte de que casi pierdo el avión en mis propias narices y me quedo en tierra como un pringao, lo cierto es que logré llegar a Barcelona sin más incidencias. Al mismo aeropuerto del Prat me fueron a recoger Olaya y Dani. Verle la jeta a este tío me produce ardores y ganas de potar, pero he de decir que le noté asombrosamente cordial.

Ya antes de llegar a casa, Olaya me sacó un montón de papeles con la planificación de toda la semana. El miércoles no nos cundió demasiado, pues entre dejar la mochila, comer algo y demás, se nos pasó media tarde y, por nada del mundo, queríamos perdernos el encuentro de Champions. Por eso decidimos tomar algo en un bareto cerca del Camp Nou y empezar a sentir el ambiente previo al encuentro. Puntuales a la cita, entramos al campo y allí vibramos como nunca. Esos 4 golazos que el BarÇa le metió al  modesto (por llamarlo de alguna manera) Vfb y el partidazo que nos brindó Messi hicieron, por sí solo, que el viaje ya mereciera la pena. No me podía imaginar la que se me vendría encima.

Aunque Blanca había insistido en llevarme de fiesta esa noche, lo cierto es que el cansancio pudo conmigo y, aunque había mucho que celebrar después del partido, Olaya, Dani y yo nos volvimos para casa directamente. Si tengo que decir la verdad, me abrumaba un poco el hecho de conocerla por fin en persona y quise demorarlo unas horas más.

El jueves Olaya se marchó a trabajar al hospital temprano, así que, sin pensármelo dos veces y antes de que me volviera a dar el cague, aproveché para quedar con Blanca. No voy a olvidar ese momento en la vida. Ya desde la lejanía la vi esperándome en el Zurich de la plaÇa Catalunya. Me acerqué con cuidado por detrás y le tapé los ojos. Se asustó. Y yo le dije: tranquila, no conoces mi voz, pero confía en mí.

- ¿Jorge? .- dijo ella tímidamente.
- El mismo .- le contesté mientras apartaba las manos de su cara, descubriendo unos ojos claros y apacibles... 

La había visto en mil fotos, pero ninguna le hacía justicia. El aura que despide Blanca es, simplemente, asombrosa. Es de esas personas que aún no están quemadas por el paso del tiempo y cuya amplia y dulce sonrisa deja ver que su alma está en paz consigo misma.

Al tiempo que se le encendían los colores yo traté de liberar la tensión del momento hablándole del buen resultado obtenido por el BarÇa la noche anterior. Si es que no aprendo. Primer tema de conversación y le saco el fútbol. Ella se rió y me siguió el juego. Ahí fue cuando me puse rojo yo, así que, en igualdad de condiciones y una vez roto el hielo, todo comenzó a ir sobre ruedas.

Me llevó a ver un montón de sitios que yo sólo conocía en foto o por la televisión, disfrutando del ambiente cosmopolita y moderno que se respira hoy en día en Barcelona. Yo iba a ir a cenar con Olaya y Dani, así que después de llevar unas diez horas juntos me atreví a decirle si quería quedar para salir el viernes por la noche. Su respuesta fue un sí tan natural que cualquiera diría que llevábamos filtreando todo el día. El brillo de sus ojos acabó por delatarla.

El viernes fue el día escogido por Olaya para estar juntos, pero las cosas no salieron como estaban planeadas. Al final no pudo cogerse el día libre y no pudimos hacer la excursión planeada hasta la tarde. Olaya me llevó en coche al que ella considera uno de sus rincones favoritos de la ciudad: Montjuic. Por fin, después de tanto tiempo, ella y yo solos. Ni siquiera en Navidad habíamos logrado estar solos más allá de unos minutos. Llevábamos sin hablar, cara a cara, desde mi espantada a Brasil. Y se dice pronto. A veces el silencio y la separación hacen mella en las personas y en los lazos que establecemos. La Olaya que se encontraba frente a mí en esos momentos no era mi Olaya, sino que podría decir que se trataba de una  perfecta desconocida. Sí, hemos mantenido el contacto, nos hemos seguido contando casi todo, pero no sé, tuve la sensación de que era otra persona.

- Jorge, sabes que te he traído aquí por algo.
- Sí, supongo. Tú siempre buscas el lugar y el momento oportuno para decir las cosas. Siempre te ha gustado hacer de tu vida una serie americana con banda sonora incluida. Y las fuentes y luces que nos rodean ya veo que ayudan a ponerse en situación.
- Ya, bueno, verás... no quiero que pienses que el regalo de la entrada del partido ha sido sólo para decirte esto, pero lo cierto es que necesitaba una excusa para traerte aquí. El verano pasado me prometí a mí misma que jamás te volvería a enviar un mail para decirte algo importante y lo que tengo que decirte lo es.
- Vaya, pues suéltalo. Soy yo, tu Jorge, ¿recuerdas?
- Precisamente porque eres mi Jorge quiero que seas el primero en recibir esto de mis manos.

Olaya buscó con nerviosismo en su bolso y sacó un sobre.

- ¿Otro sobre más? ¿No será una entrada para el partido de cuartos?
- Anda, no seas bobo. Ábrelo.

El sobre contenía una tarjeta blanca. Mis peores presentimientos se hicieron realidad al abrirla. Sábado, 3 de julio de 2010... Olaya ya tenía su fecha de boda. La idea de casarse dejó de ser en ese momento algo etéreo para convertirse en algo real, concreto y plausible. El mundo se me vino de nuevo encima. Igual que hace 8 meses. No pude contener a la fiera que llevo dentro y ardí por dentro. ¿Acaso para eso me había invitado a ir a Barcelona? ¿Tanta parafernalia para soltarme esto así, de repente? ¿Qué estaba pretendiendo hacerme ver o echarme en cara? Toda mi confianza en Olaya se tambaleó por momentos.Y cuando estaba a punto de tirar la invitación de bodas al suelo, levantarme, coger mis cosas e irme vete a saber dónde, vi que una lágrima recorría la mejilla de mi amiga.

- Pensé que te haría ilusión ser el primero en saberlo.

El corazón me dio un vuelco. Sabía que si me marchaba en ese momento perdería a Olaya de nuevo y que esta vez podría ser para siempre. Y, si algo tengo claro, es que no quiero que eso ocurra nunca, por lo que calmé mis nervios, me acerqué a ella y le di un abrazo. Olaya estuvo llorando un buen rato sobre mis hombros. Yo sólo pensaba en Blanca...

(Continuará...)

OFF...

martes, 16 de marzo de 2010

DESINTOXICADO POR LUCIERNAGAS

MPBlog: 'Fireflies' - Owl City.

Silencio...
¿Ois ese zumbido?

Así es como suena una luciérnaga al quemarse.

Por fin. Era la última. Ya no quedan más.

Ha sido un duro trabajo, pero de los diez millones de luciérnagas sólo ha quedado un puñado de cenizas. Parece mentira. Hace tan sólo unas horas tan brillante y ahora la penumbra más absoluta. Quizás mejor así. Reconozco que las luciérnagas habían dejado de iluminarme hacía unos días. Ahora sólo me cegaban sus destellos y me impedían ver con claridad. Era necesario este sacrificio.

Fue todo tan casual... Me las encontré hace un par de meses. Quizás fuese el primer fin de semana del año. No lo recuerdo del todo bien. Llevaba días caminando aturdido y ya se había hecho noche cerrada. Me sentía totalmente descolocado y perdido y, cuando las fuerzas ya flaqueban, vi por primera vez ese halo de luz. Ahí estaban, hechas una maraña confusa y solitaria, diez millones de luciérnagas. Me parecieron algo maravilloso. Yacían sobre una roca, de espaldas a mí. Me acerqué a tocarlas pero ellas, asustadas, se replegaron. Volví a intentarlo y me sorprendió ver cómo se empezaron a acercar una tras otra. Casi sin darme cuenta, me vi rodeado por ellas, como envuelto en un manto de luz del que no quería salir. Me devolvieron la luz que había perdido y la noche se convirtió en día.

Desde entonces, no hubo noche que no fuera a visitarlas. Bailábamos juntos. Ellas y yo. Al mismo son tranquilo y desenfadado. Había sintonía. Empecé a hablarlas tímidamente. Me pareció extraño al principio. Quizás me estaba volviendo loco. Pero fue increíble. Ellas me entendían mucho mejor de lo que yo jamás habría imaginado. Yo les hablaba con palabras... ellas con símbolos y gestos. Todo aquéllo resultaba una locura. Pero era una locura hermosa. De ésas que merece la pena vivir. Aunque sepas que durará poco.

Y tan poco que duró. Fui a su encuentro una noche más y desde la lejanía las observé muy alborotadas. Había alguien con ellas. No podía ser. Ellas no bailaban con cualquiera. O eso me habían dicho. Me dio tanta rabia que me acerqué gritando y dando manotazos al aire. Quería apartarlas de quien quiera que fuese el intruso. Me creí dueño de diez millones de luciérnagas. ¡Iluso de mí! Ellas son libres y sin ataduras. Viven de aqui para allá revoloteando todo el día, dejándose llevar por impulsos. Así es como se sienten bien. No salen de su pantano, aunque se mueran de ganas por descubrir otros lugares. En su burbuja están seguras al fin y al cabo. Y con eso se conforman.

Cuando logré dispersarlas me eché las manos a la cabeza. Allí no había nadie como yo había pensao. Si las luciérnagas se encontraban nerviosas aquella noche era porque el tiempo amenazaba tormenta y no sabían dónde encontrar refugio. Pero mi impaciencia y mi inseguridad ya no tenían vuelta atrás. Yo, como tonto, me había ilusionado con diez millones de luciérnagas. Ellas, indecisas, sólo acudían a un ritual cada noche. Y, por mucho que yo les quisiera explicar ahora, no había en ellas racionalidad ni pasión humana. Como la primera noche cuando me acerqué a tocarlas, volvían a sentir miedo hacia mí. Ya no revoloteaban a mi alrededor con la misma gracia y naturalidad. Yo sólo quería conocerlas...

Comenzaron a caer las primeras gotas de lluvia. Ellas, sin intenciones de luchar contra su fatal destino, se depositaron sobre la misma roca en la que las conocí. Empezaron a dejar de brillar como solían hacerlo y yo... yo no podía verlas agonizar así. No me lo pensé dos veces y, aun a sabiendas de lo que ocurriría,  me armé de valor y lo hice. Encendí una hoguera antes de que llegara la tormenta. La mayoría de las luciérnagas, atraídas por la llama, se fueron acercando lentamente. No podían resistirse al fulgor que despedía la hoguera. Tan pronto entraban en contacto con el fuego, saltaba una última chispa y se precipitaban al suelo calcinadas. Así una a una. Se han ido las luciérnagas... y con ellas la ilusión. Ha sido un espectáculo maravilloso. Triste pero maravilloso.

La oscuridad ha vuelto una vez más y los truenos retumban en el cielo al tiempo que la lluvia descarga sobre mi cabeza. Miro a los restos de la fogata y sólo me queda un último pensamiento. Sé que algún día, de esas cenizas volverán a surgir luciérnagas, de la misma forma a como renace el Ave Fénix. Diez millones de luciérnagas despertarán de su letargo y brillarán con tanta intensidad, que competirán con el sol por ver quién despide más luz.

Así que no importa si hoy me he tenido que despedir de mis luciérnagas, porque ellas me han hecho olvidar por qué llegué descolocado y perdido a este pantano. ¿Quién me iba a decir a mí que ellas tendrían el elixir  que habría de curarme? Ahora sólo recuerdo nuestras conversaciones imposibles, que me animan a seguir buscando la luz que ellas no pudieron mantener. Y sí, lo veo claro, cuando pase la tormenta,  estoy convencido de que vendrá la calma. Así es que no me cabe ninguna duda... realmente mereció la pena volar junto a ellas.

domingo, 14 de marzo de 2010

NO HAY MEDALLAS QUE COLGARSE

ON...

MPBlog: 'Bang the drum' - Bryan Adams & Nelly Furtado.

Las personas tendemos a alardear de nuestros méritos. Es una forma de destacar, llamar la atención, sentirnos valorados. O, al menos, eso es lo que nos han enseñado desde pequeños.

Ninguno de los 18 atletas españoles ha logrado medalla en los juegos olímpicos de invierno de Vancouver 2010, celebrados del  12 al 28 del pasado mes de febrero. Han sido la anfitriona Canadá, Alemania y EEUU los países mejor parados en esta ocasión.

¿Decepción? quizás.
¿Esperado? quizás también.

Las Olimpiadas siempre han sido, de todos modos, un símbolo de ilusión, deportividad y unión. Todos los deportistas que viajaron a Vancouver soñaron algún día con subirse al pódio y llegar a lucir una de esas medallas que te elevan al olimpo de los campeones. Sin embargo, son pocos los elegidos y muchos los que se quedan por el camino.

El esfuerzo, las ganas, la intención... a veces no sirve sólo con eso.

En el mundo del deporte, como en prácticamente todos los ámbitos de la vida humana, hay obstáculos que pueden llegar a ser imposibles de superar. La competencia también es dura y, por muy sana que sea, no deja de ser competencia. Luchar por un objetivo es el mejor clavo al que uno puede aferrarse, pero los sueños muchas veces se quedan sólo en eso... en sueños.

Algunos dicen que tirar la toalla es de cobardes. Otros que una retirada a tiempo es una victoria.

Ganar y perder. Son esos dos conceptos los que nos obsesionan y condicionan tantas veces nuestras decisiones.

Tenemos tanto miedo a la derrota que preferimos quedarnos sentados a esperar.

Hace ya tiempo que me negué a ser un deportista de banquillo. Yo también quiero celebrar los éxitos y llorar los fracasos.

Sólo así sé que aunque no haya medallas que colgarse, la experiencia habrá merecido la pena. Me podrán llamar de todo, pero nunca podrán decir que fui un cagón.

OFF...

en desconexión... ¡¡Con esta entrada se superan las 4000 visitas únicas!!

jueves, 11 de marzo de 2010

JYSH - HOY NO ES UN DÍA CUALQUIERA (T2, C3)

ON...


En cuanto se lo dije a Blanca, se puso contentísima. Queda menos de una semana para mi visita a la ciudad Condal y cada día estoy más exaltado. Mientras me contaba la pedazo de nevada que ha caído en Barcelona  esta semana se lo solté de golpe. Al principio pensó que la estaba tomando el pelo, pero luego ya logré convencerla de que no la estaba mintiendo.

He tenido que prepararlo todo bastante deprisa. Cuando en el curro he puesto cara de bueno para pedirme tres días libres me han mirado con cara de perros... La verdad es que sólo llevo trabajando allí dos meses. No sé ni cómo le he podido echar tanto morro. Pero bueno, asuntos familiares que se suele decir en estos casos, ¿no?

Blanca me ha prometido que me enseñará toda la ciudad de forma express, aunque a lo tonto me pasaré allí  casi cinco días. No se podía ni creer que nunca haya estado en Barcelona, pero es que quitando mi espantada a Brasil y medio año que pasé de Erasmus al sur de Francia... lo cierto es que no he viajado mucho más. Ella no irá al partido, porque no le gusta mucho el fútbol, pero me ha dicho que después me llevará a las mejores discotecas y bares de la ciudad. Hasta me ha ofrecido su casa para quedarme a dormir, pero ya le he dicho que no se preocupe, que en el piso de Olaya hay sitio de sobra, aunque me toque compartir techo con el gilipollas de Dani.

Mis colegas no han parado de calentarme la cabeza estos días. Que si tú a esta tía le molas, que si me la tengo que trincar, que si blanco y en botella,... pero yo creo que exageran. Es una niña y lo único que tiene es la emoción de conocer a alguien con el que llevas hablando casi a diario durante más de medio año. Nada más. ¡Si yo también estoy emocionado!

La que me preocupa un poco es Olaya. Hemos estado hablando por teléfono estos días y la he notado algo rara. No estoy seguro de qué podrá ser. Tampoco la he querido preguntar mucho, aunque creo que es cuestión de la semana en la que estamos. Olaya lleva muy dentro de sí el día de hoy desde hace seis años. Para ella, el 11M fue algo más que un día trágico para España en particular y para el mundo en general. Hoy el 11M vuelve a caer en jueves. Igual que lo fue en 2004. No sólo 192 personas dejaron huérfanas a otras tantas familias de manera totalmente injusta, sino que Olaya despertó al mundo  aquel día de una forma brusca y cruel. O al menos eso es lo que siempre dice. Creo que su juramento de no olvidar lo ocurrido ese día sigue firme tras estos seis años. Esa sensibilidad especial es una de esas tantas cosas que la hacen  grande. Pero bueno, al fin y al cabo la veré la próxima semana y ya podremos hablar con calma, sea de esto o de lo que sea.Y como sé que leerás esto y que te gusta esta canción, aquí te la dejo ; )


Sin querer ser demasiado frívolo y volviendo al tema deportivo... la verdad que estoy encantado. La eliminación de anoche del Madrid frente al Lyon  sólo hace que alimentar mis ganas de ver en directo cómo el BarÇa pasa a cuartos. O eso, o el Stuttgart pegará el campanazo de su historia. Pero vamos, que lo llevan crudo los teutones.

Y mientras espero que llegue el miércoles, se presenta un finde la verdad que bastante tranquilo. Iba a quedar a tomar algo con Claudia, que me había dicho si nos veíamos y hablábamos, pero creo que al final se va  este fin de semana al pueblo a ver a sus padres. La verdad es que mejor así, porque cada vez que nos vemos acabamos o enfadados o enrollados. Y no quiero ni una cosa ni la otra. Creo que lo mejor es que estemos un tiempo un poco al margen el uno del otro. Quizás así se cierren las heridas que aún quedan abiertas. No es fácil querer y odiar a una persona al mismo tiempo. Nada fácil. Pero los sentimientos no se controlan o, al menos, no deberían controlarse.

Ahora mismo lo único que me apetece es pensar poco y dejarme llevar, así que eso es justamente lo  que estoy haciendo. Que ya iba siendo hora de tomarme un respiro.
OFF...

miércoles, 3 de marzo de 2010

TENER 20 AÑOS (SEGUNDA PARTE)

ON...

MPBlog: 'Somos jóvenes' - Dúo Dinámico.

Se calló el último grano de arena. El tiempo no da para más. Fin de la reflexión.

Ha sido más de un mes dedicado a tratar de dar respuesta a una pregunta aparentemente sencilla, pero que no lo ha sido tanto. ¿A qué conclusión habéis llegado? ¿Son mucho o poco 20 años?

Telecinco, cadena comercial líder en España, cumple hoy dos gloriosas décadas. La que empezó siendo una cadena liberal, atrevida y volcada en el entretenimiento es hoy la más querida por muchos y la más odiada por muchos otros también.

Telecirco o la cadena de Berlusconi, como algunos la llaman, llegó directamente de Italia para hacer historia en España. En sus inicios disfrutamos de algunos programas tan emblemáticos como Humor Amarillo, Las Mama Chicho, Twin Peaks, Veredicto, La media naranja o Sensación de Vivir.

El Telecupón con Carmen Sevilla y Agustín Bravo, la Ruleta de la Fortuna (que tanto éxito cosecha ahora en Antena 3), el siempre polémico Pepe Navarro en Esta noche cruzamos el Mississipi, Wyoming y su tropa del Caiga Quie Caiga, los Expediente X de Mulder y Scully, ¡Qué me dices! o Ally McBeal.

La época de las grandes series de producción propia será recordada en Telecinco gracias a Periodistas, Médico de Familia, Hermanas, Al salir de clase, Siete Vidas, las no tan lejanas El Comisario o Los Serrano y la 'eterna' Hospital Central.

Apostar por nuevos formatos llevó a la cadena de Fuencarral a liderar durante 5 años, siendo la única cadena capaz de superar al ente público. Y todo ello gracias al ácido Aquí hay tomate, el incatalogable A tu lado de Emma García, el Día a día con María Teresa Campos, la Fórmula 1 y los triunfos de Fernando Alonso, el boom televisivo que supuso y supone Gran Hermano, las curiosas Crónicas Marcianas de Sardá y los realities del polifacético Jesús Vázquez: Supervivientes u Operación Triunfo.

Actualmente son el programa de Ana Rosa Quintana, Mujeres y Hombres y viceversa, el revulsivo Sálvame con Jorge Javier Vázquez y Christian Gálvez en Pasapalabra sus pilares en la programación diaria. Pero no menos alegrías le han dado a Telecinco con el paso de los años los forenses de CSI, los controvertidos Salsa Rosa (con el insípido Santi Acosta) y La Noria (que actualmente presenta Jordi González), la comedia de barrio Aida, las tramas de Sin tetas no hay paraiso, el juego de las cajas Allá tú, Sobera con su 50X15, El informal de Javier Capitán y Florentino Fernández, el serial Yo soy Bea, Camera Café o las Escenas de Matrimonio de Jose Luis Moreno.

Según todo esto... sí que dan de sí 20 años, ¿no?

Y es que, como todo, el tiempo es mucho o poco según se mire. Mismamente este 'mes de reflexión'. ¿Quién me habría dicho que pasarían tantas y tantas cosas en este breve periodo de tiempo? Durante poco más de 40 días he cambiado de opinión varias veces al respecto de la cuestión que yo mismo me planteaba. Derechos, reveses... todo hace que nos planteemos y replanteemos las cosas continuamente hasta llegar a tomar una decisión en firme. Y que lo terminemos haciendo ni siquiera nos asegura que sea la opción correcta.

Las cosas cambian, el tiempo pasa y la vida continúa con su ritmo constante pero imparable. 20 años son muchos (incluso demasiados) años para algunas cosas: para esperar, para aceptar, para llegar a querer, para descubrir, para madurar, para apostar, para comenzar... y, sin embargo, son apenas nada para muchas otras como para satisfacer, para cubrir, para olvidar, para rendirse, para triunfar, para atreverse, para hartarse, para conformarse,...

El otro día apunté una frase que una madre le decía a su hija: 'Tienes toda la vida por delante para ser mayor. No hace falta que te des prisa'. Los que ya hemos pasado los 20 sabemos lo que esto significa de una u otra forma. Es esa edad mágica, esa barrera psicológica que todo lo cambia. A partir de entonces el tiempo corre más deprisa, las preocupaciones empiezan a ser realmente tales y nosotros, sin embargo, seguimos siendo críos que nos creemos comer el mundo, cuando es este el que nos engulle sin compasión alguna. 

Quien crea que lo ha visto, oido, hecho, logrado, probado todo con 20 años o está equivocado o le compadezco. Esa edad debería ser sólo el punto de partida, el comienzo de todo. Por mucho que muchos se empeñen en adelantarlo. Nadie se conoce lo suficiente a los 20, nadie sabe lo que quiere a los 20, nadie puede decidir y, mucho menos, hacer un proyecto de futuro a los 20. Es sólo la edad del despertar, de equivocarse, de buscarse y encontrarse, de experimentar, de ilusionarse, de cometer locuras y de luchar.

20 años no son nada y lo son todo. Los que los tengan que los disfruten porque no vuelven jamás y los que ya los hayan pasado, que echen la vista atrás y recapaciten sobre quiénes eran entonces y quiénes son ahora y si los sueños, ilusiones, creencias, promesas o expectativas que entonces se fijaron son las que realmente se han cumplido con el paso de los años. Sólo así, quizás podamos entender la verdadera magnitud de los 20 años. Sólo así, cuando seamos 20 años mayores, podamos evitar decir aquello tan recurrido de... ¡Vaya como están los jóvenes de hoy en día!

OFF...

lunes, 1 de marzo de 2010

JYSH - CUANDO SE DEJA DE SER JOVEN (T2, C2)

ON...


Es absurdo. Darme cuenta de que soy un año más viejo no me ayuda en absoluto. Este año, si no me fallan las cuentas, ya me caen los 26. Oficialmente YA he dejado de ser joven.

Justo hace un año que empezaba a escribir en este blog, con una excusa tan tonta como la del cuarto de siglo. Un año, casi nada... estaréis conmigo en que da mucho de sí.

Cuando me he levantado esta mañana y me he mirado al espejo sólo he visto a un tío con menos pelo que hace 365 días. Agradezco a mi metabolismo que aún me permita comer y beber lo que quiera sin que se vea reflejado en una hermosa y redonda barriga. Supongo que el gimnasio también ayuda. A partir de ahí todo ha sucedido muy deprisa. La verdad es que sólo el SMS de Olaya en el móvil despertó por la mañana mi ilusión por cumplir años:

Muxas felicidads Jorge!! jeje. Pasa 1buen dia y atnto al correo. T llamo x la tard. un bsin.

Me duché, desayuné, me vestí a toda ostia y me fui a trabajar, que ya llegaba tarde, como de costumbre.

Encendí el ordenador y mientras abría el correo me llegó otro mensaje:

Jorgito!! felices 26! crves n tu ksa st tard? t paso a buskr x l curro a ls 6. xao!

Jose es de los litúrgicos que consideran que el día del cumpleaños es sagrado. O se celebra ese día o no se celebra, así que acostumbrado a mí, que reniego siempre de estas fechas especiales, se preocupa de que hagamos algo completamente normal pero con un toque especial.  Por su parte, Nando es todo lo contrario. Si se acuerda de felicitarme ya es todo un logro por su parte.

De todas formas, bien sabéis que hoy no es estrictamente mi cumpleaños, así que no sé por qué tanta tontería. ¿No odiáis recibir tropecientos mensajes, privados o llamadas diciéndote siempre lo mismo? Las mismas frases hechas y los mismos cumplidos,...  y, más aún, porque desde que existen las redes sociales ya nadie se preocupa ni de apuntar la fecha en el calendario ni de gastarse los 15 céntimos que cuesta un mensaje. Así somos...

Me puse a currar un poquillo y, antes de que pudiera tan siquiera concentrarme me asaltó una ventana emergente del messenger:
Hola Jordi... Moltes felicitats!

Y no, no tratéis de adivinar su identidad, porque no era nadie en quien podáis estar pensando. Pero tanquil@s que os explico todo un poco.

Resulta que durante mi estancia en Brasil pasaron muchas cosas. La falta de sexo, el aburrimiento y el aislamiento de la gente de siempre me llevaron a prácticas que siempre había rechazado y criticado. Yo nunca había entrado en un chat, pero aún recuerdo aquella noche en que sin poder siquiera pegar ojo decidí meterme en la primera página que me mostrara google.

Así fue como conocí a luna_20, de nombre real Blanca, 20 años y natural de Almacelles (Lleida). Como quien no quiere la cosa comenzamos una relación poco usual. Yo nunca imaginé que podría confiar tanto y tan pronto en alguien que conociera de forma virtual, pero ya véis, no se puede escupir p'arriba.

Desde entonces (y de eso hace ya 6 meses), hablamos prácticamente cada día. No nos mentimos, nos sentimos cómodos y nos relatamos nuestros pequeños o grandes quebraderos de cabeza. Blanca estudia sociología en Barcelona y, aunque suene a topicazo, es una niña muy madura para su edad.

Ahora Blanca ya es una amiga. Gracias precisamente a las redes sociales a las que arriba critico, no sólo la conozco a ella físicamente, sino que también conozco a sus amigos, su familia, sus ligues y borracheras... A lo tonto, he compartido con ella estos meses mucho más que con cualquier otra persona. No quiero decir con esto que Blanca vaya a sustituir a nadie y mucho menos a Olaya, pero sí que puedo decir que he conocido a una persona verdaderamente interesante. ¡Quién me lo iba a decir!

Lo cierto es que la jornada de trabajo se me hizo mucho más corta y menos dura gracias a nuestra conversación y, casi sin darme cuenta, llegó la hora de echar el cierre:

T toy sprando abajo n l coxe. No tards.

Ya me había olvidado de las birras con Jose, así que a toda prisa de nuevo (últimamente todo lo hago así) recogí las cosas del despacho y me marché a disfrutar de la tarde con mi amigo.

Al entrar en el portal de casa vi sobresalir un papel en el buzón. En ese momento recordé el mensaje de Olaya y se me puso un nudo en el estómago. Giré la llave con cuidado mientras Jose subía la compra en el ascensor y saqué el sobre abultado con cuidado. No me pude esperar y lo abrí sin pensármelo dos veces. Dentro, dos papeles. Saqué el primero y leí en silencio:

Para que sigamos compartiendo momentos.

Sin entender demasiado saqué el otro papel del sobre... Una entrada para el partido de vuelta de los octavos de Champions, BarÇa - Stuttgart. Me quedé sin palabras. ¿Yo? ¿En Barcelona? ¿a ver un partido de Champions? ¿en menos de dos semanas y después del empate a 1 de la semana pasada? ¡Qué locura! y al mismo tiempo ¡qué ilusión!

De repente, alguien más se me vino a la cabeza... Blanca. El destino ha sido caprichoso. Sin haberlo planeado por fin voy a poder conocerla. Después de todos estos meses y todas nuestras confidencias... Olaya ha dado en el clavo una vez más. Este es, sin duda, el regalo perfecto. Ha logrado que mis 26 se hayan convertido en algo inolvidable, en contra de lo que pensaba esta mañana cuando sonó el despertador.

Pero ahí no se quedó la cosa. Subí las escaleras con una sonrisa de lado a lado y piqué al timbre. Pensé que me recibiría Jose, pero no fue así. Un estruendoso ¡FELICIDADES! salió del interior de mi casa. Todos mis amigos estaban allí. Bueno, todos no. Faltaba Olaya. Y Claudia . Y Blanca... pero sin poder quitarme la sonrisa de tonto disfruté de la primera fiesta sorpresa de cumpleaños de mi vida.

26 velas adornaban la tarta que había sobre la mesa y mientras todos cantaban, aplaudían y vitoreaban me concentré en un deseo muy fuerte. Al soplarlas supe que este momento cambiaría, una vez más, el rumbo de mi vida.

OFF...