lunes, 24 de septiembre de 2012

JYSH – REGRESO AL PARAISO (T4, C10 - Season finale)

ON...

MPBlog: wake me up before you gogo

El intenso olor a tierra mojada inundó de repente hasta el último de mis alveolos pulmonares mientras decenas de diferentes tonalidades verdosas conformaban un paisaje majestuoso, envolvente e inconfundible. Las puertas del paraíso, mi paraíso, se volvían a abrir ante mis ojos nueve meses después.

Jamás había estado fuera de sus fronteras tanto tiempo y quizás por eso se apoderó de mí una angustiosa sensación de no-pertenencia. Mirando por la ventanilla del coche, mientras Luis y Pedro se enzarzaban en una de sus clásicas discusiones en las que parecen querer (no sé de qué manera) arreglar el mundo, me di cuenta de que apenas había cambiado nada por allí, pero por alguna razón todo me resultaba ajeno y extraño.

Con o sin crisis la ciudad lucía espléndida sus mejores galas, preparada para la semana de fiestas. Chiringuitos, conciertos, desfile de carrozas, obras de teatro... todo igual que siempre pero, al mismo tiempo, todo como nunca. El aún buen tiempo veraniego animaba a salir a echarse unas birras con los amigos. Volver a ver a Nando, Sara, Susi... Cada uno con sus historias, con sus novedades, con sus vidas más o menos encauzadas, pero estancados a fin de cuentas en esa atmósfera atemporal que avanza a un ritmo tan lento como aburrido y en la que los esfuerzos por hacer de cada día algo diferente e interesante son en vano.

Es por ello que Loli dice que no me aguanta más de una semana en casa, pues por muchas ganas que tenga de volver y estar allí, pasado este período siempre acabo por sentir la misma claustrofobia que siente un gorrión al que encierran en una jaula. Da igual que le des alpiste y agua en abundancia, que le saques a estirar las alas o que le metas una gorriona a hacerle compañía... los barrotes de la jaula son barreras a su libertad. Pues yo igual pero en mi paraíso que, a veces no es tal y se torna en infierno, donde quemarse es un riesgo a correr con cada paso que se da. Así es que cada día tengo más claro que a este Adán cercano a la treintena poco o nada le ata a ese lugar, por mucho que le guste comer y beber de su manzana.

Cuando uno está fuera de su casa y lejos de los suyos el tiempo suficiente, acaba por convertirse en un nómada sin rostro que es de todos los sitios que ha pisado y de ninguno. Enriquecido por la diversidad y las experiencias... pero carente de referencias, más allá de aquéllas que juraste mantener hasta la tumba. Todos los lugares, todas las personas que vas conociendo acaban resultando, tarde o temprano, insuficientes para llenar ese vacío interno que provoca el desenraizamiento. Es por ello que cuando en ese camino sin meta te encuentras con personas tan especiales como lo es Cata para mí, no puedes evitar aferrarte a lo vivido y pensar en volver algún día a donde todo empezó. Mientras tanto, la visión del mar enfurecido y las olas golpeando con rabia en la costa cierra el círculo una vez más y sirve como descarga ante la impotencia de no poder elegir tu propio destino, sino de ser el destino quien realmente te elige a ti.

Así, con ilusiones y nostalgias es como se acaba de nuevo el verano, el más azul de todos cuantos he vivido: azul de cielo, azul de mar, azul de sus ojos. Y, como colofón final a todo ello, la mágica noche de los fuegos. Mientras el cielo estalla en pólvora y luces de colores, pido un único deseo y, como si me fuese la vida en ello, me bebo un mojito del trago, brindo con Olaya y nos ponemos a bailar el tacatá por última vez... porque sí, mi Eva particular también está a mi lado en este paraíso en el que si hay que pecar, pecamos los dos juntos.

Entre pecado y pecado van cayendo en el olvido todos esos nombres que nos han venido atormentando: Claudia, Blanca, Antía, Dani, Pablo… quizás era hora de hacer limpieza de una vez por todas. Y, cómo no, también abrimos ese pato que hace presente el pasado y que nos obliga a plantearnos el futuro antes de que ocurra. Echar la vista atrás un año nos hace ser conscientes de lo equivocados que estábamos en nuestras predicciones y de cuánto pueden cambiar las cosas en tan poco tiempo. Ésa es precisamente la esperanza que vuelve a rellenar de energía nuestros corazones y es que, por primera vez en cuatro años, ambos hemos dejado de huir.

Ya no hay finales abiertos dispuestos a generar expectación externa ni decisiones de última hora llamadas a cambiar el rumbo de todo. No, en esta ocasión la motivación nos viene de dentro, con las ganas y la certeza de que algo grande está por venir. Será algo completamente nuevo, diferente a todo lo anterior, algo que sacudirá nuestras vidas por completo y que nos volverá a transformar. Es la inseguridad de los presentimientos la que pone en juego un millón de posibilidades. Y es la seguridad de lo conocido la que suaviza las despedidas, haciendo de este destierro del paraíso el menos doloroso que recuerdo.

Toca partir, toca seguir, toca avanzar... y el águila, que ya ha alcanzado la altura y velocidad de crucero, está dispuesto a disfrutar de un vuelo ligero de equipaje y con la sonrisa como inseparable compañera de viaje.

Así es como siempre debió ser. Y así es como va a ser a partir de ahora.

OFF...

lunes, 17 de septiembre de 2012

JYSH – LA ‘MALLOR’ CARTA (T4, C9)

Querido Pedro:

Desde el mismo salón de esta, nuestra casa donde tantas comidas hemos compartido, tantas peleas hemos tenido y tantos momentos trascendentales hemos vivido, recuerdo ahora los días que hemos pasado juntos en la isla, mientras afronto sin remedio la última semana del verano y también de mis vacaciones.

Hacía ya tiempo, desde los meses que estuvimos en Brasil, que no nos embarcábamos en una de nuestras aventuras. Nos costó elegir fechas y destino, tanto que fueron varias veces las que vi peligrar el viaje, pero al final ambos encontramos un hueco en nuestras apretadas agendas para escaparnos de todo y de todos.

La espera en el aeropuerto se me hizo eterna. Agotadas las baterías del móvil, el iPad y la Nintendo, mi cabeza se puso a navegar en mares de reflexiones y recuerdos. No voy a negar que una parte de mí tenía miedo. Miedo de ese que es más nerviosismo que miedo. Nerviosismo de ese que es más inseguridad que nerviosismo.

Hacía unos meses que la comunicación entre nosotros había disminuido y temía encontrarme con el mismo Pedro desubicado de hace un año y no saber qué hacer ni qué decir... Sin embargo, esa bruma de dudas se desvaneció cuando te vi aparecer en la terminal con una sonrisa en la cara y me diste un apretón que a punto estuvo de romperme el pecho. Qué bien te sientan los años y cómo se te nota el gimnasio, cabrón.

Y es que lo cierto es que me encontré con un Pedro mucho más sensato, sereno, tranquilo, con ganas de volver a coger la vida por lo cuernos y dar lo mejor de sí mismo para pasar página de una vez por todas y comenzar una nueva etapa.

El primer café nos sirvió para ponernos rápidamente al día de todo y sumergirnos de lleno en unas vacaciones que, vistas con perspectiva, son ya un conjunto de inolvidables retales cosidos con el hilo dorado del sol. Si había que superar anteriores experiencias parisinas, romanas, venecianas o milanesas, lo logramos espontáneamente y sin necesidad de poner mucho esfuerzo en ello.

Estarás conmigo en que las mágicas pulseras del Sacre Coeur o la furtiva foto al David son puras anécdotas comparadas con el juego que nos dio en esta ocasión el C3 como vehículo y compañero de fatigas. Desde el primer culazo en el párking, hasta el cuasi empotramiento de vallas, pasando por el ascenso-descenso-ascenso-descenso a la tortuosa sierra o la pentasecuencia de caladas en los cien metros lisos. Que el auto, como diría mi Cata, siguiera tan blanco al final de la semana como cuando lo recogimos y que nosotros regresáramos sanos y salvos sólo puede significar que alguna fuerza superior estaba con nosotros.

La desastrosa compra en el supermercado de “lujo” y esa cocina de última generación, que nos proporcionaría una auténtica pasta de macarrones, se compensaron con deliciosas cenas en terracitas, agradables comidas en la playa y la litúrgica parada en el Hard Rock. El brownie con helado volvió a deleitar nuestros paladares una vez más, aunque valiera para provocarle una indigestión a tu siempre delicado estómago.

Relajantes atardeceres de ensueño, paisajes tan variados como espléndidos, playas paradisíacas... todas esas imágenes se han quedado ya grabadas en mi mente, como lo están nuestras inagotables conversaciones, que han vuelto a ser las que eran, las que nunca debieron dejar de ser. No sé qué opinarás tú, hermanito, pero yo estoy deseando repetir. ¿Empezamos a organizar ya la próxima?

Un abrazo y, aunque no te lo diga muy a menudo, no te olvides de lo mucho que te quiero.

Jorge.

sábado, 18 de agosto de 2012

JYSH–MIRANDO AL SUR (T4, C8)

ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

Sabina escribió una vez para Ana Belén que ‘Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver…’ y, sin embargo, ahí estaba yo, en ese tren eterno, retando a las palabras del poeta y la cantante.  La experiencia de Gandía, parcialmente decepcionante, había generado en mí un estado de nerviosismo plausible. Por la ventana veía cómo el sol comenzaba a esconderse por detrás de la sierra y el paisaje se llenaba de pinares. Mientras hablaba por WhatsApp con una de las grandes bajas, un olor penetrante inundó mis fosas nasales. No me hizo falta levantar la cabeza del móvil. Ya había llegado…

Eran las 22:32. O eso ponía el reloj de la estación. La temperatura rondaría los 30 grados.

Respiré hondo, miré a mi alrededor y me dejé envolver por la atmósfera. Todo seguía igual a como lo había dejado. La sonrisa se dibujó en mi cara al escuchar ese inconfundible acento y los ojos se me iluminaron cuando les vi allí esperándome, como una familia espera al hijo pródigo. Corrí, me abalancé sobre ellos y nos dimos un abrazo que me bastó para recordar por qué ese lugar me hace sentirme como en casa. Fue entonces cuando fui plenamente consciente de que estaba allí de nuevo, cumpliendo la promesa que había hecho un año atrás.

Pero lo cierto es que la sensación era como si el tiempo nunca hubiese pasado. La complicidad, la confianza, las confesiones y las risas se mezclaron entre cada una de las rondas de cañas y tapas que nos tomábamos. Todos esos sabores, todos esos lugares, todos ellos y todas ellas me evocaban tantos momentos felices que cualquier gilipollez, ya fuese desayunar tostadas con tomate en una terraza, pasear a la sombra con un helado de mojito o hartarnos a montaditos en el bar de la esquina, me hizo transportarme a la, hasta ahora, mejor experiencia de mi vida. Ese es el auténtico poder de la nostalgia, hacer grande lo pequeño.

Ahora bien, si algo había ido a ver y si de algo tenía realmente ganas era de volver al mar…

Y por supuesto hubo oportunidad de hacerlo, por la misma senda de madera que transcurre entre las dunas y los enebrales tras los cuales, siguen batiendo las olas con fuerza. Sentir la luz y el calor de los rayos de sol, el olor a sal, pisar descalzo esa arena con restos de conchas, mezclarme con las algas… Podría haberme quedado en ese instante toda la eternidad. No pedía más. O sí.

Pese a la inmensa sensación de felicidad, no pude evitar pensar que aunque éramos todos los que estábamos, no estábamos todos los que éramos. El horizonte me hizo recordar a Cata intensamente. Nuestras charlas, nuestras bromas, nuestras canciones. Recuperar todo aquello sólo es posible ahora en la distancia a través de una pantalla. Y, por mucho que hayamos logrado lo imposible, manteniendo el contacto de forma inimaginable, la verdad es que en ocasiones se me antoja insuficiente. Ya ha pasado un año desde que todo acabó y, sin embargo, cada día la echo más de menos.

Mientras todos estos pensamientos se agolpaban en mi cabeza me llené de rabia y, por primera vez, empecé a maldecir ese mar que tanto me gusta, por estar ahí, por separarnos, por arrebatarme a Cata… La impotencia de no poder estar compartiendo ese momento con ella hizo que mis ojos se empañaran. Como ya ocurriera en su día, una lágrima salada volvería a obrar el milagro. Al secarme con la mano y agarrar el móvil vi que acababa de recibir un mensaje:

Hola Jorgito, supongo que ya estarás disfrutando por el sur con los chicos, no? yo estoy ahora pasando unos días en la costa. Te mando una foto, que vale más que mil palabras. Ya sabés, aquí es invierno, pero hace un momento ha salido el sol y me he acordado de vos al mirar al horizonte. Sé que estás al otro lado del mar, te puedo sentir desde acá. Te puedo asegurar que te tengo tan presente que pareciera que nunca me fui de tu lado. No existe océano que nos separe, porque nuestros corazones están juntos. Pasalo bien y saludá por favor al resto de mi parte. Te quiero, hermanito.

Y mientras en el Ipod sonaba “Tan solo tú” y mis pies se hundían en la arena mojada, un escalofrío me recorrió el cuerpo y sentí la conexión. Lo que ha unido el mar, que no lo separe la distancia. Cada uno en una orilla. Separados y unidos por el mismo mar… nuestro mar.

Y si los días fueron de playa, las noches fueron de feria. El nuevo recinto habilitado para ello nos recibiría lleno de atracciones, música y gente con ganas de pasarlo bien. El ambiente festivo y el calor invitaban a beber sangría a buen ritmo. Brindamos por los que estábamos y por los ausentes, recordando esas anécdotas y momentos que se quedan grabados en la memoria para siempre.

Aquella noche de luna llena no cabía un alfiler al pie del escenario de los conciertos. El ambientazo invitaba a seguir la fiesta en las casetas hasta el amanecer, pero yo necesitaba mear antes de continuar. Encontré unos baños cerca de una churrería y corrí hacia ellos como alma que lleva el diablo, pero al llegar, algo me cortó las ganas súbitamente.

Creyéndome ebrio, loco o ambas cosas, mi cabeza no daba crédito a lo que estaban viendo mis ojos. Con una camiseta de tirantes y más delgada que el año pasado, Antía se me quedó mirando una milésima de segundo sorprendida, asombro que pronto camufló con un ¿pero qué hase tú aquí? La carcajada que se nos escapó a los dos sirvió para romper el hielo. Y así, empezamos a hablar, a bromear, a tontear… No sé el tiempo que pudo pasar, pero llegó un momento en que ya no podía aguantar más y le pedí que me sujetara por favor el vaso mientras meaba. Una vez saciada la necesidad fisiológica, mi único deseo era perderme en esos labios de sonrisa perfecta, así que al ir a recoger mi copa me acerqué a su cara aniñada y, antes de acabar la pregunta ¿entramos o…?, nos besamos. Acto seguido, la cogí en brazos y nos fuimos a bailar el Ta-ca-tá. Lo pasamos francamente bien. Sin tensiones, sin rencores. Todo resultó tan espontáneo y natural que ninguno de los dos nos extrañamos al acabar juntos en la misma cama…

Resacosos y sin haber dormido, fuimos a desayunar antes de despedirnos en la estación. Todo fue tan rápido que apenas hubo cabida para las sensiblerías esta vez. Sin embargo, y ya en la soledad del autobús, llegarían los juicios y las reflexiones, porque sí, por mucho que acepte que ahora mismo mi sitio no está allí, me resulta inevitable preguntarme si el destino me llevó hasta ese remoto lugar por algún motivo y si en alguna otra parte del mundo lograré ser tan yo como lo soy allí.

¿Al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver? Ahora sé que hasta los grandes poetas se equivocan.

OFF…

jueves, 9 de agosto de 2012

JYSH - GANDIA SHORE (T4, C7)

DSC02728ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

La realidad siempre supera la ficción pero, en ocasiones, ambas se mezclan hasta llegar a confundirse...

Fue bajar del avión y sentir tal golpe de calor, que apenas podíamos creer que estuviésemos de nuevo en España. Jose y yo seguimos las indicaciones de Olaya, que nos recibió en Gandía con una sonrisa. Ninguno de los tres lo podíamos imaginar, pero las vacaciones más delirantes que hayamos tenido nunca acababan de comenzar.

Ya era de noche y estábamos cansados del viaje, pero las ganas de disfrutar de cada segundo nos hicieron cenar, pegarnos una ducha rápida y salir a reconocer la zona y ver el ambiente que se respiraba a orillas del Mediterráneo. Apenas bastaron doscientos metros caminados por el paseo marítimo para que una chica nos abordara con un puñado de tickets… Hola chicos, ¿vais a salir esta noche? ¿Queréis entradas para Bacarrá? El ‘atraco’ nos pilló tan por sorpresa que la chica se puso a relatarnos toda una serie de ofertas y promociones sin que nosotros pudiéramos ponerle freno. Cuando acabó su retahíla, fui a darle una respuesta negativa, pero algo en sus ojos me llevó a decirle: en realidad

Fue al oír estas dos palabras mágicas cuando su expresión mudó por completo. Nos miró fijamente a los tres y nos dijo: Puede que yo sepa entonces lo que estáis buscando…

Del interior de su sujetador se sacó un pequeño sobre. En él había tres pastillas: una roja, una verde y una azul.

Olaya, Jose y yo nos miramos extrañados. ¿Qué clase de broma era aquella?

La chica, en un tono bastante más serio y trascendente, continuó hablando: son las últimas que me quedan. Estas tres pastillas son mucho más que una droga común, contienen la esencia de los deseos más ocultos de las personas. Probad su efecto y os aseguro que obtendréis todo aquello que hayáis venido a buscar. Escuchadme bien, cada uno de vosotros debe tomarse sólo una de las tres pastillas. A lo largo del día de mañana, tres símbolos os indicarán cuándo y qué pastilla debéis tomaros. ¿Qué me decís? ¿Estáis dispuestos a vivir el verano de vuestras vidas?

Una vez más, pensando que estábamos tratando con una loca, fui a decirle que no, pero de nuevo esos ojos penetrantes me hicieron responderle un escueto ‘vale’. De repente, empezaron a sonar unas sirenas de la policía a la vuelta de la esquina. Visto y no visto, la chica ya se perdía en la oscuridad de la noche. Sólo escuchábamos su voz a lo lejos que nos decía: bienvenidos a Gandía y, recordad, no perdáis de vista las señales…

Mientras nos descojonábamos de risa, Jose fue a tirar las pastillas a un contenedor de basura. De ninguna manera habíamos ido allí a consumir drogas y, mucho menos, algo que ni siquiera sabíamos qué era. Al final terminamos la noche tomándonos un par de copas y bailando en la discoteca, pero pronto nos volvimos a casa.

El lunes temprano nos pusimos bañadores y bikini para ir a la playa a tomar el sol. Estábamos más blancos que la cal. Al llegar vimos que había un montón de gente joven, mucho más que nosotros, y todos con cuerpos esculpidos en el gimnasio. Era como haberse metido en el plató de mujeres y hombres y viceversa, pero a lo grande.

Con ganas de ponernos al día y contarnos un montón de cosas, Olaya y yo nos fuimos a dar un paseo mientras Jose sacaba fotos. Nos hizo gracia ver a un grupo de chavales, todos con el mismo bañador verde, tratando de llamar la atención de los grupos de chicas de alrededor. Cuando volvimos a las toallas, Jose ya estaba dándose un baño en el agua y parecía que a él también le habían llamado la atención los chicos del bañador verde, porque no dejaba de mirarlos. Ya le íbamos a gastar una broma cuando nos dijo:

Lo he hecho.

En coña le preguntamos qué había hecho ya, porque viniendo de Jose podíamos esperar cualquier cosa, pero al ver su cara de preocupación, Olaya pareció atar cabos: ¿no habrás…?

Sí, en un impulso irracional al ver a los chicos del bañador, Jose se había tomado la pastilla verde de un sobre que nunca llegó a tirar a la basura la noche anterior. Pensamos en llevarle rápidamente al hospital, pero tratando de mantener la calma y de transmitirnos serenidad decidimos esperar y ver si se producía algún tipo de cambio o síntoma extraño en Jose.

La  brisa del mar levantaba tanta arena que decidimos marcharnos a comer. Al recoger todo, Olaya se dio cuenta de que las llaves del piso habían quedado enterradas y que no íbamos a ser capaces de entrar en el apartamento. Desquiciados nos pusimos a buscarlas sin éxito. Fue entonces cuando un chico vestido con capa roja al estilo de los guerreros de la película 300 vino a ayudarnos. Casi de forma instantánea, el chaval dio con el manojo de llaves entre la arena.

Olaya, que ya daba por perdidas las llaves, le pidió al chico su número de teléfono y le preguntó qué haría por la noche. ¿Coco Loco? Pues allí estaríamos… Todos, hasta la propia Olaya, nos sorprendimos de lo directa y lanzada que había sido, pero como ella misma nos explicaba luego, llevaba mucho tiempo contenida en las mismas relaciones de siempre, inmersa en un bucle cerrado e infinito que sólo le traía decepciones y quebraderos de cabeza. Y total, en Gandía nadie la conocía, era el momento de atreverse con todo.  Mientras acababa orgullosa su discurso, cogió una pastilla del sobre y se la metió en la boca. La roja, como la capa del guerrero toledano…

De noche, ya en la discoteca, los tres estábamos decepcionados por no haber observado a lo largo del día ningún cambio aparente ni en Jose ni en Olaya a causa de las pastillas. Seguro que la chica nos había visto cara de pringaos y nos había querido tomar el pelo vendiéndonos caramelos. Me fui a pedir una copa en la barra a ver si me animaba pero cuando volví, vi que Olaya ya estaba colgada del chico de la capa y que Jose se reía bailando con un grupo de tíos, entre los que reconocí a un tal Luis, Emilio, Iván y Rubén, todos surgidos directamente de las pantallitas.

Y allí me quedé yo solo, con mi copa… y una pastilla azul. En ningún momento había pensado tomármela, pero la noche empezó a hacerme sentir tan apartado de todo, que dije… ¿por qué no? Así es que fui al baño, me miré en un espejo y fue entonces cuando lo vi claro. Yo mismo iba vestido entero de azul así que, sin dudarlo, me tragué la pastilla y apuré la copa hasta el final. Aunque al principio no noté nada, en apenas unos minutos me vi potando en la taza del váter.

Cuando me recuperé y salí del baño, la pista se había convertido en una fiesta de la espuma en la que me encontré con Jose, Olaya y sus respectivos ligues, invitándome a unirme. Allí todos estaban sin camisetas, bailando sin descanso bajo la noche de estrellas, bebiendo, saltando, gritando, dando rienda suelta a todos los vicios y pasiones y yo, que no estaba dispuesto a dejar pasar la oportunidad, me dejé llevar...

No recuerdo nada más hasta el momento en que nos despertamos en la playa semidesnudos, sin ni siquiera saber cómo habíamos llegado hasta allí. Cuando volvimos al apartamento intentando recordar en vano lo sucedido, puse la televisión y en ella echaban imágenes del encendido del pebetero de Londres 2012.

¿Ya han empezado las Olimpiadas entonces? - dijo Jose.

Eso parece, la ceremonia de inauguración era el 27 creo – respondió Olaya sin más.

Pero mi corazón dio un vuelco y puse el móvil a cargar como si estuviera poseído. No podía ser, no podía ser… SÍ podía ser. En efecto, el calendario marcaba claramente que ya estábamos a 28 de julio, SÁBADO. ¿Qué cojones estaba pasando? El día anterior había sido lunes… o no.

La respuesta parcial a nuestras dudas y asombro la encontramos al mirar a nuestro alrededor. El apartamento estaba totalmente patas arriba, nada que ver con cómo lo habíamos dejado antes de salir. Entre otras cosas, había un carro del supermercado en la terraza, condones usados por el suelo, restos de melón por todas partes, una pirámide de cartas, dados, una olla llena de agua de Valencia, una taza de café con sal, varias camisetas de Bacarrá y Coco-Loco, pollo en descomposición en la nevera, mi maleta a medio vaciar tirada en la entrada, basura derramada, infinidad de mensajes de tíos desconocidos en el móvil de Jose, entradas de la discoteca Falkata, arena por todas partes  y Olaya con las uñas pintadas de fucsia y naranja.

No dábamos crédito a lo que estaba ocurriendo. Ninguno entendíamos nada y sólo alcanzamos a reírnos de manera nerviosa. Al menos, parece que lo hemos pasado bien, dijo Olaya al tiempo que señalaba su camiseta, en la que, escrito con mala letra sobre cada una de sus tetas ponía: OLA ….. YA. Las carcajadas estallaron en ese momento y algunos recuerdos, pocos, empezaron a fluir de nuestras cabezas resacosas. La cámara de fotos, fiel compañera de Jose, también nos ayudó a reconstruir muchas de las cosas vividas en nuestro particular Gandía Shore, una aventura que, estoy seguro, sería la envidia de la propia MTV.

Puede que la experiencia se nos hubiera ido de las manos, pero en algo estábamos los tres de acuerdo: en esta vida hay que probarlo todo. Y así, con la lección aprendida, nos despedimos y tomamos cada uno un rumbo distinto. Pero cuando fui a enseñarle el billete al revisor, noté que en mi bolsillo del pantalón había también algo pequeño y redondo que enseguida reconocí: una pastilla azul.

Decidí entonces que era mejor no darle vueltas y olvidarlo todo, lo ocurrido en Gandía se quedaba en Gandía. Así fue como puse rumbo a un nuevo destino. El tren en el que me acababa de subir me llevaría, casi un año después, de vuelta al sur. Había llegado el momento de regresar a mi mar.

OFF…

martes, 10 de julio de 2012

JYSH - MUCHO MAS QUE UNA VICTORIA (T4, C6)

ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

Las cosas vienen solas. Da igual cuánto las persigamos o cuánto empeño pongamos en conseguirlas antes de tiempo, porque por mucho acelerador que le metamos, no van a llegar primero. Si están de ser, serán, aunque puede que no de la misma manera a como las habíamos imaginado.

Me desperté con resaca de la noche anterior. A mi lado, la alemana que me la pone dura aún dormía profundamente. Me levanté y preparé el desayuno para los dos. Había que coger fuerzas: había sido una larga noche e iba a ser un día muy largo, aunque yo todavía no lo pudiese imaginar.

Antes de mediodía salía por la puerta de su casa con la mente puesta en un único pensamiento, el fútbol. Sí, esa misma tarde la Selección española se jugaba la Eurocopa frente a Italia y mi máxima preocupación entonces era si lograríamos o no la ansiada victoria. Fueron unas horas eternas, en las que las manecillas del reloj parecían no querer moverse o, al menos, eso me pareció a mí.

Cuando por fin llegó la hora, me puse mi camiseta roja y cogí la bandera que habíamos conseguido un colega y yo días atrás. Todo estaba listo en un bar con un 85% de españoles y un 15% de italianos. Quizás intuían lo que estaba por pasar. La previa comenzó con un par de cervezas y por eso mis ojos creyeron estar confundidos cuando le vi aparecer. Jose entraba en ese momento por la puerta, buscando un sitio para sentarse entre el mogollón de gente. Se me hizo tan raro tenerle cerca sin ser en la oficina, que aparté la mirada antes de que se percatara de mi presencia allí.

El partido comenzó entonces, pero ni los gritos, ni los canticos, ni los goles, ni las cervezas, ni la abrumadora victoria de cuatro goles a cero lograron hacerme olvidar que, de entre los cientos de personas allí reunidas por una misma ilusión, había una que me importaba por encima de todas. Fue entonces cuando dejé de hacer fotos, de agitar la bandera, de cantar el Yo soy español y me puse a buscar a Jose entre la multitud. Ni rastro de él. Parecía haberse esfumado... o quizás era verdad que nunca había estado allí. Pero no era momento de lamentos, esa noche acababa de empezar y había mucho que celebrar. La marea roja me arrastró hasta la fuente de la ciudad y, de repente, le vi pasar a lo lejos. Traté de ir tras él pero el resto, pensando que lo que quería era librarme del baño, me cogieron a la fuerza y me empaparon entero. Cuando quise localizarlo de nuevo me fue imposible. Le había vuelto a perder en la oscuridad.

Al salir de la fuente  chorreaba agua por todos lados, así que se me ocurrió la idea de secarme y cubrirme con la bandera... ¿La bandera? ¿Dónde cojones estaba la bandera? Busqué en todos los bolsos, bolsillos, mochilas... y ni rastro. Con la euforia debía haberla olvidado en el bar. Sin llegar a enfadarme, pero tocado por el descuido, di por terminada la velada y decidí irme y volver a casa en el siguiente autobús. Mientras tiritaba de frío en la cola, alguien me agarró del hombro y me dijo: ¿no estarás buscando esto, verdad?

Al darme la vuelta me encontré con mi bandera… y detrás de ella con Jose, que me la había recogido del bar. Sin saber muy bien qué decir, le di las gracias. Su respuesta fue sólo una sonrisa, una de esas que llevaba tantos meses sin ver en su cara, y que me hizo pensar que era el momento preciso. Un ahora o nunca para arreglar las cosas.

Y así comenzamos a hablar durante horas, a contárnoslo todo, a lanzarnos todos los reproches, a pedirnos todos los perdones... en definitiva, a recuperar todo el tiempo que habíamos perdido.

Del porqué de su actitud de rechazo durante estos meses, me quedo con su arrepentimiento. A veces los amigos no queremos ni necesitamos escuchar razones, nos basta sólo con que haya buenas intenciones. Un abrazo de los de restallar fue suficiente para que ambos entendiéramos las palabras que nos quedaron por decir.

Justo estábamos despidiéndonos cuando se me encendió el último fusible de la bombilla de la noche. Hace semanas que Olaya y yo llevamos preparando las vacaciones juntos y tenemos alquilado un apartamento en las playas del Mediterráneo. Sin pensarlo demasiado le dije a Jose que se viniera con nosotros y a él se le iluminaron los ojos con la propuesta. Hemos compartido muchas cosas y momentos a lo largo de los años, pero nunca antes hemos tenido la oportunidad de irnos de vacaciones los tres, así que aceptó sin dudarlo. No es por generar falsas expectativas, pero algo me dice que la vamos a liar muy gorda…  Con el subidón por la victoria de nuestra selección de fútbol, la satisfacción de las reconciliaciones y la idea de pasar el mejor verano de nuestras vidas, dimos por concluida la velada.

Al día siguiente ambos entrábamos a trabajar a primera hora, muertos de sueño y con unas ojeras de locos, pero los dos empezaríamos la semana con la mejor de nuestras sonrisas.

OFF…

lunes, 2 de julio de 2012

NO HAY 2 SIN 3

 

ON…

MPBlog: David Bisbal, Cali y el Dandee – No hay 2 sin 3

Era verdad lo que nos prometían los de Mediaset… No hay 2 sin 3. La selección española de fútbol se hizo anoche con la tercera Eurocopa de su historia, al vencer a los italianos por 4 goles a 0 (en términos televisivos, más de 15 millones de espectadores en España y un 83.4% de share). Ésta es la segunda Eurocopa consecutiva, revalidando así el título conseguido en 2008 frente a los alemanes y que, junto con el vigente honor de campeones del mundo logrado en Sudáfrica en 2010 frente a Holanda, la convierte en la única selección que ha conseguido tres grandes títulos internacionales de forma consecutiva.

Siendo hoy un día de celebración y sin querer entrar en polémica tengo que corroborar que es totalmente cierto aquellos que dicen que la Eurocopa no va a solucionar los graves problemas económicos por los que pasa el país, ni va a extinguir el fuego que ahora mismo abrasa miles de hectáreas en Valencia, pero aun así, no puedo evitar sentirme orgulloso al ser, de alguna manera, parte de esta victoria. Si por un momento, sólo ese instante en el que San Iker levanta la copa, millones de personas vibramos por una misma ilusión, olvidando las dificultades y diferencias personales, para mí ya ha merecido la pena.

Y, como todo evoluciona con el tiempo, también lo han hecho las formas de comunicación en los últimos 4 años. Twitter se ha convertido en la plataforma social indiscutible para compartir estos eventos y, por ello, he preferido ahorrarme la crónica más tradicional para innovar en esta ocasión, plasmando aquí todos esos retales de pensamientos de 140 caracteres publicados en las casi 24 horas que van desde que me desperté ayer hasta que lo hice hoy. Porque cualquier día puede suceder algo inolvidable… #GraciasSara

11:14 Pues nada, que llueve y parece que va a hacerlo toda la semana. Así empieza julio... Buenos dias!

11:16 Pero que la lluvia no nos quite la ilusión. Llegó el dia... Esta tarde, todos con la Roja! #VamosEspaña #euro2012 #NoHay2sin3

13:08 Vamos a por todas esta tarde!! mismo país, otras circunstancias pero emocionado, nervioso y con tantas ganas como hace dos años #NoHay2sin3

13:37 España viene siendo noticia últimamente sólo por nuestros desastres. Lo volveremos a ser hoy por nuestros logros? #VamosEspaña #NoHay2sin3

13:39 Los jugadores de la selección se embolsarán hoy 300000€ si ganan la final.Los demás, la satisfacción de una ilusión cumplida, que no es poco

16:14 Hoy me acuerdo de mi padre,con el que vi la Final de la Eurocopa 2008,rodeado de apuntes universitarios que,4 años después,han quedado atrás

16:15 Hoy me acuerdo de Tania,Toni,Marce,Lucia,@LuciaSantin,Ana,Fabian y el resto de compañeros €rasmus, con los que vi la Final del Mundial 2010

16:18 Hoy me acuerdo de mi abuelo, que se pasó una vida sufriendo con una selección que nunca pasaba de cuartos y que hoy estaría orgulloso de ver

16:19 Hoy me acuerdo de toda mi gente, con la que me encantaría poder compartir la final de esta tarde y de la que me separan muchos kilómetros

16:22 Hoy me acuerdo de mi país, que está pasando por momentos difíciles y que necesita de ilusión, esfuerzo y unión. Juntos, podemos

16:25 Hoy me acuerdo de Alonso, Nadal, Gasol y todos los deportistas españoles que, ejemplifican dónde podemos y nos merecemos estar

16:29 Hoy me acuerdo del Gol de Torres

16:29 Hoy me acuerdo del Gol de Iniesta

16:30 Hoy me acuerdo del verano que estaba a punto de pasar en 2008 y que cambiaría mi vida para siempre

16:31 Hoy me acuerdo del beso de Casillas a Sara Carbonero

16:32 Hoy me acuerdo del verano que estaba a punto de pasar en 2010 y que le pondría punto y final a una etapa

16:38 Hoy me acuerdo de Aragonés volando por los aires

16:38 Hoy me acuerdo de Casillas levantando la copa de campeones del mundo

16:39 Hoy me acuerdo de la sonrisa de satisfacción tras el bigote de Del Bosque, la volveremos a ver hoy?

16:41 Hoy me acuerdo de estas 24 horas... http://teleiblog.blogspot.de/2010/07/24-horas-antes.html

16:41 Hoy me acuerdo del waka-waka

16:43 Hoy me acuerdo de cuando gritábamos aquello de PODEMOS!! http://teleiblog.blogspot.de/2008/06/podemos-podemos.html

16:43 Hoy me acuerdo de Villa y Puyol

19:53 Menos de una hora... #euro2012 #VamosEspaña #NoHay2sin3

20:16 Media hora... #euro2012 #VamosEspaña #NoHay2sin3 #TodosconLaRoja #Seamosleyenda #

20:22 Sube la mano y grita gol! #VamosEspaña #NoHay2sin3

20:49 Arrancan los 90min de la final #VamosEspaña

21:03 Silva marca el primero!!!! #VamosEspaña #NoHay2sin3

21:29 El gol de la tranquilidad!!! 2-0 para españa!!! #NoHay2sin3

22:01 Disfrutar de una final... Ya era hora! #VamosEspaña #NoHay2sin3 #euro2012

22:30 Hasta Torres la mete!!! 3-0!!!! #NoHay2sin3

22:35 Mata a por el 4-0!!!! Humillación plena a Italia!!! #NoHay2sin3 #Campeonesdeeuropa

22:47 Campeones de Europa!!! Otra vez!!!! Era verdad!!! #NoHay2sin3!!!!! #SomosLeyenda!!!!!!!

23:50 Baño en la fuente!! Porque #NoHay2sin3!!!

1:45 Llegar a casa y pensar que mañana es lunes y curro temprano. Darme igual. Mi selección de fútbol es campeona de Europa!

1:52 Todo lo vivido hoy ya es parte de un recuerdo, uno de esos que no se olvidan fácilmente #euro2012

1:53 Han hecho historia deportiva... Y nosotros lo hemos disfrutado con ellos

7:59 Empezar la semana con una sonrisa es posible. Buenos días campeones de Europa!

OFF…

miércoles, 20 de junio de 2012

JYSH - ¿AMORES IMPOSIBLES? (T4, C5)

ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

Es hora de que todos lo asumamos de una vez por todas. Hay amores que, por mucho que queramos y lo intentemos, no son viables. Eso de que el amor todo lo puede es una de las grandes mentiras con la que Disney ha hecho mucho daño a más de una generación.

Y no hablo desde el escepticismo ni el pesimismo. No. Hablo desde la experiencia, propia y ajena, que corrobora cada una de mis palabras. Empirismo de Hume puro y duro. Que haya pasado un millón de veces no nos asegura que la próxima vaya a resultar igual, por eso seguimos intentándolo aun a sabiendas de estar avocados al fracaso casi con toda seguridad.

Pero mi reflexión de hoy no es una reflexión en contra del Amor verdadero, sino más bien todo lo contrario. Mi reflexión de hoy es en contra de los “amores verdaderos”, que al final resultan más falsos que el peluquín del Dioni o las tetas de Yola Berrocal. Esos amores que nos hacen vulnerables, en los que ponemos mucha fuerza y energía y de los que sólo recibimos desilusiones, ¿son amores imposibles o más bien personas incorrectas?

Hablaba el otro día con Cata sobre ello y, como de costumbre, sus palabras me hicieron reflexionar. Cata llevaba meses enamorada del gaucho, como ella lo llamaba, en secreto. Gran parte de las conversaciones en nuestro Mar ya tenían al gaucho presente. El gaucho es un chico moreno, delgado, inteligente, ambicioso y amante de la caza y los caballos. Todo un hombre. El hombre perfecto para Cata… o eso pensaba ella. Y es que hay que tener cuidado con lo que uno desea, porque se corre el riesgo de que se haga realidad. Cuando Cata regresó a su país, vio como todo daba un vuelco de repente y se cumplían sus sueños. Le brillaban los ojos la primera vez que hablé con ella, pero la burbuja se rompió pronto y el brillo de luz pasó a ser un brillo de lágrimas. Quizás había puesto demasiadas expectativas en todo esto, quizás se había forjado una imagen idealizada que no se correspondía con la real, quizás sea simplemente que las cosas no estaban de ser en ese momento.

La experiencia y, en definitiva, el paso de los años, hacen que cada vez sea más complicado encontrar la compatibilidad con una persona. Todo lo que vivimos va generando tantas aristas en nosotros que dificulta que encajemos con alguien. Diferencias de edad, lejanía, intereses distintos... suelen ser muchas más las cosas que nos separan que las que nos unen. Es entonces cuando la comodidad, el miedo y el conformismo se apoderan de la mayor parte de las personas. Me asusta ver cómo a mi alrededor cada vez se marcan más los dos extremos, igual de dañinos: por un lado están los que, cansados de sufrir y fracasar, arrojan la toalla y asumen una voluntaria soledad.  En el otro lado están los que se agarran continuamente a clavos ardiendo, ocupando con cualquiera los huecos  vacíos que no tienen con qué o quién rellenar. En ambos casos se está renunciando al Amor.

Y sin Amor… ¿acaso es posible Vivir?

El caso de Cata sólo es un ejemplo más dentro de una lista interminable de amores imposibles. Vero y Nando, Olaya y Pablo, Jose y Juan, Claudia y yo… todos tenemos una o varias historias sin tan siquiera un final, clausuradas por el cínico silencio y diseminadas por el paso del tiempo, a veces nuestro peor enemigo, a veces nuestro mejor aliado.

No se trata de medias naranjas ni de cuentos de príncipes y princesas, sino de mantener la esperanza. Es bonito pensar que la persona adecuada aún está en el camino que queda por recorrer y que será ella la que convertirá en fácil lo difícil, la que dará sentido a todo, la que hará que la espera haya merecido la pena... la que estará a nuestro lado para siempre.  

A fin de cuentas, creer o no creer en el Amor está en nuestras manos, es un acto de fe.  Hay quien ha perdido la fe y hay quien aún la mantiene. Y esto es lo que verdaderamente nos diferencia a unos de otros. Porque puedes creer en una causa, en una religión, en una ideología política… pero si pierdes la fe en el Amor, lo has perdido todo. 

OFF…

lunes, 11 de junio de 2012

EL RESCATE

ON…

MPBlog: Cecilia – mi querida España

A veces la actualidad manda.

Siempre he querido decir esto y hoy tengo la oportunidad de hacerlo con la que probable y desgraciadamente sea la noticia del año para los que somos y/o nos sentimos españoles.

Después de muchos meses de incertidumbre económica, plagados por medidas de recorte que permitieran ahorrar el dinero que las arcas del Estado no tienen, después de que los mercados internacionales nos ahogaran, de que el Ibex cayera en picado en las últimas semanas y de que la prima de riesgo despuntara hasta límites desconocidos en la era €uro, España ha doblado la rodilla finalmente.

Tristemente para el que escribe estas líneas, hoy hago la reseña del rescate financiero que el Ejecutivo español se ha visto obligado a solicitar a la UE para tratar de sanear la banca y reactivar la economía del país. El eufemismo línea de crédito usado por el presidente Rajoy y maquillado como un logro en lugar de como una fatalidad se convirtió el pasado fin de semana en motivo de portadas de la prensa nacional e internacional y en tema recurrente en las principales redes sociales.

Se veía venir. Tanta tijera al estado del bienestar, hasta el punto de suprimir 10 mil millones de euros para sanidad y educación, el desastre de Bankia al borde de la quiebra, cuyas cifras reales de recuperación ascendieron a más de 20 mil millones de euros (triplicando las estimaciones iniciales), así como unos índices de paro insostenibles en torno al 25% y cercanos al 50% en la población juvenil, no hacían más que avocar al país a una decisión como la que fue tomada en la teleconferencia del pasado sábado 9 de junio por los ministros de economía de los países de la Unión.

Un rescate que si bien parece que será sin intervención en la política económica como ha ocurrido en Grecia o Portugal, sí que supondrá un mayor control y supervisión de la economía de España desde Bruselas. Si no se cumplen las medidas impuestas, podría dejar de llegar el dinero, han advertido. Y es que el tope de 100 mil millones de euros establecidos para el rescate asusta sólo con verlos escritos.

La duda planea ahora sobre el viejo continente. Si este rescate no logra amansar a los mercados, las consecuencias podrían ser fatales no sólo para España, sino para la integridad del euro tal y como lo conocemos ahora mismo. Sin ponernos catastrofistas, quiero lanzar desde aquí ese mensaje de optimismo que tanta falta hace, esperaremos a que las cosas vayan siendo, manteniendo la confianza de que, con tiempo y esfuerzo, lograremos salir de ésta, la crisis más voraz que se ha vivido en los últimos 30 años. Para que así, la próxima vez que escriba sobre este tema, sea para anunciar que todo se está recuperando, que la normalidad y la prosperidad que nunca debieron ponerse en peligro, han vuelto a formar parte de la vida en España y de sus habitantes.

Porque España no es ese país de vagos y corruptos que ahora mismo nos hacen creer que somos. No. Aunque los haya, me niego a pensar eso. España es un país lleno de recursos y posibilidades, de gente preparada y trabajadora, acostumbrada a luchar y a no rendirse por muy negras que se pongan las cosas. No somos el país de fiesta y pandereta del que tanto se ríen, burlan y apiadan más allá de nuestras fronteras, pero al que no dudan en ir a operarse y en el que año tras año pasan sus vacaciones. Tirándonos piedras sobre nuestro propio tejado sólo lograremos derrumbar todo lo que las generaciones precedentes construyeron con mucho sacrificio durante décadas. En nuestras manos está defender la posición que nos corresponde y demostrar al mundo de cuánto somos capaces. Ahora, más que nunca, es cuando hay que estar unidos, olvidarse de los intereses personales y luchar por un bien común. Y si suena a utopía, hagamos de los sueños una realidad.

Por los que nos dejaron una maravillosa y hermosa herencia de libertad, por nosotros que estamos sufriendo las consecuencias de una crisis que parece no tener fondo ni fin y por los inocentes que vienen detrás y que de nada tienen culpa... Puede que no hayamos podido ni sabido evitar el temido e indeseado rescate, pero sí podemos aprender de los errores cometidos y mirar hacia adelante con esperanza.

Para lo bueno y para lo malo, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en el rescate...

Es nuestra oportunidad. Es nuestra responsabilidad. Es momento de reiniciar España.

OFF…

jueves, 31 de mayo de 2012

DALE LA VUELTA

ON…

MPBlog: Yo te esperaré – Cali & el Dandee

Pocas veces los eslóganes que promocionan Gran Hermano al inicio de cada una de sus ediciones tienen algo que ver con el desarrollo posterior del programa. Más bien se trata simplemente de frases más o menos ingeniosas que sirven de reclamo para el espectador.

Pero en esta ocasión, parece que se tomaron en serio el Dale la Vuelta con el que se anunciaba la decimotercera edición del reality por excelencia en nuestro país. Así, ya en el estreno, varios de los nuevos habitantes entraron boca abajo a una casa invertida, donde el suelo era techo y viceversa. Esta fue solo una pequeña muestra de que lo de Dale la Vuelta iba este año totalmente en serio.

Nos prometieron una sola casa. Y no nos mintieron. Exceptuando unos pocos días de la fase final en los que hubo una suite de finalistas, se puede decir que esta edición se llevó a cabo en un único hogar, borrando el lío y la separación de casas de las ediciones anteriores.

Nos prometieron un número más reducido de participantes. Y nos mintieron a medias. Si bien inicialmente entraron 12+1 concursantes, se anunció que cada semana iría entrando uno más o, mejor dicho, un +1 y así mantener el número de concursantes igual al número de la presente edición.

Nos prometieron una vuelta a los orígenes. Y ahí sí que nos mintieron del todo. Es cierto que el clima de la casa fue mucho más amable este año, recordando al buen rollo de las primeras ediciones del formato. Sin embargo, ahí se queda, porque todo lo demás fue una continua ruptura con las reglas básicas del formato, alguna incluso escandalosa para los más conservadores del concepto original.

Esta edición, bautizada como 12+1 y no 13 por expreso deseo de la supersticiosa Mercedes Milá, se caracterizó por acabar con la regla fundamental del aislamiento de los habitantes. Las entradas semanales de los +1, las repescas, la fase final con entrada de concursantes eliminados y hasta la cabina en plató donde los concursantes podían ver parte de su paso por el programa y rebatir a otros compañeros. Los concursantes han tenido contacto con el exterior, quizás demasiado, pero la pérdida de parte de la esencia bien ha sido compensada con las nuevas experiencias que estos giros nos han proporcionado.

Así, la entrada en la casa de Aris, tras haber pagado casi 70000€ en la subasta de ebay, sirvió de polémica dentro y fuera de la casa, avivando esas primeras semanas en las que los concursantes parecían un poco dormidos. Cara le salió una estancia que apenas duró una semana.

La cabina insonorizada donde se enfrentaban los dos nominados más votados supuso una originalidad que, si bien no tuvo un impacto demasiado destacado en la fase inicial, sí que lo tuvo en la recta final del programa, donde los supuestos expulsados recibían la noticia de ser en realidad los finalistas elegidos por la audiencia. La imagen de Dani cual mono enjaulado es difícil de olvidar.

Y es que en el afán de darle la vuelta a todo, se llegó a celebrar hasta una falsa final en la que los falsos aspirantes a ganar el concurso (Sindi, María y Hugo) sólo lo eran a convertirse en finalistas.

Pero tampoco faltaron elementos clásicos como la noche del terror, celebrada esta vez en un tétrico circo en el que la caída de uno de los payasos le hizo ser tan famoso, que volvió en sucesivas galas y hasta fue el encargado de proclamar al cuarto finalista en la final en forma de autotartazo.

También disfrutamos de una emotiva noche de las sorpresas, sobre todo en ese momento en que Hugo eligió la puerta para ver a su novia y ella no estaba allí. Julia se hizo famosa aun sin aparecer más de diez segundos en el vídeo de presentación de Hugo, pues este la dejó vía confesionario para poder liarse a gusto con María, la jerezana, que arraza por donde paza.

Pero no fueron ellos dos, ni con mucho, la pareja de esta edición. La palma se la llevó una Noemí que conquistó a Aless, el futbolista italo-galaico, pero que no dudó en liarse con Fael, el ganador del Big Brother Brasil en el intercambio que este año se hizo en el concurso. En su regreso optó por mentir y sus mentiras acabaron por pasarle factura y convertirla en la marioneta del programa. A Noemí la hicieron encontrarse con su exnovio Paolo y fue juzgada gala tras gala por su actitud en Brasil. Todo ello acabó con varias crisis nerviosas de la canaria, así como por una salida de plató de la mano de su madre al grito de “no más espectáculo a tu costa”. El programa le vetó la presencia en la final por esta actitud, a pesar de ser la +1 de Pepe.

Porque sí, para compartir los últimos días en la casa, cada finalista tuvo que elegir esta vez a uno de sus compañeros, que le apoyaría y le defendería en la carrera hacia la victoria. Aless eligió a Marta tras negarse a escoger a Noemí después de escuchar sus mentiras y ver los vídeos de Brasil, Dani escogió a Ari y juntos se fusionaron en DanAri dándonos algunos de los momentos más desternillantes de esta edición como la cría y liberación del caracol Soraida, Pepe escogió a Noemí y María no escogió a Hugo sino a Sindia, que tras su paso por GH se ha reconvertido en Pipi, ha dejado a un lado las mOndarinas y también a su chico, el Zergio.

Después de 130 días y reunidos en el impresionante pabellón de pruebas de este año reconvertido en una recreación del universo, los finalistas esperaron la decisión de la audiencia, que otorgó a Pepe Flores la victoria con aproximadamente el 45% de los votos, como se preveía ya en las últimas semanas, sobre todo después de las expulsiones de Ari, Noemí y Sindia, sus grandes competidoras a optar por el premio.

Pepe voló por el universo y luego lo hizo en helicóptero como hacía tiempo que no lo hacía un ganador de GH. En los estudios de Telecinco le esperaba David Bisbal interpretando la canción de la próxima Eurocopa y dentro del plató, recibió el maletín con los 300000€ de manos de una exuberante Laura Campos (con más tetas que cabeza) y una amable entrevista por parte de la siempre grande Mercedes Milá, muy criticada esta edición por su falta de imparcialidad y sus enfrentamientos con concursantes como Cristian, Vero o Noemí...

Si bien Mercedes siempre ha mostrado sus favoritismos de alguna manera, quizás sea cierto que este año lo ha hecho de una forma muy evidente, como también lo han sido el manejo (por no llamarlo manipulación) por parte de la organización del concurso. Las reglas en GH cambiaron semanalmente a gusto de la dirección del programa, con tal de generar la polémica y el morbo necesarios para mantener la expectación de la audiencia. El programa además se estiró en la fase final del concurso para rellenar todo mayo, el mes de mayor facturación económica por los anuncios y emitiendo dos galas semanales aprovechando el tirón de esta edición que tantas alegrías le ha dado a la cadena.

Así es que pese a que iba a volver a ser una edición más corta de lo que lo fueron las últimas, al final no ha sido así. Todo lo contrario. Ante la imposibilidad de alargar un concurso que no daba más de sí, han decidido estrenar la llamada Re-Vuelta, en la que los 21 concursantes de esta edición han tenido la oportunidad de volver a entrar en la casa y tratar de resolver viejas rencillas… o intensificarlas. ¿Volverán Sindi y Zergio? ¿Veremos el amor que ha surgido tras el concurso entre Ari y Michael? ¿Se enfrentarán a sus acusaciones Danonino y Dani? Este formato, que durará unos pocos días antes de la llegada de la Eurocopa a la cadena de Mediaset, otorgará al ganador un premio de 20000€, que no está nada mal.

Con todo, y pese a las quejas que se le puedan achacar a la productora, a Telecinco o incluso a Mercedes en la pérdida de pureza del formato, lo cierto es que GH12+1 nos ha vuelto a sorprender, nos ha echo reír, nos ha enganchado a la televisión gala tras gala y nos ha hecho vivir momentazos televisivos que se quedan ya como parte de la historia del programa, que ya ha cumplido los doce años de emisión en España. El respaldo de la audiencia ha vuelto a ser indiscutible, promediando un 20.6% de share en sus 25 galas, siendo líder indiscutible en casi todas las noches en las que se emitió, fuese en jueves, lunes o el debate de los domingos/miércoles, superando en dos puntos la media de la anterior edición, aplastando programas de éxito como El número uno o Los protegidos y dejando patente la revitalización del formato gracias a su constante capacidad de renovación.

Ya son más de 200 las personas que, durante los últimos 12 años, han compartido su vida durante unos meses con todos los que desde fuera les observamos con detalle… pero son muchos más los aspirantes que desearían hacerlo en el futuro. De momento, la casa de Gran Hermano cierra sus puertas (o lo hará en breves tras la Re-vuelta). Y, aunque la espera se haga eterna, yo ya cuento los días para que empiece Gran Hermano 14.

OFF…

lunes, 28 de mayo de 2012

ENCIENDE TU FUEGO

ON…

MPBlog: Loreen - ‘Euphoria’

No soy, ni con mucho, un eurofan. De hecho, la época en la que lo veía con asiduidad se remonta a mi niñez y a la casa de mis abuelos maternos, cuando iba a ver el festival con ellos. Era la década de los noventa, los años más oscuros de Eurovisión.

Con la llegada de Operación Triunfo en el 2000, Eurovisión sufrió un relanzamiento que hizo que todos los españoles estuviésemos pendientes de la actuación de Rosa y su Europe´s living a celebration. Su nada despreciable séptimo puesto nos supo a poco.

Tras la era OT, Eurovisión volvió a caer en el olvido para mí, hasta que en 2008 llegó Chikilicuatre y revolucionó el panorama bailando el chiki-chiki.

Quién me iba a decir que dos años más tarde acabaría yendo a Oslo y viviría in situ (que no dentro) el festival. La diferencia es que en aquella ocasión no iba con la canción española sino con la de una jovencita alemana llamada Lena Meyer, que no dejaba de sonar en las radios y discotecas de mi país Erasmus. Aún recuerdo los intentos de colarnos en el Telenor Arena, la salida del espontáneo Jimmy Jump en la actuación de Daniel Diges y los momentos de las votaciones en el Spikersuppa, que hacían ganadora a Lena y sus satélites. Por razones obvias y no tan obvias, este siempre será mi recuerdo eurovisivo por excelencia. El lema de aquel año, Share the moment, no podía haber sido más acertado.

Igualar la experiencia va a estar complicado y es por ello que Eurovisión ha vuelto a resultarme bastante indiferente desde entonces. Ya el año pasado este blog se quedó sin la correspondiente reseña sobre Lucía Pérez y el ‘Que me quiten lo bailao’ en el festival celebrado en la siempre eterna Düsseldorf.

La situación económica española, que también ha alcanzado al ente televisivo público, hizo que este año se prescindiera de galas de selección de nuestro representante y se optó por la elección directa. Así fue como Pastora Soler defendería la balada ‘Quédate conmigo’ en el impresionante Crystal Hall de Baku (Azerbaiyán), sede de Eurovisión este año y en el que participaron hasta 42 países diferentes.

La artista española se convirtió en una de las preferidas en las casas de apuestas, incluso la prensa especializada publicó que llegaría a desbancar a la gran favorita, el Euphoria de la sueca Loreen. Esto generó un sentimiento de ilusión nacional de ver a Pastora alzarse con la victoria. El hashtag de twitter #todosconpastora recogía toda esa esperanza de los grandes seguidores y defensores del festival, pero también de los que no lo somos tanto.

Pero al final (y ya deberíamos estar acostumbrados) todo quedó en nada. Los pronósticos se cumplieron y Suecia ganó de forma aplastante con 372 puntos sobre las segundas clasificadas, las abuelas rusas. Pastora se tuvo que conformar con un digno décimo puesto, que si bien mejora notablemente los datos cosechados en los últimos años, se queda por debajo de las expectativas generadas.

En cuanto a audiencia, el festival también pareció querer resurgir este año, con un 43.5% de share y más de 6 millones y medio de espectadores, demostrando la fortaleza y capacidad de convocatoria que mantiene Eurovisión en nuestro país.

Por mi parte, ni vi el festival este año ni creo que me perdiera demasiado, pero no me pude contener a ver la actuación de Pastora al día siguiente por internet. Algo se me removió por dentro...

Una apuesta por la sencillez y la calidad vocal de una gran artista. Los británicos, sin embargo, no dudaron en criticar su vestido, su gesticulación y hasta su chorro de voz. En Europa siguen sin entendernos y, viendo los tiempos que corren, creo que nunca lo harán. Eso sí, bien que les gusta veranear en nuestras playas.

OFF…

viernes, 25 de mayo de 2012

JYSH - EIN PROSIT (T4, C4)

ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

No estás de pie en las gradas de un campo de fútbol, sino subido a los bancos de madera de un Zelt o Keller. Levantas la jarra como si fuese la copa de campeones pero de fondo no suena Queen, sino música Schlager. Un litro de fría cerveza dorada rebosa con su blanca espuma y en ese momento chocan las jarras de todos los presentes mientras mirando a los ojos de la persona con la que brindas gritas... PROST!

Esta es la liturgia alemana de los Bierfeste. A partir de ahí, son detalles los que matizan las diferencias entre unas localidades y otras. Masificada o más íntima, de día o de noche, al aire libre o bajo techo, con atracciones, con puestos de comida, con música tradicional o moderna... pero siempre la misma esencia. Las fiestas de la cerveza se realizan una o dos veces al año: en primavera/verano y a principios de otoño. Y como allá donde fueres, haz lo que vieres, en las últimas semanas me he convertido en todo un experto en la materia.

Dicen que los borrachos entre ellos se entienden y doy fe sin ser notario. Las barreras lingüísticas y los prejuicios se rompen cuando uno va por el segundo litro de cerveza. Y he de decir que gracias al oro líquido he pasado los mejores momentos de mi estancia en este país. Mi relación con Jose sigue en un extraño e, incluso, incómodo parón, pero también gracias a ello me he abierto a las bondades y pasiones de otras personas.

Casi sin quererlo, el Jorge más golfo y sinvergüenza ha vuelto. Llevaba un tiempo dormido esperando un amor que no llega y me he cansado de buscar así que, si no hay amor, que haya sexo. Y que sea del bueno.

El día que vi a la primera alemana en Drindl algo en mi tercera extremidad inferior reaccionó de forma involuntaria. Para los que no estén al tanto, el Drindl es el vestido típico de estas zonas que muchas chicas usan en las fiestas y que ensalza los atributos femeninos para no dejar lugar a la imaginación. Vamos, que levanta las tetas para que no puedas dejar de mirar. Viendo lo visto, hasta me animé a comprarme unos Lederhose, los pantalones tradicionales de los tíos, y comprobar así si surtía algún tipo de efecto.

Y vaya si lo hizo! Unido al reclamo de ser español, me vi rodeado de repente de tías rubias de ojos azules que me abordaban a preguntas. Con el ego subido y consciente de que gran parte del éxito reside en creérselo, recuperé la confianza en mis posibilidades y, como solía hacer entonces, me dejé llevar. Y quien diga que un buen polvo no cura todos los males, es que nunca ha follado bien.

Lejos de alardear y antes de que se me tache de sobrado, sólo añadiré que Antía ha perdido su título honorífico. Ningún privilegio es eterno. Enseñándole fotos a Olaya, la sinceridad de amiga le hizo decirme que cómo lo había logrado. Regalos del destino, aunque sean fugaces.

Porque sí, han sido pocas las que han pasado de la primera noche y las que lo han hecho, tampoco han acabado de cuajar. Lo cierto es que cada vez me pregunto menos si la culpa es mía o es de ellas, me he establecido en un estatus de vivir el momento que evita casi cualquier tipo de atadura, que le quita importancia a los problemas y que poco o nada tiene en cuenta el futuro. Irresponsabilidad pensarán algunos. Sabio pragmatismo pienso yo.

La vida es más amable así. Yo, que venía del lugar donde lo difícil era encontrar un momento para uno mismo, me vi avocado a muchas tardes de indeseada soledad. Pero he sabido darle tiempo al tiempo y, afortunadamente, las cosas han progresado mucho. Ganarte la confianza y el afecto, sentirte parte, hacerte un hueco... No es tarea fácil, pero de repente un día estás yendo de barbacoa, viendo una película en el cine, tirado en el parque al sol, compartiendo un café, emborrachándote y bailando hasta el amanecer, hablando de fútbol, chicas, política o incluso de lo que sientes y te preocupa. Un día te ves levantando esa jarra de cerveza en buena compañía y te sientes bien. Es entonces, y sólo entonces, cuando una voz dentro de ti te dice vas por buen camino.

OFF…

martes, 24 de abril de 2012

JYSH - EL DIA DEL LIBRO (T4, C3)

ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

Desde que estoy desterrado he intentado convencer a mis padres de que vinieran a visitarme, pero ya sabéis lo tozuda que puede llegar a ser Loli cuando se niega a algo. Sin embargo, eso no la quita de quejarse de lo poco que nos vemos desde que vivo fuera de casa.

Un día, hablando con Olaya sobre la última novela de cierto famoso, me dijo que el susodicho estaría en Barcelona firmando ejemplares con motivo de la festividad del Día del Libro por Sant Jordi. De forma totalmente impulsiva, se me ocurrió la idea de escaparme ese fin de semana a visitarla. Me puse a mirar billetes de avión y no me lo pensé dos veces a la hora de hacer clic en “efectuar el pago”. Cuando esa misma noche les conté a Loli y Luis que estaría fugazmente por España, a ambos les faltó tiempo para apuntarse al plan.

Así fue como volví a pisar territorio catalán.

Mientras mis padres reservaron habitación en un hotel al lado de la Sagrada Familia, yo me quedé en el piso de Olaya del Barrio de Gracia. Por muy cansados que estuviésemos los dos la noche de mi llegada, nos la pasamos hablando hasta bien tarde. Trabajo, ligues,... había mucho que contar y, aunque mantenemos comunicación a diario, no es lo mismo el WhatsApp que tirarse en el sofá frente a frente y dejarse llevar por los derroteros de una conversación sin censura de ningún tipo. De Dani poco o nada ha vuelto a saber y dice que sólo se acuerda de él cuando pasa por delante de la puerta del hotel en cuyo ascensor tomó una de las decisiones más difíciles de su vida dando marcha atrás con la boda en el último momento. Nunca se ha arrepentido de ello. Algunas veces han coincidido por la calle y aunque Dani ahora está con otra chica, parece que seguirá eternamente enamorado de Olaya. Y no le culpo, Olaya tiene ese algo que engancha a las personas y las atrapa para siempre.

El tema de Pablo... bueno, ahí sigue, como siguen los anuncios de Freixenet cada año aunque cada vez se les preste menos atención. La historia del príncipe azul y del amor verdadero ha derivado, con el paso del tiempo, en la indiferencia. Olaya ya no espera nada de él y se ha resignado a que jamás se recupere lo que algún día hubo entre ambos. Está volcada en su profesión y en sí misma y, qué queréis que os diga, yo cada día la veo mejor y más guapa. Vamos, que un polvazo le echaba. Ella me entenderá cuando lea esto.

Por mi parte, yo le conté que tenía intenciones de quedar con Blanca y, como Olaya sabe interpretar bien mis palabras, me cogió la mano, me dio un juego de llaves y me dijo: mañana por la noche tengo guardia en el hospital.

Temprano por la mañana y con unas ojeras de campeonato, me reuní con mis padres en su hotel. Haber estado varias veces en Barcelona y no conocer la Sagrada Familia por dentro es algo que siempre me había reprochado a mí mismo, así que había que ponerle remedio pese a la larga cola bajo el sol. La espera francamente mereció la pena. No esperaba que la obra maestra de Gaudí fuese a dejarme con la boca abierta. Es increíble la iluminación, la estructura, la sensación. Realmente sobrecogedora, más por dentro que por fuera si cabe.

No dejamos pasar la oportunidad de ir a darnos una vuelta por el Parc Güell, de comernos una buena paella en el puerto o de tomar el tranvía azul para luego ascender al Tibidabo, desde donde disfrutar de las estupendas vistas de toda la ciudad. El tiempo que pasé con Loli y Luis fue increíblemente bueno, aunque eché en falta a Pedro y así estar los cuatro juntos. Va a ser cierto aquello de que uno no valora lo que tiene hasta que lo pierde, pues bien, desde que dejé de vivir bajo el mismo techo que mis padres he de reconocer que los echo de menos y que me encanta compartir estos momentos con ellos.

Aunque la llamada tardó en llegar, finalmente quedé con Blanca. Nos encontramos de nuevo en la Plaça Catalunya, como aquella primera vez. La diferencia es que ya no me sorprendieron el pelotón de palomas que revolotean por allí, sino la multitud de personas que abarrotaban el centro de la ciudad. Las ramblas, hasta la plaza, estaban llenas de gente, puestos de libros y vendedores de rosas. Así fue como la esperé, con varias rosas en la mano, como manda la tradición. Ella, sorprendida por el detalle, me pidió perdón por presentarse sin ningún libro para mí.

Al atardecer, Blanca me llevó a la fuente de Montjuic al espectáculo sonoro y visual que nunca antes había tenido la oportunidad de ver. La atmósfera del momento propició los primeros acercamientos. Después fuimos a cenar a lo alto de la remodelada y reutilizada plaza de toros de las Arenas en la Plaça de Espanya, donde el vino empezó a desenredar las palabras. Como quien no quiere la cosa, Blanca ya no es la niña que yo conocí algún día en un chat. A punto de terminar sus estudios de psicología, su mirada me transmitía una cierta melancolía mezclada con ilusión.

Has vuelto a mi vida en el momento en que más lo necesitaba...

Al abrir los ojos me descubrí desnudo en el sofá de la casa de Olaya, el mismo en el que la noche anterior habíamos estado hablando. A mi lado, también sin ropa y semi tapada con una manta verde, estaba Blanca, aun dormida y con una expresión tan dulce como inolvidable. La abracé y sonrió. El tiempo se había parado para nosotros en ese momento.

Todo pasó muy rápido… Cuando quise darme cuenta, ya estaba de nuevo en el aeropuerto para tomar el vuelo de regreso. Mientras esperaba la cola para el check-in pensaba en lo estupendos que habían resultado estos días, mucho más de lo que me imaginaba cuando compré los billetes impulsivamente. Llevaba el teléfono en silencio y lo miré para apagarlo... tres llamadas perdidas y un mensaje de Blanca:

Espero que leas esto antes de despegar. Estoy aquí. No podía dejarte ir sin darte algo.

Me di la vuelta y a menos de cincuenta metros allí estaba, sentada en un banco intentando volver a llamarme. Corrí hacia ella y le di uno de esos besos de película delante de todo el mundo. Le di las gracias por los buenos momentos. Ella me dio un paquete. Espero que te guste.

El avión encendió los motores y sentí como perdíamos el contacto con el suelo. Sin embargo, me di cuenta de que en ese vuelo no volvía entero yo. Una parte de mí se quedaba allí, con mis padres, con Olaya, con Blanca. Fue entonces cuando abrí el regalo y descubrí bajo el papel de envolver la última novela de ese cierto famoso. En la primera página había dos dedicatorias.

Una era del autor de la novela: Por los susurros que se escuchan entre las voces.

La otra era de Blanca: Espero que nos volvamos a ver pronto. Mi sonrisa hoy es para ti.

OFF…

miércoles, 21 de marzo de 2012

JYSH – LLENO DE ENERGIA (T4, C2)

ON…

MPBlog: wake me up before  you gogo 

Uno va dejando que pasen los días y, cuando se da cuenta, se le ha pasado la vida por delante de las narices y ni la ha olido.

Algo así me ha ocurrido a mí en los últimos seis meses porque sí, ya llevo más de medio año formando parte del autodenominado destierro de la generación perdida. Se ha pasado todo increíblemente rápido y, sin embargo, han sido unos meses especialmente complicados.

No se puede negar la evidencia. Era obvio que me enfrentaba a un cambio radical, lleno de retos y dificultades, pero nunca pensé que esta acomodación acabaría por convertirse en una especie de aterrizaje forzoso con caída en picado. Bajar de la nube en la que flotaba hace un año, poner los pies en el suelo y, al mismo tiempo, mantener la ilusión y las ganas intactas es algo que resulta mucho más complicado de lo que puede parecer desde fuera.

Harto de ver cómo los españoles por el mundo de la tele alardean de sus triunfos y méritos alcanzados en el extranjero, yo no he dejado de sentirme más y más pequeño cada día. Paralizado por el miedo al fracaso e imposibilitado por un idioma del que apenas sabía un par de frases cuando llegué, no son pocas las veces que me he sentido completamente fuera de lugar. Lo de Brasil había sido distinto, una locura transitoria que tenía principio y fin, pero aquí, aquí  se suponía que venía para quedarme. 

Llegué cargado de energía, de esa energía que me habían regalado el sol y las olas del mar. Pero aquí ni sol, ni olas, ni mar. Aquí sólo estaba mi amigo Jose y a él, como única persona de confianza, le convertí en el depositario de mi energía. Sin embargo, ya desde el minuto uno noté que algo no iba a funcionar entre nosotros.

Hace mucho que aprendí que todas las relaciones cambian con el tiempo, porque también lo hacemos las personas. El Jose que me encontré aquí no fue el mismo Jose que yo dejé en nuestra ciudad natal. Apenas unos días me bastaron para notar que había una barrera invisible entre nosotros, pero pensé que era normal después de esos meses sin vernos y que, poco a poco, volvería a recuperarse la confianza perdida. No fue así. El Jose más espontáneo y amable fue dando paso a un hermetismo que no quise ni pude romper.

El caso es que apenas hablamos, apenas quedamos, apenas nos vemos. Casi como si de dos desconocidos se tratara. Tanto es así que empecé a pensar que le pasaba algo, conmigo o con el mundo, así que me tragué mi orgullo y traté de hablar con él en varias ocasiones. Un día tomando un café le pregunté por Toni, el chico del que me había hablado en el viaje a Londres. Esquivó la conversación como pudo y yo no quise incidir más en ello. También recuerdo la tarta con velas que le compré el día de su cumpleaños a sabiendas de lo litúrgico que es y de cuánto le gusta el ritual de apagarlas. Pensé que aquello nos acercaría pero también me equivoqué entonces.

Es como si nada le hiciera ilusión, como si de alguna manera se hubiese empeñado en borrar completamente su pasado y con ello, todo y todos los que pertenecemos a él. Y aunque no sé qué vida lleva o lo que hace dentro y fuera del trabajo, no se le ve bien, no está bien, pero me he cansado de intentar comprenderle. Ambos sabemos que seguimos estando el uno para el otro, así que el día que quiera, estaré dispuesto a escucharle. Hasta entonces, yo también tengo que seguir mi propio camino.

Lo cierto es que no esperaba una decepción así con él que, si bien no consiguió arrebatarme la energía, sí que me la dejó caóticamente desestabilizada, por lo que necesité de un refugio que sirviera de contención al ardor de sensaciones que empezaron a invadirme. Así fue como una fría tarde de otoño y desde la habitación del hotel, las vi conectadas y me puse a hablar con ella... y con ella… y también con ella. 

Bien sabéis que Claudia siempre me ha vuelto loco y ella, aunque está saliendo con otro tío desde hace casi dos años, me daba a entender que también. Estuvimos manteniendo contacto prácticamente diario, hablando durante horas y así fue como las ganas de volverla a ver por navidades fueron aumentando con el paso de los días. Todas las promesas quedaron en un arrepentimiento por su parte. Tú estás lejos y yo ya tengo aquí una vida. No le quiero hacer daño. No soy tan valiente como tú. Si estuviera sola sería distinto... todo fueron excusas para darme plantón el día que íbamos a quedar para vernos. Sabes que ahora no puede ser, Jorge. Quizás algún día...

A Blanca, a la que no veo desde nuestro finde en Valencia, le viene ocurriendo justamente lo contrario. Después de una relación de casi cuatro años con su novio (sí, porque resulta que tenía novio y era el tío con el que la pillé morreándose en la discoteca de Barcelona en la no-boda de Olaya), no tiene ganas más que de disfrutar de su juventud sin compromisos ni ataduras. O eso es al menos lo que ella me dice. El caso es que para el próximo mes estoy organizando un viaje a Barcelona con Loli y Luis para ir a visitar a Olaya, así que es probable que saque un rato también para verla a ella.

Y para completar el terceto… Antía. ¡Qué decir de ella! pues  que sigue igual de ‘andaluza’ que siempre, pero tiene el don de sacarme una sonrisa de vez en cuando, que nunca está de más. Tuvo el morro de soltarme que el plantón que me dio fue porque no le gustan las despedidas y le daba pena. Dice que sabe que volveré por allí y que por tanto no había motivo para tener que despedirse. ¿Lo peor de todo? Que tiene parte de razón. No hay día que no me acuerde de lo vivido en el sur y que no tenga ganas de volver. 

Así que, para variar, entre todas no hago una. Suerte que, sin darme cuenta, encontré a la perfecta guardiana de mi energía. Aunque al principio reconozco que me parecía muy difícil conseguirlo, Cata y yo hemos logrado conservar el pacto de hermandad que forjamos junto a nuestro mar y, pese a la distancia que ahora nos separa, se ha convertido en alguien absolutamente imprescindible. Tanto es así que, aunque eche de menos compartir muchas cosas con ella, casi no noto su ausencia. Supongo que seguir manteniendo nuestras infinitas charlas ayuda. La verdad es que no concibo mi vida sin ella ahora mismo.

En medio de esta vorágine es como comienza, una vez más, la primavera y con ella la renovación anual de la energía. El período de acomodación parece haberse superado y ahora es el turno de empezar a construir una nueva historia. 

OFF…

domingo, 11 de marzo de 2012

TELEVIBLOG PIERDE LA ‘V’

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ON…

MPBlog: Todo se transforma – Jorge Drexler

Los cambios son aconsejables, necesarios y adecuados.  A veces, incluso, son obligatorios.

Hay cambios para mejor… y los hay para peor. Pero lo cierto es que todo está en continuo movimiento, cambiando sin cesar, aunque a nuestros ojos las cosas sigan igual de estáticas que siempre.

He ahí la naturaleza del cambio. Ocurre sin que nos demos cuenta, pero ocurre. Y está intrínsecamente asociado a un factor de riesgo que no nos queda otra más que asumir, aceptar y superar… renovarse o morir.

El contenido estético de este pequeño rincón de la red llevaba intacto desde hace 3 años, apenas alterado por pequeñas modificaciones que iban completando la idea y la finalidad para la que había sido creado.

Sin embargo, el contenido formal ha seguido su propio camino, alejándose de las pautas, encorsetamientos y ataduras iniciales. Como si de un alma que ha quedado en libertad se tratase, el estilo del blog ha tomado otros rumbos, explorando nuevas sensaciones y formas de comunicar.

Si bien se ha intentado mantener fiel a esa columna vertebral basada en el mundo televisivo y audiovisual,  lo cierto es que los reportajes de viajes, las noticias de actualidad y las reflexiones personales han ido tomando cada vez más protagonismo. Eso sin contar a Jorge y sus historias, auténtica seña de identidad del blog y que, aunque con estructura de serie televisiva, más se acerca a una novela o folletín por capítulos.

Con todo ello, y por mucho que se quiera mantener amarrado al corcel indomable, ha llegado el momento de aceptar tales cambios como parte del proceso y evolución natural de las cosas. De nuevo a las puertas de la primavera (¿cuándo si no?) me complace presentarles la versión 3.0 de TELEVIBLOG… Porque hoy, 11 de marzo (día de reflexión y respeto donde los haya), TELEVIBLOG pierde la ‘V’:

T E L E V I B L O G ---------------------------------------------------> T E L E I B L O G

Sí, apuntároslo bien, porque ahora TELEVIBLOG es TELEIBLOG:

www.teleiblog.blogspot.com

Después de meditarlo mucho y darle muchas vueltas, la conclusión final ha sido que la ‘eliminación’ de esta letra no supone una excesiva pérdida de identidad del blog en comparación con el sentido completo y coherente que le aporta la nueva denominación, encajando a la perfección con lo que se pretende transmitir.

Y es que TeleiBlog guarda una doble perspectiva…

Por una parte, podría interpretarse como “Tele-i-Blog”, algo que se encuentra totalmente en consonancia con la idea primigenia y aún vigente del blog. Pero lo grandioso es que también puede mirarse con otros ojos y, en lugar de eso, ver “Te-leí-Blog”, lo que englobaría y recogería la dimensión más personal e informativa de la página.

Con los cambios estéticos, acompañados por novedades como los botones me gusta/no me gusta y la posibilidad de enlazar los posts con las principales redes sociales se logra alcanzar uno de los objetivos de este blog, la universalidad y libertad total en la comunicación, sin perder la esencia original. Cuando quieras, donde quieras y como quieras. Por primera vez, la televisión también se lee.

Porque hay cosas que no cambian, esto y mucho más, de aquí en adelante lo compartiremos juntos… en TeleiBLOG, el Blog de televisión que no es sobre la televisión.

OFF…

miércoles, 29 de febrero de 2012

JYSH–UNA VEZ CADA CUATRO AÑOS (T4 - C1)

imageON…

MPBlog: ‘Wake me up before you gogo’

No tenía pensado volver a escribir tan pronto. Ni mis ánimos ni mis ganas están a la altura de lo que se espera de mí, así que la idea era dejar reposar la historia antes de volver a la carga. Pero al final, ha sido mirar el calendario y he sentido ese impulso que me ha hecho abalanzarme, literalmente, sobre el teclado del ordenador.

Los que mejor os informáis ya os habréis dado cuenta de que hoy no es un día más… es 29 de febrero, algo que a efectos prácticos sólo ocurre en año bisiesto, una vez cada cuatro años.

Los que mejor me conocéis ya os habréis dado cuenta de que hoy no es un día más… es mi cumpleaños, algo que teóricamente sólo ocurre una vez cada cuatro años, aunque la realidad sea bien distinta.

Y es por eso que hoy me he puesto a recordar mi primer post en este blog que ni siquiera me pertenece y del que nunca he tenido los huevos suficientes de desligarme… hace 3 años ya de aquello y mi carta de presentación acojona si se analiza con la perspectiva del paso del tiempo. Pero como algo de masoquista siempre ha habido en mí, ¿quién dijo miedo?

Me llamo Jorge. Esta fue la primera frase. Nada del otro mundo, la verdad, se nota que no sabía a lo que me estaba enfrentando. Pero fue la chispa que encendió la mecha. Después de esta frase vino TODO lo demás. Todo lo que ya sabéis, todo lo que os he contado. Mi nombre debe ser lo único que no ha cambiado desde entonces… y ni eso. Aquí donde me encuentro ahora me llaman Gorgue, Jorgue, Yorgue,… lo de Jorge no acaba de entrarles en la cabeza a los putos alemanes, pero bueno, de momento en mi DNI sigo figurando como tal.

Estaba rancio aquel día, encabronado con el mundo porque Lo cierto es que casi nadie se ha acordado de felicitarme. Hoy, sin embargo, apenas pasan cinco minutos de las doce y ya he recibido más de veinte felicitaciones. Es lo que ha tenido el boom de las redes sociales. Si no fuera por Facebook, Twitter y Whatsapp no creo que se hubiesen acordado muchos de mí. Pero he aprendido a conformarme. O más que a conformarme, a valorar a cada uno como se merece. Los lazos con mi hermano Pedro, la sólida amistad con Jose y Nando, la complicidad con Cata o mi siempre eterna Olaya. Si bien es cierto que muchas veces las relaciones entre nosotros no son fáciles, todos ellos, cerca o lejos, han estado, están y espero que sigan estando presentes en mi vida.

Una de las cosas que más me agobiaban entonces era tener que reconocer aquello de Sigo en casa de mis padres. Ahora que vivo lejos de ellos, no son pocos los días que echo de menos las famosas lentejas de Loli. Tanto ella como Luis confiaron plenamente en mí cuando les confesé la decisión que había tomado y no ha habido día desde entonces que hayan dejado de darme ánimos y mostrarme su apoyo. Orgullosos están de que su hijo, que siempre había sido la oveja negra de la familia, haya encontrado trabajo, aunque sea fuera de España.

Estaba tan acostumbrado a la prosperidad y la comodidad que nunca imaginé que podría ocurrir algo así en mi país. Llevo 4 meses haciendo prácticas en un banco. Me pagan una miseria, decía. Ya se hablaba de la crisis hace tres años, pero desde luego en ningún momento pensé que se llegaría a la situación actual. Así que sí, puedo sentirme un afortunado, pues puedo decir que llevo más de 4 meses trabajando y cobrando un buen sueldo, algo que a día de hoy es un privilegio, aunque no me canse de repetir que no debería ser así y que hay que seguir luchando para que no sea así.

Sin embargo, hay cosas que no cambian. De novias... pasando. Ya he tenido muestras suficientes de que mejor solo que mal acompañado. Sigo igual de soltero que por aquel entonces, pero con unas cuantas experiencias más a la espalda que no hacen sino confirmar mi teoría. Claudia, Blanca, Antía,… no son pocas las tías que he conocido, ni pocas las locuras que he hecho estos tres años por amor y sexo. Muchas me han gustado, algunas me han ilusionado… pero ninguna me ha enamorado. O no las he enamorado yo a ellas. Y, aunque en la gran mayoría de los casos quedan los buenos recuerdos, creo que está claro que soy un inútil en esto del amor. Pero sigo sin perder la esperanza, así que como diría el del bigote… estamos trabajando en ello.

Hoy me ha dado por pensar que la juventud en particular (y la vida en general) se me escapa de las manos. Y todo sin darme apenas cuenta. Si os parece, esta frase la dejo tal cual, porque ahora mismo estoy teniendo justo justo esa misma sensación. Lo que me parece increíble es que ya pensara así por aquel entonces, siendo un pipiolo como era. Si por volverlo a pensar me esperan otros tres años igual de intensos, lo firmo ahora mismo. Empiezo a darme cuenta de que no son tanto los años que se cumplan, sino más bien las historias que se tengan para contar. Y yo de eso no me puedo quejar…

Todos tenemos algo que contar. Y yo no voy a ser menos. Sin tener ni puta idea de lo que me esperaba por delante, no podía haber dado más en el clavo. Y ahora, que sigo sin tener ni puta idea de lo que me espera por delante, lo suscribo de nuevo, palabra por palabra.

No es que crea que escribir sobre mis cosas en un blog va a solucionar todos mis problemas. Ni siquiera estoy seguro que esto le vaya a interesar a nadie. Es cierto que esto empezó como un juego, como un experimento por probar algo nuevo y ahora, ya veis, se ha convertido en una absoluta necesidad de la que no puedo ni quiero prescindir. Puede que al principio no le encontrara el atractivo, pero a día de hoy tengo que admitir que me resulta fascinante eso de poder observar cuánto y cuán poco van cambiando las cosas con el paso de los años.

En el silencio de la noche le oigo sólo a él… Felices 28 siento que me está susurrando al oído ese tiaco de 25 que quería hacerse el duro frente a los demás, pero que estaba lleno de miedos e inseguridades. Ese chaval, que ya ha dejado de serlo, sigue un camino sin un destino claro, a veces tranquilo, a veces tortuoso, pero siempre su camino. 

Así es como uno llega a otro lugar, con otras circunstancias y otras personas… ¿y yo?

Pues yo soy el mismo, pero distinto.

OFF…