miércoles, 3 de junio de 2009

NO SE VAYAN... VOLVEMOS ENSEGUIDA

ON...


La publicidad da de comer a muchas personas. Me imagino la figura de un publicista como alguien tremendamente creativo, encerrado en su estudio rodeado de cachivaches extraños e imágenes surrealistas que traten de evocarle algo que le permita dar con esa idea que busca, que está dentro de su mente y que sólo necesita un empujón para salir al exterior.

Seguramente nada de esto sea cierto, pero me gusta pensar que los publicistas son creadores, al igual que lo son los pintores o los escritores. Captar la atención de millones de personas, impactar, convencer... eso no está al alcance de muchos. Ellos juegan con los sentimientos, con las ilusiones, con la realidad y con la fantasía. Y lo más impresionante... en apenas 20 segundos.

El oso polar de Coca-Cola, las burbujas de Freixenet, el perro de Scotex, el Calvo de la Lotería de Navidad o El primo de Zumosol son sólo algunos de los personajes que siempre quedarán grabados en mi retina.

El frotar se va a acabar; Tómate un respiro, tómate un kit-kat; El algodón no engaña o ¿Te gusta conducir?, algunas de las frases que siempre recordaré.

Vuelve, a casa vuelve, por Navidad; Tengo gambas, tengo chopitos,... Las muñecas de famosa se dirigen al portal,... o Colhogar, color de hogar, algunas de las sintonías que siempre tararearé.

Y resulta que ahora, todos estos y muchos otros momentos míticos, Televisión Española nos los quiere erradicar a partir de septiembre. La propuesta, aceptada ya, de quitar la publicidad de las cadenas públicas ha levantado un gran revuelo las últimas semanas.

¿Quién va a financiar entonces la gran cantidad de dinero que da la publicidad? Se mencionan el resto de cadenas privadas, operadores de telefonía e Internet... y todo esto, ¿no repercutirá finalmente en el consumidor? Estos días se mostraba una idea alternativa, según la cual la mejor solución pasa por reducir la publicidad de forma radical, pero no total. Veremos qué ocurre finalmente.

Lo cierto es que nos quitan esos 15 minutos interminables que te hacen perder el hilo de la película que estabas viendo o esos 10 minutos al final de los capítulos de las series que luego te 'compensan' con apenas 3 de desenlace.

Pero también nos quedamos sin el momento para hacer zapping, ir al baño, tomarse un vaso de agua, comentar la jugada con los amigos, lavarse los dientes, bajar la basura, hacer una llamada que habías pasado por alto, mirar el correo en el ordenador, besar a quien tienes al lado o ir a echar un cigarro.

La publicidad está en todo. En la prensa, en los buses, en la calle, en la radio, en la ropa,... Algunos dicen que es un arma tan potente que nos manipula los gustos, el comportamiento, la actitud e incluso la toma de decisiones. Nos lavan el cerebro de tal forma que terminamos siendo productos de lo que quieren que seamos. Publicidad encubierta, publicidad subliminal, publicidad provocativa, publicidad impactante, publicidad absurda...

Ese es el secreto del éxito, que un solo instante pase a ser recordado toda una vida.

OFF...

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