viernes, 12 de agosto de 2011

HOY PUEDO DORMIR TRANQUILO (Parte V)

Hacía tiempo que no pensaba en esta frase.

Hoy creo una vez más que así será esta noche. La vida le da una nueva vuelta de tuerca a mi existencia, regalándome una nueva oportunidad, una nueva aventura, un nuevo objetivo.

Se trata de volver a empezar o, más bien, de re-empezar. Puede que todo (o casi todo) sea conocido, pero también todo (o casi todo) adquiere una nueva dimensión, convirtiéndose en un reto que poco o nada tendrá que ver con la experiencia que guardo en mi recuerdo. 

Y no es que sienta nada especial, es que sé que es especial.

Hace justo un año todo se acababa de alguna forma y hoy todo eso vuelve a empezar. Hay quien se atreve luego a cuestionar la magia del destino pero las vueltas que da este mundo las empiezo a notar tras cada paso que doy. Siempre hay quien cuestiona las decisiones que uno toma. Hoy siento que camino con paso firme y seguro, con ganas de luchar y de seguir avanzando…

Mañana todo volverá a comenzar… pero mientras tanto me voy a la cama de nuevo con una gran sensación de calma. Hoy dormiré con la tranquilidad de seguir acompañado por una ‘mijita’ de buena suerte, de esa que tiene que complementar al mérito personal. No hay que pensar en imposibles, ni en pesimismos. Saber discriminar y sacar lo mejor de cada etapa y de cada persona se convierte en esa tarea entrañable y necesaria en el momento de hacer balance de lo vivido. Todo aporta, todo forma, todo enseña…

Y aunque a veces parezca que dejamos cosas atrás, debemos pensar que la energía fluye de forma natural y espontánea. Las cosas, al igual que las personas, van y viene en un constante oleaje que nos golpea o nos acaricia, según nos pille o no desprevenidos. Hay que dejar que todo vaya encajando, encontrando su lugar, adquiriendo el sentido y el significado necesarios que expliquen el devenir de los acontecimientos. Ha llegado el momento de abrir una nueva puerta. Eso sí, mientras se abre, aun quedan semanas de verano para disfrutar. Un verano tan intenso y especial, que a buen seguro guarda para la recta final algo potente e inesperado. Esa es la actitud y ese el optimismo que se ha convertido en una parte esencial en mí en los últimos meses. Porque ahora sé que no hay que darse por vencido en la tarea de perseguir los sueños.

Buenas noches… porque hoy sí que son buenas (aunque mañana me esperen 40 grados a la sombra).

Continuará…

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