viernes, 25 de mayo de 2012

JYSH - EIN PROSIT (T4, C4)

ON…

MPBlog: wake me up before you gogo

No estás de pie en las gradas de un campo de fútbol, sino subido a los bancos de madera de un Zelt o Keller. Levantas la jarra como si fuese la copa de campeones pero de fondo no suena Queen, sino música Schlager. Un litro de fría cerveza dorada rebosa con su blanca espuma y en ese momento chocan las jarras de todos los presentes mientras mirando a los ojos de la persona con la que brindas gritas... PROST!

Esta es la liturgia alemana de los Bierfeste. A partir de ahí, son detalles los que matizan las diferencias entre unas localidades y otras. Masificada o más íntima, de día o de noche, al aire libre o bajo techo, con atracciones, con puestos de comida, con música tradicional o moderna... pero siempre la misma esencia. Las fiestas de la cerveza se realizan una o dos veces al año: en primavera/verano y a principios de otoño. Y como allá donde fueres, haz lo que vieres, en las últimas semanas me he convertido en todo un experto en la materia.

Dicen que los borrachos entre ellos se entienden y doy fe sin ser notario. Las barreras lingüísticas y los prejuicios se rompen cuando uno va por el segundo litro de cerveza. Y he de decir que gracias al oro líquido he pasado los mejores momentos de mi estancia en este país. Mi relación con Jose sigue en un extraño e, incluso, incómodo parón, pero también gracias a ello me he abierto a las bondades y pasiones de otras personas.

Casi sin quererlo, el Jorge más golfo y sinvergüenza ha vuelto. Llevaba un tiempo dormido esperando un amor que no llega y me he cansado de buscar así que, si no hay amor, que haya sexo. Y que sea del bueno.

El día que vi a la primera alemana en Drindl algo en mi tercera extremidad inferior reaccionó de forma involuntaria. Para los que no estén al tanto, el Drindl es el vestido típico de estas zonas que muchas chicas usan en las fiestas y que ensalza los atributos femeninos para no dejar lugar a la imaginación. Vamos, que levanta las tetas para que no puedas dejar de mirar. Viendo lo visto, hasta me animé a comprarme unos Lederhose, los pantalones tradicionales de los tíos, y comprobar así si surtía algún tipo de efecto.

Y vaya si lo hizo! Unido al reclamo de ser español, me vi rodeado de repente de tías rubias de ojos azules que me abordaban a preguntas. Con el ego subido y consciente de que gran parte del éxito reside en creérselo, recuperé la confianza en mis posibilidades y, como solía hacer entonces, me dejé llevar. Y quien diga que un buen polvo no cura todos los males, es que nunca ha follado bien.

Lejos de alardear y antes de que se me tache de sobrado, sólo añadiré que Antía ha perdido su título honorífico. Ningún privilegio es eterno. Enseñándole fotos a Olaya, la sinceridad de amiga le hizo decirme que cómo lo había logrado. Regalos del destino, aunque sean fugaces.

Porque sí, han sido pocas las que han pasado de la primera noche y las que lo han hecho, tampoco han acabado de cuajar. Lo cierto es que cada vez me pregunto menos si la culpa es mía o es de ellas, me he establecido en un estatus de vivir el momento que evita casi cualquier tipo de atadura, que le quita importancia a los problemas y que poco o nada tiene en cuenta el futuro. Irresponsabilidad pensarán algunos. Sabio pragmatismo pienso yo.

La vida es más amable así. Yo, que venía del lugar donde lo difícil era encontrar un momento para uno mismo, me vi avocado a muchas tardes de indeseada soledad. Pero he sabido darle tiempo al tiempo y, afortunadamente, las cosas han progresado mucho. Ganarte la confianza y el afecto, sentirte parte, hacerte un hueco... No es tarea fácil, pero de repente un día estás yendo de barbacoa, viendo una película en el cine, tirado en el parque al sol, compartiendo un café, emborrachándote y bailando hasta el amanecer, hablando de fútbol, chicas, política o incluso de lo que sientes y te preocupa. Un día te ves levantando esa jarra de cerveza en buena compañía y te sientes bien. Es entonces, y sólo entonces, cuando una voz dentro de ti te dice vas por buen camino.

OFF…

No hay comentarios: