lunes, 13 de junio de 2011

JYSH - AIRES DEL MEDITERRANEO (T3, C5)

imageON…

MPBlog: wake me up before you gogo.

Estoy convencido de que todo lo que me está pasando tiene una razón de ser. Me escapo de todo unos meses, y todo ese todo se empeña en pasar por delante de mis narices a modo de resumen de mi vida. Algo así como el previo que ponen en las series de televisión antes de un nuevo capítulo, que sirve para recordar y retomar la historia.

Al igual que me había pasado con el mensaje de Claudia, aquel día que vi a Blanca conectada al messenger no dudé en abrirle conversación. No habíamos vuelto a hablar desde lo de Barcelona y ahí estábamos de nuevo, como si nada hubiera pasado, hablando por chat con la misma ilusión de la primera vez. La puse al día de todo y ella hizo lo mismo. Me entraron unas ganas repentinas de ir a verla, pero Barcelona me quedaba demasiado lejos como para volver a cometer la tontería de ir hasta allí. No conté conque últimamente mis deseos más profundos parecen tomar forma con solo imaginármelos…

Aunque nunca se sabe, a día de hoy parece evidente que mi retiro se acabará en unos meses. Es por ello que he iniciado las labores de búsqueda de trabajo de forma intensiva. En principio no tengo preferencias ni en el puesto, ni en el sueldo, ni en el lugar… así que viendo como están las cosas, echo el currículum a diestro y siniestro por internet en cualquier puesto de trabajo y/o empresa que capta un poco mi atención.

Cuando la semana pasada me llamaron de una potentísima multinacional no podía dar crédito. Eso sí, las pruebas de selección para el puesto de trabajo me obligaban a desplazarme hasta Castellón. Lo primero que pensé fue en la locura de viaje que me esperaba por delante en caso de acudir, así como el gasto de dinero absurdo. No tenía pensado atravesar todo el país, así que mi primera opción fue un NO clarísimo… hasta que hablé con mis padres. Loli me dijo que no sabía que tenía un hijo tan gilipollas que desperdiciaba oportunidades tan interesantes. Cuando a uno le tocan el orgullo, cambia mucho la perspectiva de todo, así que el NO se convirtió en un ¿por qué no?

Y como últimamente estoy absolutamente enganchado a las redes sociales, publiqué la impulsiva decisión en el twitter, sin poder imaginar que recibiría una respuesta que me dejaría con la boca abierta:

Es el destino...el curro te llama. Venga, me apunto. Si vienes hasta aquí vamos en carromato ;)

El impulso definitivo que necesitaba había llegado. El viaje absurdo había tomado ahora una nueva dimensión. La prueba de selección se había convertido en la excusa perfecta para hacer una escapada al Mediterráneo.

La llamé y volví a escuchar su voz. Me dijo que estaba dispuesta a acompañarme hasta Castellón y que, aprovechando que las pruebas se celebraban un viernes, podríamos bajar hasta Valencia y pasar allí el resto del fin de semana juntos. Ninguno de los dos conocíamos la ciudad así que el plan me pareció perfecto y su ofrecimiento era, cuanto menos, un bonito detalle.

La vi sentada en un bordillo a las afueras de un Carrefour. La sensación de toparme con la profundidad de esos ojos fue extraña. Le dediqué mi mejor sonrisa para que entendiera que nada del pasado importaba ya. El tiempo se había encargado de hacer curar las heridas y era momento de disfrutar del reencuentro. Fue todo muy diferente a como había sido un mes atrás con Claudia. La sencillez, la naturalidad y el buen rollo envolvían una atmósfera reposada y amable.

En efecto, visitamos Valencia como habíamos planeado. La ciudad de las artes y las ciencias, la catedral, la lonja de la seda, las torres Quart, el río Turia,… todo me sorprendió más de lo que esperaba. Valencia no es solo paella y naranjas. El recorrido por la impresionante albufera o disfrutar de la horchata y el agua de Valencia junto a un delicioso fartón fueron momentos realmente agradables. Ese día descubrí que su padre había estudiado en Valencia. Nunca me lo había contado y me pareció una bonita coincidencia. Buscamos la calle y la casa donde había vivido para sacarle fotos. Aunque Blanca no sea de las que muestran sus sentimientos a los cuatro vientos, sé que le hizo ilusión vivir ese momento.

Y así, poco a poco y de forma inesperada es como surgen las cosas… cómo una mirada, un gesto, una caricia te hacen acercarte a la otra persona. Casi sin darnos cuenta, estábamos dando rienda suelta a las pasiones. Lo que tanto nos había costado en el pasado, ahora era juego de niños. Todo resultaba fácil y espontáneo. Era como si ese cuerpo desnudo lo conociese desde siempre. Sin secretos, sin miedos, sin tapujos… Ella y yo en medio de todo y, al mismo tiempo, en medio de la nada.

No nos dimos más explicaciones que las necesarias. Poco había que contar y poco queríamos escuchar. Le di las gracias mil veces por todo lo que había hecho por mí ese fin de semana, convirtiendo un viaje agotador y sin sentido en algo loco e irrepetible. Ni qué decir tiene que no me dieron el trabajo que iba buscando, pero lo compartido con Blanca no me lo quita nadie. Fue como sacarse esa espina que llevaba clavada mucho tiempo dentro de mí.

Mientras nos despedíamos, nos prometimos que no tardaríamos tanto en volver a vernos. La invité a que fuera a visitarme y ella me respondió que le encantaría. No fue un beso, sino un abrazo el último gesto de cariño que hubo entre ambos. La sensata insensatez de todo aquello me hizo darme cuenta de que Blanca se había convertido en toda una mujer en los últimos meses y yo… yo no sé muy bien en qué o en quién me he convertido.

OFF…

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