sábado, 28 de junio de 2008

CHAMPÁN PARA MIS AMIGOS DE VERDAD Y SUFRIMIENTO PARA LOS QUE FINGEN SERLO


ON...

MPBlog: 'I don't want to be' - Gavin deGraw.

No era esto lo que yo tenía pensado para hoy.

El fin de mis exámenes se iba a ver materializado en un post radiante... que dejaremos para otro día. Y es que llevar un mes de estudio intensivo hace que no termine de creerme que ahora tengo todo el tiempo del mundo para hacer lo que me plazca.

Todas las ideas y planes que había maquinado mientras miraba una y otra vez el 'Bird', el 'McCabe' o el 'Levenspiel' con cara de agotamiento, ahora no sé dónde han ido a parar.

Creo que aún no me he hecho consciente de que las ansiadas vacaciones han llegado y sigo esperando las notas que faltan para ver si puedo o no respirar tranquilo. Vamos, lo que viene a ser que todavía no he sido capaz de 'desconectar'.

Sin embargo, las cosas ya no siguen como hace una semana. Y es que hoy, después de mucho tiempo, salgo de noche con dos de mis ángeles (estoy seguro de que acabaré como Charlie) y entre los tres... seguiremos sin desconectar XDDD, pero pondremos punto y final al cuatrimestre del tubérculo.

Además, ayer recibí mi ejemplar de 'El Juego del ángel' (el famoso libro de Carlos Ruiz Zafón y 'secuela' de la 'Sombra del viento' que hace dos o tres veranos me robó algo más que tardes de playa) el cual empezaré a leer en cuanto termine 'Cosmofobia' de Lucía Etxebarría (que, por cierto, tiene un blog muy curioso) y que tengo abandonado desde hace 20 días. Y, cómo no, trataré de empezar a leer de nuevo el primer Harry Potter para así disfrutar de la saga que me ha visto crecer y llegar al séptimo y último libro (que tengo en mi estantería desde el pasado 21 de febrero, esperando encontrar ese momento especial en el que descubrir el desenlace, así que a nadie se le ocurra desvelarme lo que pasa).
También pienso disfrutar de mi 'Wii' y mi nueva adquisición 'Okami', que me obligará a practicar mi inglés porque incomprensiblemente no viene traducido al castellano.

Y, por supuesto, ya he empezado a ver algunos de los capítulos que tengo acumulados de montones de series a las que estoy enganchado...

Hoy he estado viendo los primeros capítulos de la tercera temporada de la serie de los hermanos Scott. 'One Tree Hill' es una serie que engancha sin querer. En ningún momento pretende ser una historia excesivamente trascendental ni llegar a convertirse en la serie a ser recordada por toda una generación (o, al menos, en España no ha llegado a tener tal filón).

Digamos que 'One Tree Hill' es la mítica serie juvenil norteamericana en muchos aspectos. Los chicos juegan al baloncesto y las chicas son animadoras. Viven aceleradamente situaciones que no les corresponden a su edad y se ven involucrados continuamente en situaciones que rozan la tragicomedia.

Sin embargo, la serie tiene sus puntos fuertes. Una banda sonora más que aceptable, una localización estupenda (mi adorado Wilmington, que algún día espero conocer) donde ya han sido rodadas más series y, de vez en cuando, diálogos ingeniosos que te hacen pensar. Es muy común que los capítulos empiecen o acaben con la voz en off de Lucas recitando frases de libros o de personajes famosos, que pretenden darle profundidad al trancurso de los sucesos.

En el episodio que vi esta tarde y que da título a este post, Mouth (que encarna al personaje de 'Nerd' o chico feo, impopular y mediocre en general, pero con un buen fondo) le propone a Peyton (la chica guapa, amante de la música y el arte pero atormentada por trágicas experiencias) que le acompañe a una residencia de ancianos, en la que visitan al abuelo de Mouth, que padece alzheimer y al que invitan a pasar una tarde con ellos fuera de las cuatro paredes en las que vive encerrado.

Peyton, que acaba de descubrir que su madre biológica padece cáncer, le dice a Mouth que aunque el alzheimer es una enfermedad tremendamente cruel que te roba tu memoria y tus recuerdos, te permite al mismo tiempo vivir sin los remordimientos por todas las cosas que uno desearía cambiar de su vida.

Mouth había tenido momentos antes una conversación con su abuelo en la que este, pese a su casi total falta de memoria, le pide perdón por todos los errores cometidos (el anciano, que había perdido la relación con el padre de Mouth, cree que su nieto es en realidad su hijo y por eso se sincera con él).

Es por ello que el chico le contesta a su amiga que puede que sea cierto lo que dice, pero que él se queda con los remordimientos... mientras vayan acompañados de buenos recuerdos. "Todos tenemos remordimientos", añade. "Pero a algunos nos queda tiempo para borrarlos".

El ambiente huele a playa, a sol y a fiestas, a acostarse tarde... y a levantarse tarde. Huele a viajes, a despreocupación y a experiencias... huele a aires de renovación.

Puede que yo todavía no lo haya notado plenamente, pero lo cierto es que mis vacaciones ya han empezado oficialmente y tengo más de dos meses por delante para darme cuenta.

OFF...

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