ME LO PIDO

Queridos Reyes Magos:

Un año más, no falto a la oportunidad que me brindan de escribirles mi carta. No sé si será un poco tarde para enviarla, pero bueno, como esto de internet es casi tan mágico como ustedes, confío en que les llegue a tiempo.

El caso es que ésta es la segunda carta que les mando y no, no es que quiera cambiar los regalos que he pedido, pero me he dado cuenta de que se me ha olvidado una cosilla.

No tengo del todo claro si van a poder traérmela esta noche y eso que les dejaré, como siempre, el vaso de leche, el de anís y los polvorones que tanto les gustan (ya se sabe, no se puede trabajar con el estómago vacío), pero el caso es que lo que tengo que pedirles no es nada que puedan ir a comprar a unos grandes almacenes.

Ya sabrán (ustedes lo saben todo) que en 2008 he tenido mis más y mis menos. Puede ser que no haya sido el hijo, amigo o compañero que debería en algunos momentos, pero también soy consciente de que me he volcado en muchas personas y cosas, a las que les he ofrecido, e incluso dado, lo mejor de mí mismo.

Un año da para mucho y este último vaya que si ha dado. Aún recuerdo cómo vibré con la Selección Española en la Eurocopa, lo que me costó hacer la memoria de las prácticas de sedimentación, el calor que pasé en Roma o la alegría al ver mi nota de Fenómenos de Transporte. Tampoco podré olvidar el día que se creó La Leyenda de los Elegidos (que espero tenga nuevas crónicas la próxima primavera), el reencuentro con el Sella o mi no tan lejano cumpleaños. Siempre llevaré conmigo el día que ejercí de camarero en 'El Jardín' y la marea de gente (y basura) de la espicha de la novena (para algunas siempre seré el intelectuallllll). He atravesado un año en el que la crisis económica mundial ha sido la protagonista, en el que se celebraron en Pekín una de las Olimpiadas más polémicas y en el que he sido, una vez más, espectador incondicional de Gran Hermano 10. Me reí y baile cientos de veces el 'Chiki Chiki', voté por primera vez en unas elecciones generales e Ingeniería Química fue elegida como la mejor carrera de mi región. Incluso me compré unos patines en línea, sellé una caja de buenos propósitos con alguien importante e hice ejercicio con la locura mundial que ha sido el Wii Fit. Me emocionaron los nuevos discos de 'La Oreja de Van Gogh' (con nueva cantante incluida) y el 'Viva la Vida' de Coldplay, así como la imposibilidad de llegar a leer el último libro de Harry Potter (lo tengo en la lista de tareas pendientes) por el miedo a acabar de una vez una heptalogía (o como se diga) que ha marcado parte de mi vida. También en 2008 me compré un portátil de categoría, me concedieron una beca a la excelencia académica, me publicaron varios artículos en la revista del Colegio de Químicos, recibí un premio de la asociación de belenistas y gané un concurso de cuentos en alemán. Y hablando de Alemania... también disfruté de una beca para un curso tándem de verano en Bochum, donde visité tantos lugares, conocí a tanta gente estupenda y viví tantos momentos únicos e irrepetibles... que me han impulsado a solicitar un Erasmus para el próximo curso allí (bueno, en este caso para Stuttgart). De todas formas, esto formará parte del 2009, así que ya les aburriré en otra ocasión con detalles de la que espero sea mi ciudad de residencia y estudios en unos meses.

Todo esto, y mucho más que me dejo a propósito en el tintero, ha conformado mi 2008 y aunque, afortunadamente, apenas tengo necesidad de nada, aún hay algo que me gustaría pedirles. Así es que junto a los polvorones, esta noche les dejaré una nota. En ella dejaré escrito lo que realmente me pido para este año. Sólo espero haber sido lo suficientemente bueno como para que me lo concedan.

Su más acérrimo defensor.

PD. Les veo esta tarde en la cabalgata. No se olviden de tirarme algún caramelo.