viernes, 16 de enero de 2009

TODO (SE) VUELVE

ON...


¿Nunca habéis tratado de escabulliros de encontrar, hablar o, simplemente, mirar a los ojos a alguien que sabéis sólo os traerá conflictos y desdichas?

Bienvenidos al 'Ojo de Halcón'...

Pues eso hubiera hecho Liz anoche, nada más salir como expulsada, de haberla dejado la organización de Gran Hermano. Estoy seguro que Liz hubiera deseado no acudir a la entrevista con Mercedes Milá (que ayer presentó el programa de vasca) de saber el percal con el que se encontraría en plató.


Haciendo caso al demonio que todos llevamos dentro, he de confesar que fue una gozada de no-entrevista (probablemente la mejor de esta edición) y mejor que hubiera sido si Mercedes no hubiera respaldado tanto a Liz. La verdad es que fue divertido ver cómo el trío de hienas (Gisela, Loli y Nani) se avalanzaba sobre la dominicana, a Julito argumentando de la misma forma que lleva haciendo toda la semana, a una Mirentxu cazada en sus renuncios, a Ana Toro llena de desencanto y amargura o a la propia protagonista de la noche, una Liz con los ojos llorosos que aguantó los chaparrones estoicamente, como quien en lo más profundo de su ser sabía con lo que se iba a encontrar y que era inevitable que pasara.
Y quizás me lo pasé tan bien porque ninguno de ellos me dio ni la más mínima pena. Ni Liz fue una santa dentro de la casa, ni las otras dejan de ser unas envidiosas revenidas que sólo disfrutan con el mal ajeno. Loli ha resultado ser la mayor amargada que ha pasado este año por la casa de Guadalix. Tanto es así, que no me extraña nada que la dejaran plantada en el altar (menudo momento de lucidez que tuvo su chico el día que tomó esa decisión). Gisela no ha hecho sino decepcionarme tras salir de la casa. La cándida inocencia y suavidad de la canaria han dado paso a una aprovechada que sólo busca sacar tajada a base de polémica y rencor. Por su parte Nani... ¿qué decir de Nani? Pues que al menos se la veía venir.


Julito, como no podía ser de otra forma, protagonizó uno de los momentos más absurdos de la noche. Sus veintimuchos años han vuelto a quedar, una vez más, en entredicho. Y Mirentxu... pues yo le diría que con sus 70 primaveras ya cumplidas se olvidara de toda esta panda de ch... y p..., digo chavalas y paisanos, porque sinceramente de ahí no puede salir nada bueno.

Pero bueno, volviendo a una casi deshabitada casa en la que sólo quedan ya los 3 FINALISTAS, los que ya lo eran desde la semana pasada, Almudena e Iván, junto a Orlando, que por poco se salvó de la expulsión. Tras recoger de la Sala de las Puertas el que puede ser el teléfono que le otorgue a uno de ellos los 300000 € del ansiado premio, todos tuvieron que pasar por una sala de expulsión que se convirtió de forma improvisada en un viaje al pasado.

A cada uno se les proyectó uno de sus momentos más destacados dentro de la casa y tuvieron la oportunidad de verse cara a cara con la persona con la que lo protagonizaron. Almudena revivió el momento de no dejar dormir a Mirentxu, Orlando la cena y la hora sin cámaras con Nani e Iván la gigadiscusión con Loli en la prueba de las coreografías.

Con todo esto, y aparte de las graciosísimos vídeos de las italianas (al final la elegida para participar en el Grande Fratello fue Leonia) que han hecho que esta semana no fuera un aburrimiento como suele pasar en los finales de GH (y, por cierto, genial también la prueba de pintar figuras de las 146 personas que han pasado por el programa durante las 10 ediciones), ayer se buscaba claramente reavivar la polémica y, como suele pasarnos a casi todos, los (ex)concursantes cayeron como moscas, dando lugar a una gala llena de enfados, gritos y malas caras que, sin embargo, permitieron al programa mantener sus habituales estupendas cuotas de pantalla, pese a enfrentarse al final de temporada de 'El Internado' y tras haber sido reubicada varias veces esta semana debido a la particular crisis que atraviesa Telecinco . Al final, mira tú por donde, Gran Hermano pasó por el miércoles la semana pasada (mismo día en que se emitieron las primeras ediciones) y ahora ha vuelto a los jueves (día de emisión de la mayoría de las ediciones pasadas). De todas formas, y sea el día que sea, los seguidores de GH (que somos muchos) no faltamos a nuestra cita semanal con la vida en directo.

Tras más de cuatro meses de andadura, sólo faltan 7 días para la Gran Final de Gran Hermano 10. No sé si estoy preparado para volver a cerrar los ojos...

Nota final: 9,5

La mirada siempre puesta en ellos, el ojo puesto en todas partes.

OFF...

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