jueves, 18 de noviembre de 2010

HOY PUEDO DORMIR TRANQUILO (Parte III)

Más allá, lo inesperado…

¡Qué atrevido fui el otro día al afirmar esto pero cuánta razón tenía (sin saberlo)! Lo dije erróneamente porque lo inesperado es precisamente lo que uno no espera y no lo que uno espera pero desconoce. Claro está, la predicción no podía dejar de hacerse realidad por una imprecisión lingüística y, como inesperadas pueden ser muchas cosas… Hoy ha sido una de ellas.

Una llamada cambió hace un par de días el rumbo de mi futuro más próximo, ese poquito de futuro que le queda a 2010 antes de convertirse definitivamente en pasado. Y con esa llamada llegó un nuevo reto… y con el nuevo reto, una nueva vivencia… y con la nueva vivencia, una nueva ilusión… Y es que hoy se ha convertido, casi sin quererlo, en una de esas tantas primeras veces que forman parte de la vida de las personas.

Y no es que sienta nada especial, es que sé que es especial.

Así es como lo inesperado se transforma en descubrimiento, el miedo en experiencia y los nervios en seguridad. Dicen que las primeras veces no suelen ser buenas… yo hoy no puedo dar credibilidad al dicho.

Mañana todo volverá a comenzar… pero mientras tanto me voy a la cama de nuevo con una gran sensación de calma. Hoy dormiré con la tranquilidad de saber que no hay descubrimiento que se alcance sin reto, ni experiencia que se gane sin vivencias, ni seguridad que se logre sin ilusión. Las oportunidades se presentan de repente, cuando menos se esperan y no hay que dejarlas escapar. Ya no hay tiempo para el aburrimiento ni la rutina. Esto va rápido, muy rápido y por eso me empapo de todo como solía hacer entonces… porque ahora no pienso perderme nada.

Lo mejor de todo, que esto es sólo el principio, un pequeño aperitivo digno de los paladares más selectos y exquisitos. El plato fuerte aún está por llegar. Y lo espero con tanta hambre que se me hace la boca agua y eterna la espera. Lástima que hoy ya haya cenado y que no sea la gula mi pecado capital.

Buenas noches… porque hoy sí que son buenas (aunque mañana haya que madrugar).

Continuará…

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