jueves, 14 de febrero de 2008

LO QUE NECESITAS... ¿ES AMOR?

ON...

No sé si es algo que pensamos sólo los que estamos sin pareja o si es una creencia generalizada, pero el día de San Valentín apesta.

Un día en el que dos personas han de demostrar su amor en función de la cuantía de un regalo no puede significar nada bueno.

Sin embargo, la excusa del amor es recurrente en muchos ámbitos del mundo que nos rodea: el cine, la literatura y, cómo no, la televisión. Tocar la fibra sensible de las personas es una táctica como otra cualquiera y, de hecho, funciona en muchos casos.

En mi propósito de demostrároslo hagamos un poco de memoria televisiva.

Aunque son varios los programas que han versado su desarrollo en torno a las parejas o al amor, me voy a quedar sólo con uno muy representativo (y así podré guardar el resto para críticas sucesivas).

Año 1993. Isabel Gemio es fichada por Antena 3 para presentar un nuevo programa: 'Lo que necesitas es amor'. Al programa acuden personas para realizar demostraciones de amor a su pareja, pedir en directo y delante de millones de personas el matrimonio, lograr una nueva oportunidad o reconciliación e, incluso, buscar el alma gemela entre una series de candidatos/as.

Para ello, los invitados se ponen en contacto con el programa, el cual sale en búsqueda de la otra persona en una caravana ('la caravana del amor') por toda la geografía española, para invitarla a que asistiera al programa. Que lo hiciera o no era considerado uno de los momentos más álgidos del programa, pues la ausencia de la persona significaba el rechazo hacia la que la esperaba sentad@ en el sillón del plató.

El programa pronto alcanzó grandes audiencias y cuotas de pantalla, otorgándole una gran popularidad a Isabel Gemio. En sucesivas temporadas Isabel fue sustituida por Jesús Puente y, en su etapa final, por Pedro Rollán.

Ahora bien... ¿de verdad este espectáculo era necesario? ¿es que el amor ha de demostrarse con grandilocuentes actos o suntuosos regalos? ¿acaso no son más importantes los pequeños detalles de todos los días: el apoyo, el respeto y el cariño? ¿no valen más unas palabras de ánimo que un anillo de oro blanco, una sonrisa más que un bolso de diseño y un abrazo más que un ramo de rosas?

¡Ay! Si Cupido levantara la cabeza...

OFF...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues sí, San Valentin es una toooooooooooonteria mu grande!!! Pero debe ser que hay gente que no lo piensa porque sino no tendría tanto éxito y las tiendas no lo pregonarían tanto... pero bueno, es lo que hay...
Bueno, voy a ver si soy a hacer algun ejercicio de la de libre.

Un muaaaack!!!!

Anónimo dijo...

Hola! Ante todo pedirte disculpas por mi tardanza, estos días he estado un poco atareada.
Buena paradoja la que nos presentas con eso de San Valentín; para mi, la cosa está clara: ¿qué es más fácil, hacer que tu pareja sea feliz, con el esfuerzo diario de demostrarlo (sabiendo escuchar, aceptando a la persona en cuestión, aprendiendo a convivir, etc.) o comprar un regalito, y no hacer más que eso? obviamente, para la muchas personas lo segundo es lo fácil, mano de santo, especialmente para aquellas víctimas del consumismo.
Éste es solo mi punto de vista, claro está que hay personas de todo tipo, con multitud de valores personales que les apetece hacer un regalo de vez en cuando. Pero... ¿qué es lo que abunda? Desde luego, si la cosa no tuviera éxito, los comercios y los medios de comunicación no se molestarían en crear este tipo de cosas, y me alegro por ellos, porque todos nos tenemos que ganar la vida, pero me preocupa que dejemos de dar importancia a las cosas que realmente la tienen.
Un saludísimo.
PD: yo no regalé nada J