viernes, 24 de octubre de 2008

TE CONDENO

ON...

¿Acaso existe una frase peor para dirigirse a una persona?

Puede que sean sólo dos palabras, nada del otro mundo diréis, pero esconden tanto tras de sí...

¿Qué dice la Real Academia de la lengua Española acerca de esto? Pues la RAE dice muchas cosas. Tanto es así, que la palabrita en cuestión tiene hasta 10 'maravillosas' acepciones, a cada cual más agradable y que textualmente paso a plasmar a continuación:
condenar
(Del lat. condemnāre).
1. Dicho de un juez: Pronunciar sentencia, imponiendo al reo la pena correspondiente o dictando en juicio civil, o en otras jurisdicciones, fallo que no se limite a absolver de la demanda.
2. Forzar a alguien a hacer algo penoso. Condenar a no salir, a no andar.
3. Reprobar una doctrina, unos hechos, una conducta, etc., que se tienen por malos y perniciosos.
4. Tabicar una habitación o incomunicarla con las demás, teniéndola siempre cerrada.
5. Cerrar permanentemente o tapiar una puerta, una ventana, un pasadizo, etc.
6. Echar a perder algo. Condenar un traje.
7. Molestar, irritar, exasperar.
8. Dicho de una cosa: Conducir inevitablemente a una situación no deseada. La vida sedentaria condena a la obesidad.
9. Culparse a sí mismo, confesarse culpado.
10. Incurrir en la pena eterna.

Se condena a los culpables, a los que han hecho algo mal, a aquellas personas que por una o varias razones se las quiere castigar.

Se condena mediante una sentencia firme, recta e inamovible... aunque a veces se le trate de dar un toque de conmiseración y lástima ficticio.

Se condena con desprecio, sin un ápice de compasión, misericordia o cariño... olvidando cualquier posible lazo afectivo existente entre las partes y que el tiempo ya se encargará de ir borrando.

Se condena con amargura, envidia y rabia contenida... como si se dispusiera de una falsa autoridad que ejercida de forma sibilina otorga una satisfacción interna que no puede lograrse por otros medios.

Se condena con miedo. Miedo a sobrepasar la línea, a que la otra parte se rebele y a que en el futuro el arrepentimiento ya no sirva de nada.

En televisión se suele usar la expresión para designar a aquellos programas que, por su falta de éxito, están próximos a ser relegados a horarios peores o incluso a su extinción.

Y es que, a pesar de llevar poco más de un mes de otoño, ya son muchos los programas que han sido retirados o maltratados por las televisiones de nuestro país esta temporada. Así, Telecinco ha condenado al silencio eterno a '¿xq no te callas?', Cuatro ha hecho lo propio con 'Circus', 'Fifty fifty' y 'Visto y oído', Antena 3 con 'El síndrome de Ulises', 'No es programa para viejos', 'Cazadores de hombres' o 'El método Gonzo' y La Sexta con 'De patitas en la calle' o 'No te olvides la canción'.

Sin embargo, es una expresión tan oscura, ausente de humanidad y cargada de ira, que normalmente la tengo apartada de mi léxico habitual. Esto no quiere decir que no condene a ciertas personas o cosas. De hecho, consciente o inconscientemente, todos lo hacemos. ¿Quién no condena una guerra, la explotación infantil, la falta de cuidado de nuestro planeta y tantas otras injusticias que nos rodean?

Sin embargo, jamás JAMÁS sería capaz de condenar a un ser querido. Pero claro, no todos somos iguales...

OFF...

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