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No estoy seguro de que la jornada de ayer haya sido ciertamente de reflexión. Para algunos habrá sido un sábado más, para otros un sábado de denuncia e indignación, para otros un sábado de fiesta y para una familia en particular, un sábado de desolación.
Desde este humilde rincón del planeta, mi apoyo a la familia de Isaías Carrasco y, por extensión, a todas las familias víctimas del terrorismo.
Pero ayer también fue un sábado eurovisivo. Bajo el lema 'Salvemos eurovisión', tve preparó anoche un programa especial en el que sería seleccionada la canción que representará a España en el festival de Eurovisión el próximo 24 de mayo.
En la gala capitaneada por una Rafaella Carrá alegre y vital, por la que parece que no pasan los años, participaban diez artistas: cinco de ellos fueron selecionados por un jurado y los otros cinco eran los que más votos hubiesen recibido a través de internet (en la plataforma MySpace).
Parece que Eurovisión muestra claros síntomas de agotamiento. Con OT, Rosa y el famoso 'Europe's living a celebration' parecía que se lograría avivar la llama de Eurovisión, pero esto fue sólo un espejismo. Desde entonces, el interés por el festival no ha hecho más que decaer a pasos agigantados.
Muchos piensan que debiéramos hacer como Italia, dejar de participar. A muchos otros simplemente les da igual. Lo que está claro es que hace mucho que Eurovisión ha dejado de ser lo que era.
En esta situación, tve decidió realizar una convocatoria masiva a través de internet para que cualquiera pudiese presentar su candidatura. A ella acudieron tanto personas anónimas como 'personalidades' de la talla de Malena Gracia, la Terremoto de Alcorcón,... y Rodolfo Chikilicuatre.
Este personaje, creado por Buenafuente y promovido desde su programa, logró el primer puesto en las votaciones de la red. Ayer fue de nuevo el más votado por los telespectadores (esta vez vía telefónica y sms), lo que quiere decir que ya tenemos representante para ir a Serbia.
A estas alturas, los grandes defensores del festival estarán indignados por la selección, pues considerarán que no es un verdadero cantante, que le ha quitado el puesto a alguien que se estuviera buscando un hueco en el mundo de la canción, que es puro márketing y publicidad para Buenafuente y su programa, que un personaje así nos va a dejar en ridículo, que la canción es absurda y vergonzosa,...
Los que lo hayan votado pensarán justo lo contrario. Que alguien impactante y extravagante es el perfecto candidato para participar en Eurovisión, que el festival necesita de estos aires de renovación, que la canción es pegadiza, simpática y bailona,...
El sector No sabe/No contesta también estarán encantados con la victoria de Chikilicuatre. A ver si de una vez por todas nos salimos ya del bochornoso cutre-espectáculo que es Eurovisión. Si Reino Unido manda a un obrero e Irlanda a un pollo de goma, ¿vamos a ser nosotros menos?
Lo cierto es que quizá Chikilicuatre no sea un gran artista, pero tampoco estoy seguro de que Eurovisión sea un gran festival. Sin embargo, hay que reconocer la buena campaña de Buenafuente que incluso organizó una concentración en el Santiago Bernabeu. Chikilicuatre, Rodolfo o como quiera que se llame simplemente está aprovechando su momento para sacar tajada. Su 'Baila el Chiki-Chiki' se convertirá en la canción del verano y luego... luego todo quedará en el olvido.
Y mientras todo eso ocurre yo ya he utilizado mi hora del día para cosas inútiles. Espero hacer algo más productivo en lo que resta como, por ejemplo, ir a votar.
Porque hoy es día de elecciones, ¿recuerdan?
OFF...
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