El azar se presenta ante nosotros en multitud de ocasiones como algo crucial y determinante. Y, como no podemos controlarlo de manera alguna, nos genera tanto miedo que nos hemos inventado todo tipo de supersticiones y amuletos que nos ayuden a darle algún tipo de explicación racional a la diosa fortuna.
Absolutamente todos los aspectos de nuestra existencia tienen una parte que se escapa a nuestro control y manejo. Somos susceptibles de ser atacados en cualquier momento por la desdicha y como tal, no podemos hacer más que aceptarlo. No es algo que podamos elegir, así que no nos queda otra. Cuanto primero lo asumamos, mejor.
Y como para muestra un botón, hoy vengo cargado de documentos gráficos (televisivos, cómo no).
Empecemos por la impaciente presentadora de los informativos de Telemadrid, la cual parecía no tener muchas ganas de dar la noticia de Rouco Varela.
Pero hay cosas mucho peores. Marisa Naranjo hizo que todos los españoles empezáramos con mal pie el año 1990 con las campanadas más sonadas de la historia de España.
Pero es que da igual la profesionalidad o experiencia que tengas. Y si no, mirar los chivatazos a Mercedes Milá por el pinganillo en la última edición de 'Gran Hermano'.
Pero es que claro, si además somos nosotros mismos lo que ayudamos a la mala suerte sólo nos pueden pasar cosas como la que le ocurrió a Fernando Arrabal con el 'milenarismo'.
Pero si la suerte se une con la suerte... sólo puede quedarnos la mala suerte. Como prueba, este caótico lío con los dados en 'El Nuevo Juego de la Oca'.
¿Y qué me decís del ataque de risa de Patricia Gaztañaga en su 'Diario'? Si es que no se puede confundir a Juan con Fernanda...
Y, por último, uno de mis preferidos, Carmen Hornillos en 'Corazón de Milenio'. Si es que no se puede trabajar con incompetentes...
Así es que, no os asustéis si veis un gato negro, si pasáis por debajo de una escalera, si tenéis abierto el paraguas en un lugar con techo, si se os derrama la sal o si rompéis un espejo.
Es cierto, hoy es Martes y 13 (jornada de infortunios donde las haya). Sin embargo a la suerte eso le da igual. Ella no entiende de días, os perseguirá de por vida sin daros tregua y lo que nunca sabréis es si esa suerte que os acecha sin descanso es de la buena... o de la mala.
No le déis la espalda a la suerte. No sirve de nada.
en desconexión... re-posteo esta entrada porque, 'como manda la tradición' y además coincidiendo con un martes-13, estaba claro que el Martes de Campo celebrado en mi localidad no podía acabar de otra manera. A pesar del día soleado de ayer... son las 15:20h y ha comenzado la tormenta. ¡Qué mala suerte!
OFF...
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