lunes, 25 de enero de 2010

TENER 20 AÑOS (PRIMERA PARTE)

ON...


Emulando al mítico Dúo Dinámico y cambiando sutilmente la letra de uno de sus grandes éxitos podríamos cantar aquello de: 20 (veinte) años (años) tiene mi amor, le gusta (gusta) tanto (tanto) la televisión...

Justo hoy, 25 de enero, hace 20 añazos que Antena 3 iniciaba su andadura. Si bien es cierto que ya un mes antes habían comenzado las emisiones de prueba, lo cierto es que fue tal día como hoy hace dos décadas cuando se comenzó a ampliar la oferta televisiva en España.

Este blog parece que últimamente gusta de recordar y escribir acerca de todas cuantas efemérides (más o menos relevantes) están teniendo lugar en los últimos meses, que ya son unas pocas. Así que vamos por una más...
Está claro que Antena 3 abrió en 1990 una nueva perspectiva al panorama televisivo español, rompiendo en cierto modo con el tradicionalismo del Ente público y dándole un nuevo toque a la caja tonta, a la espera de que se sumara Telecinco apenas un mes más tarde y se completara así el grupo de canales que durante aproximadamente 15 años pudimos disfrutar en abierto en la pequeña pantalla de nuestras casas.

Aunque no recuerdo los comienzos de Antena 3 (por razones cuasi evidentes), sí que tengo (y muchos) de algunos de sus programas y series más emblemáticos: en sus primeros años rompieron moldes las series 'Canguros' (con mi adorada Paula Vázquez haciendo de Nancy), 'Hermanos de leche' (genial dúo entre José Coronado y Juan Etxanove, que luego sería sustituido por el Wyoming) o 'Los ladrones van a la oficina' (indescriptible comedia con algunos de los mejores actores nacionales), los programas de entretenimiento como 'El juego de la oca' (qué buenos momentos me hicieron pasar Emilio Aragón y Lydia Bosch), 'Sorpresa, sorpresa' (o la máquina de hacer sueños de Isabel Gemio), 'Lo que necesitas es amor' (y su famosa caravana del amor), 'La parodia nacional' y 'Alta tensión' (ambos programas con la irrepetible voz de Constantino Romero) o 'Lluvia de estrellas' (de cómo los anónimos atravesaban una puerta llena de humo y salían convertidos en conocidos artistas).

Luego llegaría la eterna 'Compañeros' (retumba y retumbará siempre en mi cabeza el No te fallaré...), 'Manos a la obra' (Manolo, Benito y su lalilo lalo leiro...), 'Sabor a ti' (o la culminación del éxito de Ana Rosa Quintana), 'Furor' (ese frenético duelo musical entre famosos con Alonso Caparrós al timón), el 'Club Megatrix' (volvemos en un trix) o 'Trato hecho' (con el ratón virtual Lolo).

En la última década triunfaron 'Aquí no hay quien viva' (con el portero como seña de identidad), 'La isla de los famosos' (en sus versiones de isla, selva y sabana), 'Pasión de Gavilanes' y 'Yo soy Betty, la fea' (telenovelas que engancharon a medio mundo), 'Homo zapping' (crítica a la televisión desde la televisión), 'DEC' (el corazón más polémico y agresivo hasta la llegada del tomate), 'Buenafuente' (el gran causante del final de 'Crónicas Marcianas'), 'Un paso adelante' (que llenó carpetas y carpetas de jovencitas con fotos de sus protagonistas) o 'El diario de Patricia' (que ahora es de Sandra).

Actualmente (y ya desde la ampliación de las cadenas generalitas), Antena 3 ha perdido bastante fuelle, pero aún cosechan éxitos la reedición de 'La ruleta' (con Jorge Fernández invicto durante casi tres años), 'El internado' (la tensión y el misterio de la Laguna Negra), 'Física o química' (la nueva generación de jóvenes) y 'Doctor Mateo' (una vuelta al entorno rural).

Inolvidable será 'Farmacia de guardia' (de la que se está preparando una tv movie), los inicios con Silvia Jato del veterano 'Pasapalabra' (que perfectamente ha sabido revitalizar Telecinco), ver una y otra vez series americanas como 'El príncipe de Bell-Air', 'Sabrina: cosas de brujas', 'Padres forzosos', 'Primos lejanos' o 'Cosas de casa', momentos solidarios como las diez ediciones del 'Telemaratón' o las últimas galas de 'La noche de los inocentes', las noticias con Matías Prats y Susanna Griso (que ahora conduce con éxito el magacín matinal 'Espejo público') o hace unos años con Jose María Carrascal (y sus corbatas estrafalarias) y Rosa María Mateo. Y todo ello, siempre rehogado con una buena sesión de 'Los Simpson' a la hora del almuerzo (uno de los estandartes de la cadena).

Algunos dicen que 20 años ya son toda una trayectoria, otros consideran (como bien dice el logo de la propia cadena) que con esa edad aún se tiene toda la vida por delante. Pero lo cierto es que, como todo, depende de la perspectiva desde la que se miren las cosas. Para un mosquito 20 años es algo inimaginable, para un árbol algún que otro surco de más. Estar 20 años con una persona es mucho tiempo y en el cómputo de la historia de la humanidad 20 años apenas tienen importancia. Un ordenador de 20 años es toda una reliquia, mientras que un libro de hace 20 son sólo páginas que empiezan a destintarse. Puede que un chaval de 20 años sea sólo un yogurín imberbe e inexperto para los que ya pasan el cuarto de siglo, pero será todo un hombretón, hecho y derecho, para las quinceañeras.

Me queda la duda entonces... ¿son mucho 20 años? ¿suficientes? ¿o demasiado pocos?

¿Me puede ayudar alguien a dar respuesta a esa pregunta que ahora mismo ronda mi cabeza y que apenas me deja descansar? El problema es que la incógnita viene con fecha límite. He de tener desenmarañada mi indecisión antes de que Telecinco cumpla sus 20 años. Y para esto, como bien he dicho antes, queda poco más de un mes. En concreto, tenemos hasta el 3 de marzo. A ver si entre todos lo logramos. Nos vemos entonces, porque de momento (me guste o no), como bien decía Ernesto Sáez de Buruaga... Así son las cosas y así se las hemos contado.

Continuará...

1 comentario:

Javi dijo...

20 años no son nada... pero lo son todo.

Espero no llegar a los 40 y recordar los primeros 20 años de mi vida como "simples" e "irrelevantes". Fueron de lo más intenso, la verdad.

Pero no son nada comparado con lo que (en principio) me queda por delante. Toda la vida... o casi toda.

20 años son sólo el principio. Esperemos.