lunes, 8 de diciembre de 2008

SEGUIREMOS CAMINANDO

ON...

MPBlog: 'Caminar por la vida' - David Civera

Hace casi 3meses comentaba aquí el dulce sabor de boca que me había dejado un nuevo programa de cuatro: Pekín Express.

Empezó sin hacer demasiado ruido, aunque ya desde el primer momento obtuvo audiencias bastante superiores a las de la media de la cadena.

Al principio no era bastante lioso, porque era difícil quedarte con el nombre e identificar a todas las parejas. Sin embargo, un día leí una entrevista que le hicieron a Paula Vázquez (la directora de carrera) en la que decía que Pekín Express realmente tomaba intensidad a partir del ecuador del programa.

Dicho y hecho. Ya en las últimas etapas de rusia, apenas quedaban la mitad de las parejas y se les podía dedicar más tiempo a cada una de ellas en la emisión dominical. Intrépidos juegos de inmunidad como el de las minas rusas (¿o eran ya en Mongolia?), descubrimiento de otras culturas y formas de vida, el viaje en el mítico transiberiano, atravesar la muralla china o los Urales, recorrer el desierto del Gobi (espectacular la doble caída de José del camello), enfrentarse a la polcía china o situaciones graciosas debidas a los hándicap como ver ir al baño a Martha y Javier juntos, la chamana pesada que acompañó a Carlos y Mario o el gigante mongol que desesperó a Fernando y María.

Precisamente estos últimos, que al principio pasaban desapercibidos, se convirtieron en los flamantes ganadores de Pekín Express. Martha y Javier, la segunda pareja finalista, no se lo pusieron fácil (en contra de lo que podría parecer en un principio) en la gymkhana que se desarrolló por toda la ciudad de Pekín. Realmente me sorprendió Pekín: esa mezcla de opulencia y absoluta pobreza, esa atmósfera cargada a más de 30ºC y con un alto porcentaje de humedad, ese cielo gris y neblinoso debido a la alta contaminación (es la ciudad más contaminada del planeta), ese ambiente ordenado (debido al régimen comunista imperante) pero caótico (coches, más de 10 millones de bicis, calles y plazas abarrotadas de gente...).

Finalmente, Fernando y María (cuya victoria es para mí más que merecida) acumularon, tras las 13 etapas del programa, 45 días de carrera y más de 10000km recorridos, 14 amuletos que se convirtieron en 78000 € (una cantidad mucho inferior si la comparamos con el premio de otros realities que son además mucho menos duros). Justo en el momento del gong que les convertía en los ganadores Fernando le pedía matrimonio a María (cabe destacar que ellos acudieron al concurso como pareja en crisis con la finalidad de tomar una decisión acerca de su relación). Pues parece que la aventura no les ha sentado nada mal.

Por si fuera poco, prometieron que le darían a Idoia (una de las dos gemelas que componían otra de las parejas concursantes) el dinero necesario para poder ayudarla en su lucha contra el cáncer. Y es que este fue otro de los momentos de mayor intensidad del programa. El caso es que Idoia ocultó al programa e incluso a su propia hermana que se le había vuelto a reproducir un cáncer que había tenido y que no se detectó en las pruebas realizadas por el equipo médico del programa. Lograron llegar muy lejos, concretamente hasta la prueba de inmunidad del Gobi, donde las duras condiciones obligaron a Idoia a confesar su situación. El programa se vio obligado a retirarlas, por su seguridad, de la carrera.

Es cierto que la cadena recibió ciertas críticas porque la semana anterior a la emisión de esta etapa se anunció a bombo y platillo que algo iba a pasar en Pekín Express. Desde este punto de vista, se puede decir que se usó el morbo para ganar audiencia. Sin embargo, la forma en que fue tratado en el programa, los vídeos emitidos, el cariño que todo el mundo les dio, incluso las lágrimas cayendo por la mejilla de una Paula Vázquez más que comprometida, me hicieron sentir que Pekín Express era algo grande, real,...

Y no sólo lo digo yo, sino una audiencia fiel que no ha ido sino aumentando semana tras semana, convirtiendo a Pekín Express en el programa revelación de la temporada. Pekín Express volverá con nuevas rutas, nuevos aventureros, nuevas dificultades y nuevos sentimientos que nos harán pasar tan grandes momentos como los vividos durante los tres últimos meses.


¿Quién ha dicho que la vida no es una carrera? ¿Quién se atreve a pensar que no existen metas?

La vida es ciertamente una carrera de fondo y, como ya dije en su día, la meta es sentir con plenitud cada cosa que nos pasa. Seguimos, con paso firme y decidido, el camino a la felicidad.

OFF...

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