miércoles, 3 de marzo de 2010

TENER 20 AÑOS (SEGUNDA PARTE)

ON...

MPBlog: 'Somos jóvenes' - Dúo Dinámico.

Se calló el último grano de arena. El tiempo no da para más. Fin de la reflexión.

Ha sido más de un mes dedicado a tratar de dar respuesta a una pregunta aparentemente sencilla, pero que no lo ha sido tanto. ¿A qué conclusión habéis llegado? ¿Son mucho o poco 20 años?

Telecinco, cadena comercial líder en España, cumple hoy dos gloriosas décadas. La que empezó siendo una cadena liberal, atrevida y volcada en el entretenimiento es hoy la más querida por muchos y la más odiada por muchos otros también.

Telecirco o la cadena de Berlusconi, como algunos la llaman, llegó directamente de Italia para hacer historia en España. En sus inicios disfrutamos de algunos programas tan emblemáticos como Humor Amarillo, Las Mama Chicho, Twin Peaks, Veredicto, La media naranja o Sensación de Vivir.

El Telecupón con Carmen Sevilla y Agustín Bravo, la Ruleta de la Fortuna (que tanto éxito cosecha ahora en Antena 3), el siempre polémico Pepe Navarro en Esta noche cruzamos el Mississipi, Wyoming y su tropa del Caiga Quie Caiga, los Expediente X de Mulder y Scully, ¡Qué me dices! o Ally McBeal.

La época de las grandes series de producción propia será recordada en Telecinco gracias a Periodistas, Médico de Familia, Hermanas, Al salir de clase, Siete Vidas, las no tan lejanas El Comisario o Los Serrano y la 'eterna' Hospital Central.

Apostar por nuevos formatos llevó a la cadena de Fuencarral a liderar durante 5 años, siendo la única cadena capaz de superar al ente público. Y todo ello gracias al ácido Aquí hay tomate, el incatalogable A tu lado de Emma García, el Día a día con María Teresa Campos, la Fórmula 1 y los triunfos de Fernando Alonso, el boom televisivo que supuso y supone Gran Hermano, las curiosas Crónicas Marcianas de Sardá y los realities del polifacético Jesús Vázquez: Supervivientes u Operación Triunfo.

Actualmente son el programa de Ana Rosa Quintana, Mujeres y Hombres y viceversa, el revulsivo Sálvame con Jorge Javier Vázquez y Christian Gálvez en Pasapalabra sus pilares en la programación diaria. Pero no menos alegrías le han dado a Telecinco con el paso de los años los forenses de CSI, los controvertidos Salsa Rosa (con el insípido Santi Acosta) y La Noria (que actualmente presenta Jordi González), la comedia de barrio Aida, las tramas de Sin tetas no hay paraiso, el juego de las cajas Allá tú, Sobera con su 50X15, El informal de Javier Capitán y Florentino Fernández, el serial Yo soy Bea, Camera Café o las Escenas de Matrimonio de Jose Luis Moreno.

Según todo esto... sí que dan de sí 20 años, ¿no?

Y es que, como todo, el tiempo es mucho o poco según se mire. Mismamente este 'mes de reflexión'. ¿Quién me habría dicho que pasarían tantas y tantas cosas en este breve periodo de tiempo? Durante poco más de 40 días he cambiado de opinión varias veces al respecto de la cuestión que yo mismo me planteaba. Derechos, reveses... todo hace que nos planteemos y replanteemos las cosas continuamente hasta llegar a tomar una decisión en firme. Y que lo terminemos haciendo ni siquiera nos asegura que sea la opción correcta.

Las cosas cambian, el tiempo pasa y la vida continúa con su ritmo constante pero imparable. 20 años son muchos (incluso demasiados) años para algunas cosas: para esperar, para aceptar, para llegar a querer, para descubrir, para madurar, para apostar, para comenzar... y, sin embargo, son apenas nada para muchas otras como para satisfacer, para cubrir, para olvidar, para rendirse, para triunfar, para atreverse, para hartarse, para conformarse,...

El otro día apunté una frase que una madre le decía a su hija: 'Tienes toda la vida por delante para ser mayor. No hace falta que te des prisa'. Los que ya hemos pasado los 20 sabemos lo que esto significa de una u otra forma. Es esa edad mágica, esa barrera psicológica que todo lo cambia. A partir de entonces el tiempo corre más deprisa, las preocupaciones empiezan a ser realmente tales y nosotros, sin embargo, seguimos siendo críos que nos creemos comer el mundo, cuando es este el que nos engulle sin compasión alguna. 

Quien crea que lo ha visto, oido, hecho, logrado, probado todo con 20 años o está equivocado o le compadezco. Esa edad debería ser sólo el punto de partida, el comienzo de todo. Por mucho que muchos se empeñen en adelantarlo. Nadie se conoce lo suficiente a los 20, nadie sabe lo que quiere a los 20, nadie puede decidir y, mucho menos, hacer un proyecto de futuro a los 20. Es sólo la edad del despertar, de equivocarse, de buscarse y encontrarse, de experimentar, de ilusionarse, de cometer locuras y de luchar.

20 años no son nada y lo son todo. Los que los tengan que los disfruten porque no vuelven jamás y los que ya los hayan pasado, que echen la vista atrás y recapaciten sobre quiénes eran entonces y quiénes son ahora y si los sueños, ilusiones, creencias, promesas o expectativas que entonces se fijaron son las que realmente se han cumplido con el paso de los años. Sólo así, quizás podamos entender la verdadera magnitud de los 20 años. Sólo así, cuando seamos 20 años mayores, podamos evitar decir aquello tan recurrido de... ¡Vaya como están los jóvenes de hoy en día!

OFF...

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