jueves, 28 de octubre de 2010

EL SUEÑO DE CUALQUIER NIÑA

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MPBlog: ‘Princesas’ – Pereza.

Cuando a un niño de siete años se le pregunta qué quiere ser de mayor nos podemos encontrar con respuestas de lo más rocambolescas. Son muchos los que aspiran a ser médicos como sus padres o profesores como aquella figura que ven cada día en la escuela, pero normalmente las aspiraciones suelen ir más allá cuando expresan su deseo de llegar a convertirse algún día en boxeadores, futbolistas, astronautas o pilotos de fórmula 1.

Las niñas, por el contrario, parecen tenerlo más claro. Ellas quieren ser princesas.

Ante tamaña declaración de intenciones, los padres, orgullosos, suelen reír la gracia de su progenitora y piensan aquello tan socorrido de son cosas de niños, ya crecerá y madurará… Ahí está el problema de no dar importancia a las inocentes palabras de una niña cuya frustración comienza a gestarse en ese mismo instante, al dedicar tanto tiempo y esfuerzo en encontrar a un príncipe azul que, en la mayoría de las ocasiones, no llegará nunca.

Seguro que Jesús Ortiz y Paloma Rocasolano pensaron algo así en su día. Y no les faltaba razón, porque su hija Letizia Ortiz terminó apartando todos esos delirios de grandeza para dedicarse profesionalmente al periodismo, igual que había hecho su padre y llevar una vida moderna, como tantas otras mujeres de nuestro tiempo.

Pero es cierto que en ocasiones hay que tener cuidado con lo que se desea, porque puede llegar a hacerse realidad. Quién le iba a decir a Letizia, divorciada y republicana convencida, que acabaría viviendo su propio cuento de hadas…

Telecinco ha dedicado gran parte del prime time de la última semana a los príncipes de Asturias, programando (y contraprogramando) diversos documentales y especiales en torno al estreno de una miniserie sobre la ‘ascensión’ al trono de Letizia.

Tal y como se esperaba, la miniserie ha obtenido un gran respaldo de la audiencia. Si bien, la táctica de la cadena era evitar un buen arranque de Hispania, la nueva serie de Antena 3, lo cierto es que como mucho ha logrado frenarlo, pues la audiencia ha acabado fragmentándose y ambos espacios lograron estupendos registros tanto en espectadores como en cuota de pantalla, dejando al resto de ofertas de la competencia por los suelos.

Sin embargo, a ninguna de las dos cadenas les ha salido la jugada a coste cero. Mientras que Antena 3 tuvo que prescindir de emitir anuncios durante la emisión de Hispania (con la consiguiente pérdida de ingresos), Telecinco se ha visto obligada a pagar una multa por cambiar el día y la hora de emisión de la miniserie sin los suficientes días de margen que marca la ley.

La miniserie de los príncipes, en la que participaron actores de la talla de Marisa Paredes, Juanjo Puigcorbé o Amaia Salamanca, ofrecía en clave de comedia romántica, un relato de cómo se conocieron Felipe y Letizia, de cómo fue surgiendo el amor en la pareja y de las dificultades que tuvieron que superar hasta lograr el consentimiento de la Casa Real.

Puede que no hubiera calabaza que se convirtiera en carroza, ni hada madrina o zapato de cristal, pero la vida de nuestra princesa se me antoja similar a la de La Cenicienta.

Como no puede llover a gusto de todos y, a día de hoy, parece que nada ni nadie está exento de polémica, no han faltado los detractores que han querido ver en la serie una imitación burlesca en lugar de una interpretación respetuosa. Si bien es cierto que Puigcorbé sorprendió con su increíblemente acertado parecido al mismísimo rey, calcando su físico, su voz, sus gestos e, incluso, su torpeza al andar, no vi yo en nada de eso un intento de parodia hiriente.

En realidad y, por encima de todo, es una historia digna de ser contada, versionada y repetida millones de veces, como esa realidad que acaba convirtiéndose en leyenda y en la que cada uno ha aportado su particular visión de los hechos. Es algo especial, inaudito, inesperado, diferente… y por ello cargado de esa magia que sólo tienen las grandes historias.

Algunos dirán que enamorarse del príncipe Felipe es tremendamente sencillo. Yo, por el contrario, soy de los que piensan que renunciar a uno mismo por amor tiene que ser una de las decisiones más complicadas a las que alguien puede someterse.

Y es justamente por ello que millones de niñas ya creciditas se sentaron en el sillón a dejarse encantar por esta historia. Y conozco a más de una que se sorprendió al ver cómo una lágrima recorría su mejilla. Siguen buscando a su príncipe azul. Nadie las advirtió hace años que debían buscarse otro sueño por si acaso.

OFF…

1 comentario:

Superlayo dijo...

Lo bueno de tus posts, es que consigues hacer interesante cosas que, como el 90 % de la televisión, ignoro. Buena información de las guerras de audiencias, y buen desarrollo en general del tema.

No he podido evitar pensar en esto, cuando lo leí... Puede que te haga gracia: http://www.ehtio.es/comic/felipeyletizia/766