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Hoy ha sido el día elegido por La Oreja de Van Gogh, uno de los grupos de pop-rock nacionales de mayor éxito en los últimos años, para presentar a su nueva vocalista, Leire Martínez, tras la marcha del grupo de Amaia Montero hace unos meses.
Mucho se ha especulado acerca de quién iba a sustituir a Amaia y de si el grupo tendrá o no éxito tras el cambio. Después de conocer a 'la sustituta' y de escuchar el primer single del nuevo álbum (que será lanzado en septiembre) yo creo que la respuesta es SÍ. 'La Oreja' sigue viva.
La voz de Leire recuerda en un principio a la de Amaia, pero basta escuchar la canción un par de veces para empezar a notar los matices que las diferencian. Es una voz más cálida, más dulce, quizá menos fuerte y desgarradora, aunque habrá que esperar a ver el acabado final del disco para compararlas y dictar sentencia.
Por si alguien no lo recuerda, Leire fue una de las participantes de 'Factor X', programa similar a OT que Cuatro emitió en la primavera del año pasado y cuya segunda edición ya está en fase de castings. Leire pertenecía al grupo de los mayores de 25 años, defendidos por Eva Perales, la cual aprovechará seguro la nueva edición del concurso musical para presumir de lo aventajada que salió una de sus chicas.
Seguí 'Factor X' medianamente y recuerdo perfectamente los ojos de Leire. Era una de mis favoritas.
Amaia fue y será siempre parte de la historia de LODVG, pero he de decir que estoy satisfecho con la nueva incorporación. Su edad, su físico, su estilo y su voz encajan a la perfección con la esencia del grupo y no hacen sino enriquecerlo y darle un nuevo aliciente para volver a escucharlos.
Sé que ya no cumplo los 15 y que en ocasiones la música que hacen los chicos de San Sebastián se vuelve excesivamente empalagosa o pastelera. Sin embargo, no puedo evitar recordar cómo hace más de 10 años se hicieron un hueco en mi estantería de CDs y cómo me han acompañado durante tantos momentos cruciales a lo largo de esta última década.
Fueron ellos los que tocaban en uno de los primeros conciertos en que he estado en mi vida y, más recientemente, también ellos constituyeron uno de los conciertos más extraños de todos los que he ido, teniendo que ser suspendido a la mitad a causa de una tormenta violenta y repentina. Sería ésta la última vez que escucharía la voz de Amaia en directo antes de anunciarse su separación del grupo.
Ahora se inicia para todos una nueva etapa. Al grupo les deseo lo mejor con el nuevo disco, lo espero con ganas. Quizás no con la euforia de hace años pero sí con la ilusión de la renovación. A Amaia también le deseo una buena carrera como solista.
Sólo el tiempo dirá lo que el destino les tiene preparado. ¡Mucha mierda!
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